Manuel Domínguez Zorrero pregona la feria de Zalamea.
El profesor de la UHU pregona la fiesta septembrina desde la sobriedad y la torería.
El profesor de la UHU pregona la fiesta septembrina desde la sobriedad y la torería.
Buena señal es en cualquier lugar que se avise para pregonar las fiestas del lugar a un perfecto conocedor de las mismas. En el caso de la feria taurina zalameña, y por extensión toda la feria septembrina de la localidad altoandevaleña , dada la profunda raigambre de la fiesta brava en la localidad, los múltiples matices que la identifican y la hacen distinta a cualquier otra plaza del orbe taurino, y la culta y seria demanda que del pregón existe en Zalamea la Real, es necesario que el pregonero sea un profundo conocedor y un entregado amante tanto de la fiesta brava como de la localidad..
Se cumplieron estas premisas y el profesor de derecho constitucional de la universidad de Huelva, Manuel de Jesús Domínguez Zorrero, residente a caballo entre Véjer de la Frontera, Huelva y Zalamea la Real, se dio cita a las 10 de las noche con sus paisanos, aficionados la mayoría y otros simplemente amantes de las cosas de la tierra, en la puerta de la Iglesia de la Asunción de Nuestra Señora de la localidad, declarada Bien de Interés Cultural, el auditorio llenaba la carpa instalada y la expectación no se vio defraudada.
Tras la presentación del acto por parte del presidente de la peña cultural taurina, Adolfo Lozano, motor y colaborador necesario con el ayuntamiento en todo lo relativo al mundo del toro y “culpable” de que se pudiera celebrar este decimoquinto pregón taurino ininterrumpido, preludio de las feria, el pregonero se echo la muleta a la diestra y, sin probaturas, se metió en faena dedicando el pregón “a todos los zalameños que, cuando niños, soñaron ser toreros … y a los que siguen soñando con una larga cambiá, una verónica de manos bajas, los pies muy juntos y la barbilla al pecho…, a los que siguen soñando un pase de pecho interminable acariciando el cielo de Zalamea”, desde ese momento la atención y el corazón del respetable estaba con el pregonero, silencio respetuoso, entrega absoluta, pero, no la facilona de las plazas sin tradición, sino la exigente de quien premia la verdad y demanda torería y maneras hondas al matador.
Fue un recorrido por la infancia, por su familia, su abuelo José Zorrero y la Posá, un recorrido por los rincones de Zalamea, por su plaza sin callejón, sin veleta y sin reloj, por el Llano de San Vicente, la plaza Talero, el patio del Hospital… la Zalamea eterna.
En forma de sueño y vestido de torero, Domínguez Zorrero, diseccionó con maestría los sentimientos taurinos de un pueblo con el tres como bisturí y desde el alma, el corazón y la vida representados en el toro, el torero y la plaza con la afición. Paradas íntimas en el torero de la tierra, Juan Pedro Romero, en los mitos reales de su infancia “Jandeño” y “Pelomono”, en Candido Caro, Norberto, Pedro “el Valverdeño”, Rafael Lanez y Luís de la Banda. Recorrido sentimental y único de un aficionado zalameño, que sólo puede entender en toda su extensión otro zalameño.
La banda de música amenizó el acto. Poniendo el broche con una versión cantada del pasodoble Zalamea que hizo las delicias del público. El alcalde de la localidad Vicente Zarza cerró el acto premiando a los artistas locales, Bernabé Romero, José Antonio García y José Jesús Gómez, que han realizado una replica a escala de la plaza de “los Arrepentios” que sirve como pórtico a la feria enraizada en las calles del pueblo.
La convocatoria esta realizada para que todos los aficionados de Zalamea y por supuesto los foráneos, acudan el sábado a las seis y cuarto de la tarde, a la plaza de toros de Zalamea a disfrutar de la bravura del encierro de Cuadri ante el que intentaran lucirse Juan José Padilla, Javier Valverde y Salvador Cortés.
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