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lunes, 25 de agosto de 2008

Ponce en maestro y Fandi en Figura a hombros en Aracena

Ponce en maestro y Fandi en figura a hombros en Aracena
Julli poco pudo hacer ante el lote de Pereda de peor juego.

Aracena, segunda de la feria de Agosto, tarde magnifica, lleno en los tendidos y expectación por todo lo alto. Seis toros de José Luís Pereda 1º, 3º y 6º y la Dehesilla, de justa presentación, poca cara y juego desigual, destacó el cuarto premiado con la vuelta al ruedo. Potables primero y sexto.

Enrique Ponce de verde botella y oro ovación y dos orejas.

Julián López “el Juli” de nazareno y oro con remates en blanco,
ovación y ovación.

Davida Fandila “el Fandi”. De espuma de mar y oro ovación y dos orejas y rabo.

Aracena se consolida como una gran feria, cuenta con el respaldo de las figuras del escalafón, cuenta con un ayuntamiento que se compromete con la feria taurina, cuenta con una empresa de solvencia acreditada y afición por dar toros de calidad, pero nada de esto serviría sin el respaldo del público. La tarde de ayer se volvió a llenar el remozado coso arundense, una plaza llena es una bendición en esta época de vacas flacas, de festejos decreciendo en número, de feria que desaparecen, el lleno en una crónica es una buen augurio.
La tarde se rompió en el cuarto toro con una gran faena de Ponce a un aparentemente rajadito toro de Pereda, cuyas cualidades vio Ponce, como tantas veces, antes que nadie, nobleza infinita y repetición con codicia si le dejaba la muleta puesta y se lo llevaba atrás sin enganchones, le dio sus medicina, tiempo entre las series, y romperlo sólo a mitad de la larga faena cuando lo desengañó, faena típica del maestro de Chiva, doblones de inicio y de cierre, pases de la firma, kirikis, temple infinito y sentido estético de un maestro que no me creo en retirada. Sonó un aviso mientras se pedía el indulto para el buen toro, pero no para tanto, de Pereda, hijo de Culito, el indultado de la Merced. Lástima que la espada cayó baja, el toro fue premiado con la vuelta al ruedo.

En su primero, faena del mismo son, templada y con menos apreturas, basada en el buen pitón derecho del astado, enrique Ponce hubiera tocado pelo si no es por el fallo a espadas. Magnifica y arrebatadora la presentación de luces del mandón de los últimos años en Aracena.

Fandi formó un lío con sus dos toros, en el primero sosote y rajadito le recetó temple, factor que ha recuperado en los últimos meses el granadino, una faena larga, garbosa, en los medios para tapar las carencias del animal que se quería rajar de continuo. Ya había puesto al público de su parte en el segundo tercio con sus habituales alardes con los rehiletes, quizá menos espectacular que en otras tardes. El fallo con la tizona en una mala tarde de aceros destemplados dejó el reconocimiento en una ovación.

Con el sexto formó un alboroto de órdago, capote, banderillas, espada y muleta dan cuenta de la actitud del granadino líder del escalafón. Temple majestoso, poderío sin cuento, gusto en una serie de naturales largos y hondos, como esas cuevas, una maravilla junto a las Maravillas de las estalactitas. Una faena refrendada por un estoconazo recibiendo del líder del escalafón.

Juli enlotó mal, un primero con genio del malo, rebrincado y con un incómodo cabeceo, faena sin apreturas ni entrega, culminada mal con la espada. El segundo de su lote fue un inválido de sosa embestida y al que el maestro madrileño exprimió las pocas gotas de bravura descastada que llevaba dentro el de Pereda, otra vez mal en la suerte suprema.

La presentación de luces del Fandi y Ponce en la muy culta ciudad serrana ha cumplido todas las expectativas de una gran feria que se consolida con el respaldo del público y donde seguimos echano de menos al toro.

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