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viernes, 4 de abril de 2008

LA MALA SUERTE DEL TORO

FOTO: burladero.com

Desde luego hay veces que los humanos tenemos estrella, o nacemos estrellados, pues a los toros les pasa exactamente lo mismo. Vaya los dos regalitos que se ha llevado Javier Conde esta tarde en la Maestranza, han sido de dulce o de toma pan y moja, según a uno le guste lo dulce, o lo salado. La presentación era perfecta, toros bonitos, bajos y sobre todo, nobles y de embestida tremendamente templada.
Creía yo que a Conde le iban los toros de embestida dulce y suave, y resulta que no. Brindó a su amigo Miguel Báez Spínola, pequeño de la dinastía onubense de los Litri. La gente en el tendido esperándolo, con respeto, en silencio, como sólo sabe estar en silencio la Maestranza.
Pero después de probar y magrear al toro sin hacerle nada de valor, exceptuando dos pases, el bailarín se puso a dar vueltas descompuesto, sin saber por dónde salir. Pero todo el mundo vió al toro, menos Javier, que rápidamente se fue a buscar el estoque. Qué pena de toro, qué mala suerte ha tenido. Criar a un toro durante más de cuatro años pa esto. Chica pitada le dieron, y gran ovación al número 42 de Torrealta, casualmente llamado “ Templado “.
Pues con el siguiente le pasó ídem de lo mismo, le volvió a caer la suerte al malagueño y la mala al toro. El de Torrealta se dejó al igual que su hermano y Conde pareció rebelarse con el capote dando buenos lances al astado, pero no veía aquello por ningún lado, como si fuera un sastre inexperto que no sabe por dónde tiene que empezar a cortar el traje. ¡ Por Dios, con la experiencia que tiene y los años que lleva de torero ¡ Pero así son los artistas. El toro se empleó en el caballo y arrastró los hocicos por el suelo, así que tras quedarse otra vez en la “estacá”, mató mal y recibió una fuerte bronca.
Tampoco tuvo suerte el sexto de la tarde, el toro quizás más feo de hechuras de la corrida que le tocó lidiar a Alejandro Talavante. Intentó agradar el extremeño que saliera el año pasado por la Puerta del Príncipe, pero no le dio la distancia y el sitio que necesitaba el toro. Así que comenzó a asfixiarlo y a dejarlo sin embestir limpiamente por el gran número de veces que le cogió los avíos de torear. Acabó la faena aburriendo solemnemente al personal hasta la saciedad.
Su primer toro tuvo un poco de genio y había que torearlo, era de cara o cruz y otra vez volvió a perder la partida.
El francés Sebastián Castella ha tenido mala suerte con su lote. Ha estado dispuesto como siempre, con ansias de triunfo pero le ha sido imposible el lucimiento, sólo arrimarse y demostrar que quiere llegar lejos. La valentía que tiene este torero es fuera de serie y resaltaría su toreo con el capote y una serie de estatuarios clavado al albero como un poste. También sobresalieron en su cuadrilla Curro Molina y Juan Manuel Molina en brega y banderillas, y “Josele” Moreno en el tercio de varas. Esperemos que los próximos buenos tengan más suerte y sean mejor aprovechados.
CONCHITA RODRIGUEZ ORTIZ

2 comentarios:

  1. Que lástima de torero que pudo ser y no fue, suerte mañana

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  2. Pobres toros!!
    Me parece indignante que se permita hacer tantas vejaciones a un pobre animal! Violencia, tortura, dolor, es lo único que me transmite ver esas barbaridades...

    Simplemente, horrible!!
    No hay corazón para permitir eso

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