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jueves, 13 de septiembre de 2007

Solitaria oreja para Fernández Pineda en Valverde

Solitaria oreja para Fernández Pineda
Decepcionante tarde con cambio de ganadería, se lidiaron toros de Santacruz y Tohales.
Tarde de buena temperatura, corrida de inicio de la feria de Valverde del camino 2.007. Con un tercio escaso de los tendidos cubiertos, se lidiaron toros de Sergio y Gerardo Santacruz y Tohales de escaso trapío, desiguales de presentación, escaso juego y alguno muy astifino. Indescifrable el hierro marcado en el anca de algún ejemplar de los lidiados.
Destacando el segundo aplaudido en el arrastre
Pedrito de Portugal. De nazareno y oro ovación y vuelta
Juan Manuel Benítez. De blanco y azabache saludos desde el tercio y ovación.
Fernandez Pineda, De blanco y oro saludos y oreja.
Saludo Curro trillo tras banderillear al primero.
Cuando discurría la lidia del tercer toro de la tarde, se oyó una fuerte voz extemporánea con acento francés que amenazaba “o suena la música o me tiro”, el propietario de la voz y el acento gabacho se asomaba al ruedo desde el muro de la barrera del coso valverdeño. Pues el escaso público que se dio cita en la plaza pensaba casi lo mismo, paren la corrida que me bajo.
Decepcionante la corrida en una tarde anodina y gris donde ni los toros sirvieron en su conjunto, ni cuando alguno apuntó maneras se encontró enfrente a un torero dispuesto a cortarle las orejas. Valverde esta dilapidando el crédito bien conseguido como feria torista de la provincia y al final esto queda en la de Cuadri y poco más.
Pedrito de Portugal era un torero largo, de exquisito gusto, dio varias vueltas a España siempre cerca de la raya de Portugal donde venían en masa sus acérrimos seguidores lusos, en aquellos tiempos lo apoderaba Victoriano Valencia. Caminos dispares lo de apoderado y poderdante diez años después, uno acompañando a su yerno en las plazas de más tronío de la piel de toro y el luso esperando para debutar en España hasta el dieciséis de Agosto. Entonces se decía que no mataba, ahora ese defecto no se acentúa tanto, sigue teniendo unas deliciosas maneras con el capote y un cierto gusto con la muleta pero este Pedrito que ya supera la treintena nunca será Don Pedro y a fe que nos duele corroborarlo tantos años después. Su primero, chico, vareado de carnes, mugiendo su mansedumbre se rajó y además desarrolló peligro, un regalo que fue pitado en el arrastre. Poco pudo hacer el lisboeta. En el cuarto, playero de cara y de condición, le vimos estirase en un buen quite, el toro descastado y justo de fuerzas se dejó y Pedrito toreo con gusto pero sin apreturas. ya saben un guiso puchero sin sus avios, le faltó sustancia a la faena que tras rápida estocada fue premiada con una petición no mayoritaria y una vuelta al ruedo casi por su cuenta.

Juan Manuel Benítez es un torero de corte artístico, lleva varios años alternando vibrantes faenas con tardes de desilusión, le falta eso que diferencia a un buen torero de una figura, uno que va y viene de uno que vive de esto. Se llevo el bueno y el malo del sorteo. Lástima que no entendiera antes al segundo de la tarde y que el pitón de las orejas era el izquierdo. El toro, quizá el mejor de una corrida que no fue buena, se dejó y el torero anduvo por allí en series despegadas y sin emoción excepto alguna con la izquierda que transmitió un poco más. En el quinto paso lo peor que le puede pasar a un torero en Valverde: se aplaudió más a la banda de música municipal que a la labor del maestro en la plaza, y todo esto mientras el nazareno intentaba sacar faena de un toro con más caja y kilos que sus hermanos pero con la misma sosería a pesar de su presunto encaste Coquilla, desarrollo peligro y quiso coger en más de una ocasión al de Dos Hermanas. Tras un mete y saca infame y estocada fue a morir a la puerta de arrastre, sin duda acordándose del manifiesto matutino.
Fernández Pineda cortó el único apéndice de la tarde en los postres ya en penumbras de la corrida. La consiguió ante el sexto de la tarde en faena intermitente que consiguió hilvanar a base de pundonor y entrega, consintiendo al toro hasta terminar sometiéndolo por ambos pitones. El toro, meano, bragao y axiblanco hizo por el torero en varias ocasiones y el de La Puebla aguantó bien, la solitaria oreja que arranco fue un justo premio a su labor. En el tercero, el más Domecq de toda la corrida, desarrolló una labor muy interesante en los medios sobre el pitón izquierdo y sólo el fallo a espadas le privo de otra oreja.
Lo dicho paren esto que yo me bajo, esta no es la feria torista que nos han vendido y no nos engañemos, no toda la culpa es de la sustitución del ganado que tampoco lo de Asunta prometía mucho más.

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