Vicente
Parra Roldán
Está visto y
comprobado que es muy difícil ser profeta en su tierra. Y, si esto sucede en
Huelva, peor que peor pues la ciudad se vuelca con el forastero en detrimento
de los locales, a los que no tiene en cuenta absolutamente para nada, salvo
para menospreciarlo.
En el planeta
taurino acaba de darse una nueva situación con el homenaje de Huelva ( por
cierto, ¿ quién lo ha pedido?) a Enrique Ponce, del que, en una nota aparecida
en algunos medios informativos , se dice que “de hecho, Enrique se convierte
esta tarde en el torero que más paseíllos ha hecho en la historia reciente de
La Merced, desde su reinauguración, será su vigésimo, con lo que supera los
diecinueve que hizo su buen amigo Miguel Báez Litri, quien aún le seguirá
ganando, en cambio, en el número de puertas grandes: trece del onubense por
once del valenciano. Hasta el día de hoy, Enrique Ponce ha lidiado 38 toros en
Huelva, de los que ha obtenido 31 orejas”.
Y esto no es
verdad por cuanto, con esta actuación, el diestro valenciano toreaba el mismo
número de corridas que Miguel Báez Spínola, veinte. Pero el menor de los Litri
ha actuado en la plaza de La Merced en más ocasiones que su compañero pues lo
hizo en tres novilladas picadas y en cuatro festivales, por lo que totaliza 27
paseíllos mientras que Enrique Ponce, tras las 20 corridas toreadas, tiene
consigo su participación en dos festivales, por lo que la suma total es de 22
actuaciones.
Pero,
sobrepasando a ambos diestros, está Emilio Silvera que ese si el torero que más
paseíllos ha hecho en esta plaza desde su reinauguración. Ha totalizado 31
actuaciones, de los que 22 han sido en corridas de toroso, tres novilladas y
seis festivales. Por tanto, el onubense Emilio Silvera es el torero que tiene
el honor de haber hecho más paseíllos y haber actuado en el mayor número de
corridas de toros, hechos no reconocidos como tampoco se le reconoció en su día
que también había cumplido 25 años de alternativa. Esa es la diferencia entre
un onubense y un foráneo, que éste último se lleva los reconocimientos aunque
sea de forma inmerecida.
Este error fue
expandido en diversos programas taurinos que se hicieron eco del homenaje a
·Enrique Ponce, por lo que el desagravio respecto a Emilio Silvera fue, además
de inmerecido, aún mayor. Afortunadamente, en algunos medios, al recoger el
acto, lo justifican en las bodas de plata de la alternativa, que Huelva no
premió con Emilio Silvera ( y mira que tuvo oportunidad en las Fiestas
Colombinas de 12.09 y 2.011) ni con Litri, aunque éste estuviera ya retirado de
la profesión.
Por cierto, si
se premia a Ponce por ser el torero que más paseíllos ha hecho, ¿ por qué no se
hizo lo mismo con Pablo Hermoso de Mendoza? El navarro, el viernes, actuó
decimosexta vez en la plaza de La Merced, las mismas que en su momento hizo
Javier Buendía.
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