David de Miranda conquista el Valle del Tiétar

 La semana pasada oíamos Carrusel, De repente se anuncia conexión con Sotillo de la Adrada. Suena la voz joven de Marcos Sanchidrián que a la pregunta de como va la tarde espeta

- Magnífica. Vamos por el cuarto de la tarde y aquí el público espera expectante a que salga el sexto de Alcurrucen para volver a ver a David de Miranda.
- Pero que ha hecho en el otro- pregunta Juan Ramón
- Una oreja, pero ha dejado a todos con ganas de volver a verlo.

Esto es lo más bonito que se puede decir de un chaval que empieza. Le pido a Marcos que me mande foto y reseña y esta maravilla es lo que publico. Gracias fenómeno, esto es de buen aficionado y de buen periodista.

David de Miranda conquista el Valle del Tiétar

Marcos Sanchidrián

Merece la pena ir a los toros en los pueblos. De vez en cuando surgen descubrimientos que llenan el interior del aficionado y le auguran un futuro próspero. La llama del toreo: la ilusión. En esta ocasión, el porvenir quiso vestirse de torero y anunciarse en Sotillo de la Adrada. La novillada que culminaba esta taurina edición de las Fiestas en Honor a la Santísima Trinidad, el sábado se presentó la Asociación Cultural Taurina Coso de El Teso, anunció a Borja Álvarez, Jorge Expósito y David de Miranda. Novillería joven y preparada pero todos salieron hablando del de Huelva. Detalles que marcan la diferencia y provocan el triunfo arrollador.

David de Miranda quiere dar que hablar y por eso no se mueve ni aunque le pasen por encima, participa en quites en los toros de sus compañeros y adquiere un compromiso con el espectáculo sea cual sea el ruedo que pise. Y Sotillo lo agradeció con tres orejas y un rabo cortados a dos toros de diferente condición y lidia. El primero fue un toro rajado, que tan solo quiso los adentros pero que cuando se desplazaba, lo hacía con franqueza. El onubense lo entendió tras probar el cite desde los medios. Plan B. En tablas surgieron los momentos más importantes de la estatua con el de Alcurrucén.

Con el sexto se sacó la espinita y le dio fiesta. Un auténtico toro por trapío y comportamiento. Concepto ligado y puro, muy quieto y vertical. A base de exposición sonaron los olés más profundos de la tarde. Arriesgó con unas ajustadas bernadinas, sacando el pico de la muleta en el último instante. La estocada en todo lo alto bien valió los máximos trofeos y el run run entre los aficionados del Valle del Tiétar.