Ficha del festejo
PLAZA DE TOROS “LA PIEDAD” DE TRUJILLO
Corrida de toros celebrada con motivo de la XXIX Edición de la Feria Internacional del Queso.
Alrededor de media entrada en tarde soleada, con ligera brisa.
Toros de D. Adolfo Martín Andrés, bien presentados, destacando por su nobleza, primero, segundo y quintó, si bien a éste último le faltó humillar.
Uceda Leal: Ovación y Silencio.
Javier Castaño: Ovación tras leve petición y Oreja con petición de la segunda.
Rafael Cerro: Ovación y Ovación
“Adolfos” de suave y delicado sabor.
Uno inconscientemente tiende a invertir
la importancia que se da a torero y toro, cuando en un festejo están
anunciados; como esta tarde en Trujillo; los cárdenos de Adolfo Martín,
habitual sinónimo de casta, primando la atención del comportamiento del toro en
la plaza, a lo que el torero pueda hacer con él.
Pero por lo visto esta tarde en la plaza
de la localidad cuna de Pizarro, si han destacado en algo los “Albaserradas” de
Adolfo, ha sido por su nobleza en distinto grado, no apareciendo ni la alimaña
tobillera, ni el que coge con emoción la muleta humillado arrastrando el hocico
por la arena. Si me permiten la analogía, por eso de que celebramos la feria internacional
del queso, los que pastaban en “Los Alijares”, y han saltado esta tarde al
ruedo, se han asemejado más a un queso fresco de suave y delicado sabor, que a
los curados de mucho cuerpo y fuerte olor.
Con estos mimbres hemos visto a un Uceda
que se ha encontrado muy a gusto con el que abrió plaza, al que toreo muy
despacio en sendas tandas por ambos pitones, de mano más baja la segunda, sin
muchas apreturas pero con igual clasicismo. Como con la espada no estuvo
acertado fue únicamente premiado con una ovación.
Ante el cuarto, únicamente pudo mostrar
disposición, pues el del hierro de la “v” pronto se rajó. Esto unido a que
además afeaba cada muletazo al salir con la cara por las nubes y que Uceda no
tenía afilada su espada ésta tarde, hizo que su labor fuera silenciada.
Los momentos más intensos de la tarde
los vivimos con el quinto de la tarde, en el que Javier Castaño, quiso
compartir protagonismo con su cuadrilla, primero poniendo de lejos al de Adolfo
Martín, ante el caballo que montaba Tito Sandoval (que cobró un buen puyazo una
vez cerrado ya el toro) y luego en el tercio de banderillas, dónde David Adalid
y Fernando Sánchez, se lucieron sobretodo en los dos primeros cuarteos. Ya en
el último tercio y tras sacárselo a los medios con gusto con la izquierda, se
fueron sucediendo las tandas por ambas manos, predominando la ligazón y la
limpieza, pero no la hondura, pues el toro metía la cara a media altura. Con la
tizona estuvo acertado y cobró una buena estocada al primer intento, siendo
premiado con una oreja, y no atendiendo el presidente la petición de la
segunda. Ante su primero, el leonés ya había conseguido pasajes meritorios,
ante un astado noble, que después emborronaría con la espada.
Completaba terna, Rafael Cerro, y si
bien no pudo lucirse con el que cerraba festejo, por su sosería y falta de
codicia, con el tercero de lidia ordinaria sí logró elevar la temperatura de
los tendidos. Con éste, Cerro se mostro valiente y decidido, y aunque le costó
coger la distancia al de Adolfo, en una faena de largo metraje, logró un par de
series con la zurda, pasado el ecuador de la faena, dónde la muleta
verdaderamente barrio el albero, después de aguantar estoico algún que otro
parón. El cárdeno fue a más y permitió a Cerro, epilogar trasteo con ayudados
por bajo, de bonito y largo trazo. Con la espada no estuvo acertado y el
público trujillano le premió con una ovación
No hay comentarios:
Publicar un comentario