Espartaco. Lo que viene
siendo un figurón del toreo
Badajoz. Festival homenaje a "Niño de Leganés". Cartel
de siete. Cinco figuras actuales, Ferrera, Juli, Manzanares, Perera y
Talavante, todos extremeños de nacencia o adopción y relacionados con la carrera
del banderillero madrileño afincado en la tierra parda. Por "imperativo
legal y moral" se acartela un novillero extremeño al que apodera el
homenajeado y que viene de formar un taco en Olivenza. Abre el cartel
Espartaco.
A la ida a los toros mi compañero de viaje, que nunca ha visto
torear en una plaza al torero, me pregunta con guasa ¿Que pinta abriendo ese
cartel un torero retirado y andaluz de pura cepa como "Espartaco"? Él
se entiende. Juan Antonio es querido como hombre por que ejerce de buena gente
a tiempo total y admirado como figurón por que sus estadísticas son
incontestables. Sin embargo es olvidado como torero. El que fuera jefe de filas
del empresario de la plaza, José Cutiño que ejercía entonces de ayuda, fue
además triunfador en muchos sanjuanes pacenses, pero no tiene vinculaciones
conocidas con el homenajeado.
Quería saber el julay por qué estaba encartelado Espartaco. Tras
romper el emotivo paseíllo con Luis García al frente de paisano, empezó Juan
Antonio a explicarle cosas al preguntón. El de Garcigrande venía barbeando
tablas tras ser parado por el banderillero a la antigua usanza. Sin previo
aviso, el matador se hincó de hinojos y la larga cambiada fue una flash resumen
y declaración de intenciones de aquel que mandó en esto desde la mitad de los
ochenta hasta que su rodilla maltrecha por el fútbol y su infantil deseo
frustrado de vivir la vida le obligaron a parar.
El clamor en los tendidos tras el lance fue unánime. La conexión
inmediata con un público, que no ha cambiado tanto en treinta años, ilustró
sobre el carisma de quien fue figurón del toreo durante dos décadas. Luego, una
faena a la que el viento no podía molestar aunque lo intentó, trasteo marcado
por el temple portentoso de una muleta poderosa, series por ambos pitones, sin
importar que el izquierdo pareciese peor, toreo fundamental abrochado por
molinetes, circulares invertidos, toreo en redondo... todo muy templado. La
sonrisa en la cara y la pasión en los tendidos que hicieron pedir el
antirreglamentario indulto para un utrero de Garcigrande, ganadería predilecta
del que manda en esto ahora, que sólo hizo obedecer a lo que le mandaba uno que
mandó en esto como figurón del toreo
¿Definimos "figurón del torero"? Me pide el incrédulo.
Como el Barça va perdiendo, hay camino por delante y es mi obligación enseñar
al que no sabe, me pongo a ello. Figurón es un torero con capacidad de poderle
a muchos toros, con prolongado tirón taquillero y presente e imprescindible en
los carteles estrella de todas las ferias importantes de plazas tan dispares
como Sevilla, Madrid, Badajoz, Pamplona o Bilbao, que puede
elegir ganaderías, compañeros y recibiendo por si mismo y sin necesidad de
agruparse, el respeto y los máximos honorarios en todas las plazas, con más de
un lustro de temporadas mandando y que se retira de los ruedos dejando cosas
que decir.
La honradez moral y taurina de Espartaco es proverbial. En treinta
años de carrera no recuerda el torero una sola bronca. Supongo que ha podido
haber alguna, que su optimismo vital y el inmediato triunfo minimizan. Cuenta
su apoderado de entonces que un día, de poca gente en las gradas, el torero
le conminó a ir a devolver el dinero cobrado a un empresario de
pueblo que había palmado en taquilla, estando anunciado como estrella del
cartel el de Espartinas. Cosas de figura (de otra época)
Cuando Espartaco toma una toalla de hotel para simular la suerte
de matar mi socio es ya un espartaquista más que jalea la alegría desbordada.
No hay trofeos en el desolladero para premiar simbólicamente la faena. No hacen
falta. El premio ya ha sido cobrado en forma de un partidario nuevo, la entrega
del respetable y el amor propio satisfecho de figurón del toreo de todos los
tiempos. Quedan seis en chiqueros, quien pueda que lo supere.
Llegando a casa, de madrugada, mi colega, somnoliento de toros y
gintonics, se me queda mirando y como recién caído del caballo, reconoce
rendido "Espartaco es lo que viene siendo UN FIGURÓN DEL TOREO"
Pues eso, y todo con una sonrisa grande como el mundo. La sonrisa
del toreo, la sonrisa de Espartaco
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