Los aficionados a los toros no necesitamos lecciones de
libertad por parte de quienes instigan prohibiciones culturales
El ciclo de
comparecencias que se han producido sobre
la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) que persigue blindar definitivamente la
Fiesta de los Toros en España, ha dejado varias afirmaciones, cuyo carácter
falaz y tendencioso nos obliga a contradecirlas. Asimismo, se han vertido
argumentos insostenibles de quienes atacan la Tauromaquia, para tratar de
obtener ventajas legislativas o confundir a quienes tienen la función de
proteger este Patrimonio Cultural en las instancias administrativas y jurisdiccionales.
1º.- En primer
lugar vamos a referirnos a lo afirmado por Leonardo Anselmi, activista
antitaurino, instigador de la prohibición de los toros en Cataluña y otros
lugares, inexplicablemente convocado a estas comparecencias, quien se dio el
lujo de dar una lección de “libertad” a los honorables miembros de la Comisión
de Cultura.
Este activista
antitaurino ha sostenido
que la Tauromaquia no es cultura por el hecho de haber
sido pintada o esculpida, recogida en la literatura o por las más bellas artes,
porque también lo han sido las guerras, los crímenes y las violaciones y no por
ello se va decir que estos hechos son
cultura…
Independientemente
de que la comparación es vergonzosa, lo realmente cierto es que la Tauromaquia
se encuadra perfectamente en la definición de lo que es cultura popular:
“conjunto de hechos que forman parte de las manifestaciones y costumbres de un
pueblo en un momento determinado, que se convierten en tradición y se
transmiten inveteradamente”.
Las guerras, los
crímenes y las violaciones son todo lo contrario, tragedias para los pueblos
que las sufren, aunque hayan sido objeto
de atención de artistas y literatos. La Tauromaquia es cultura por si misma, que se convierte en fuente de inspiración de las demás bellas artes, pero el hecho
cultural en sentido estricto es inequívocamente la Tauromaquia, y luego, todo
lo que la rodea.
En segundo término,
ha tratado de desvirtuar la declaración de la Tauromaquia como Patrimonio
Cultural Inmaterial (PCI) del pueblo francés, leyendo una carta de Frederic
Miterrand, anterior Ministro de Cultura. Esta carta para nada influye en la
legítima declaración del Ministerio de Cultura francés, que ha quedado
refrendada por dos sentencias, una del Tribunal de París y otra de la Corte
Constitucional, que rechazaron las impugnaciones de los antitaurinos y
confirmaron esta categoría para la Tauromaquia en Francia.
También trató de
desmerecer la declaración lograda en Francia afirmando que solo afectaba al 8%
de la población gala, lo que lejos de ser un rasgo negativo, evidencia que el
respeto a las manifestaciones culturales de las minorías es reivindicable y en Francia se ha confirmado.
Mintió descaradamente
el referido antitaurino, al afirmar que en Colombia se han prohibido los
espectáculos donde se utilicen animales.
Esto es absolutamente falso. Lo cierto es que la Corte Constitucional
colombiana afirmó recientemente que la Fiesta de los toros forma parte del
acervo cultural colombiano y proscribió cualquier intento de alcaldes y
concejales de obstaculizar la celebración de estos espectáculos.
Quiso con mucha
dificultad y manifiesta torpeza hacer un recuento de los pueblos
latinoamericanos que han prohibido los toros además de Quito y Bogotá, y se le
notó el nerviosismo al no poder recordar ni uno de ellos. Lo cierto es que en
América esta ocurriendo un movimiento en sentido contrario con declaraciones de
PCI constantes. Los pueblos están reaccionando a esa maniobra que pretende despojarlos de su patrimonio
cultural y cada día son más los que se suman a esta rebelión ciudadana, muy
diferente a la “cruzada” antitaurina preñada de
intereses económicos y cercenadora de libertades en la que él está involucrado.
Para finalizar su
intervención, Anselmi, en tono arrogante, advirtió a los miembros de la
Comisión de Cultura que tiene la misión de producir la ILP, que legislaran con
sumo cuidado porque su movimiento ya tiene preparadas las ILP autonómicas que van
a revocar esta ILP. El referido activista antitaurino olvida que su libertad
termina donde empieza la nuestra.
2º.- Un argumento
que gravitó desde el comienzo de las comparecencias, y que no fue desmontado
hasta la intervención de D. Andrés
Amorós, fue el presentado por el Consejero de Estado Enrique Alonso García,
confirmado por el activista antitaurino y por el veterinario José Zaldívar. Se
trata del concepto recogido en la Constitución europea, que está referido a que
los animales no son cosas ni bienes muebles o semovientes, que se trata de
“seres sintientes” y en tal sentido, con
derecho al bienestar animal en todos los estados que integran la UE.
La afirmación no
tienen nada de novedosa como se trató de hacer ver, todo lo contrario, tiene su
remoto origen en el Budismo, que sostiene que para alcanzar el grado de
“Iluminados”, el amor afectivo debemos brindarlo sin diferencias de ningún
límite a todos los seres vivos, como si fueran nuestras madres, incluidos los
animales, a quienes en los tiempos recientes se les atribuyen facultades que
deben motivar la compasión y misericordia imparcial. Pero lo descarado es que se pretenda hacer uso de esto para afirmar que
ya los estados de la UE están adoptando medidas para adecuarse al contenido de
lo que ordena la Constitución Europea en materia de bienestar animal y que por
tal motivo, la Tauromaquia tiene los días contados.
En este juego
participan abogados, veterinarios y antis, quienes saben pero no dicen que es la propia Constitución Europea la que excluye
justamente a las tradiciones y ritos culturales de sus pueblos, como la
Tauromaquia, de la aplicación de criterios manidos como el que esgrimen.
Más aún, es justamente el Preámbulo de la Constitución de la UE, el que invoca
que la Unión se produce dentro del más absoluto respeto a la diversidad
cultural.
3º.- Mucho
se dijo tanto por los comparecientes como por los miembros de la Comisión de
Cultura, de la necesidad de adecuar la
ILP al nivel competencial nacional, tomando en consideración el complejo
entramado del BIC previsto en las leyes autonómicas, a fin de que la ILP que
salga del Congreso tenga un blindaje irrevocable ante los recursos de
inconstitucionalidad que ya se anuncian. Se ha informado que se trabaja en una
ILP muy amplia que incluya el reconocimiento de la Tauromaquia en su más
extensa acepción, como Patrimonio Cultural Inmaterial (PCI), como acertadamente
recomendó el Sr. Fernández Benzo, subsecretario general de cultura. Aquí podría
estar la solución.
4º.- Finalmente,
tenemos que resaltar la feliz intervención de D. Andrés Amorós Guardiola, quien
recogió de manera rotunda y concienzuda los argumentos mas sólidos esgrimidos a
favor de la Tauromaquia y en contra de alguno de los despropósitos vertidos en
el seno de la Cámara de Diputados, incluida su protesta ante la presencia como
compareciente de un activista antitaurino que ha atacado una de las señas de
identidad de la nación.
La experiencia y
conocimientos de la AIT en la materia, han sido puestos a disposición de los
cientos de alcaldes y aficionados que han logrado cientos de declaraciones de
PCI totalmente ajustadas a derecho con las que se trata de alcanzar el
reconocimiento de La Tauromaquia como Patrimonio Cultural Inmaterial del pueblo
español, algo que tanto preocupa al activismo antitaurino.
Madrid, 16-07-2013
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