La emotiva vuelta al ruedo se ha hecho "despacito, como le gustaba a él", han comentado algunos de los toreros que le llevaban a hombros, entre ellos Morante de la Puebla, Tomás Campuzano, Finito de Triana o Curro Durán.
El público que ha asistido al último homenaje a Pepe Luis Vázquez, que murió el pasado domingo a los 91 años, ha guardado un respetuoso silencio cuando el ataúd entró por la Puerta del Príncipe de la Plaza de Sevilla, desde donde fue llevado hasta el centro del ruedo para rezar un breve responso.
El féretro fue aplaudido de forma prolongada cuando salía de la plaza, y en esos momentos sólo se han oído algunos gritos sueltos de "¡torero!", antes de que fuera introducido en el coche fúnebre que lo condujo hasta el Cementerio de San Fernando de Sevilla.
La vuelta al ruedo en la Maestranza sólo se da a toreros destacados, como ocurrió con el hermano del fallecido, Manolo Vázquez, o con Paquirri, y la última ocasión fue en 2011 con Diego Puerta.
Otro de los asistentes a la vuelta al ruedo póstuma ha sido el torero José Ortega Cano, quien ha destacado que Pepe Luis Vázquez era "muy sevillano y reconocido en todo el mundo", así como un diestro "artista y valiente", porque lidió numerosos encastes de los considerados difíciles, como Miura.
Morante de la Puebla, por su parte, ha señalado que el fallecido fue una persona "buena, sencilla y humilde" y un "grandioso torero" que inventó la "escuela sevillana, de la que yo he bebido mucho".
Antes del homenaje en la plaza de toros, a la que asistieron familiares y numerosas personas relacionadas con el mundo taurino, se ofició una misa funeral por Pepe Luis Vázquez en la parroquia de San Bernardo, barrio de tradición taurina en la ciudad y en el que nació y creció el diestro sevillano, que tiene una calle con su nombre en la Feria de Abril.
Hasta la parroquia se desplazaron, entre otros, Curro Romero, de 80 años, que no ha podido contener la emoción y ha destacado que el maestro muerto era "único".
Como persona, Vázquez era "encantador, daba gusto estar a su vera", ha subrayado Curro Romero, que ha reconocido estar muy afectado por la amistad que le unía con el torero, que le confirmó la alternativa en 1959.
Romero ha llegado a la iglesia acompañado de su esposa, Carmen Tello, y de Alfonso Díez, el marido de la duquesa de Alba, que no ha podido asistir al funeral porque está convaleciente de una operación.
También estuvo en la parroquia Rafael de Paula, que llegó apoyado en un bastón, así como el torero Enrique Ponce, que ha resaltado que el fallecido "es una de las figuras míticas del siglo XX" y deja como legado "toda la gracia del toreo sevillano. Es de las figuras más importantes que ha dado el toreo", ha sentenciado.
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