Texto y fotos Álvaro Pastor |
Ante un numeroso y entregado auditorio, Gastón Ramírez estructuró su pregón en los tres tercios de la lidia. Comenzó con un recorrido por sus ancestros taurinos -donde incluyó un texto del desdichado emperador Maximiliano I cuando presenció una corrida de toros en Sevilla a mediados del siglo XIX-, hizo después un repaso de algunos toreros sevillanos que murieron en México, como Saleri o Antonio Montes, y terminó con un encendido canto a la mujer aficionada.
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