Un Hombre Grande
Publicado en Viva Huelva
Cuando el teléfono te despierta más temprano de lo habitual, intuyes que algo no va bien. Las malas noticias
nunca esperan. Y así ocurrió el día que me notificaron la muerte de Paco Girón, de la que se cumplen ahora cuatro años.
Empezaba así uno de los días más tristes de mi vida y de mi familia, de la que formaba parte Paco desde hacía más de 40 años cuando nos conocimos a través de mi padre. A partir de aquel momento, se convirtió en mi amigo, en un maestro y en un segundo padre.Es cierto que llevaba varios meses muy grave
y que su enfermedad era irreversible, pero uno no se resiste nunca a admitir la muerte de nadie cercano y menos aún de los que más quieres.
La gravedad de su enfermedad podría habérselo llevado antes, pero tuvo que esperar a despedirse de su cabalgata de Reyes Magos, el acontecimiento más importante de la localidad serrana de Higuera de la Sierra, junto con el Festival Taurino a beneficio de la misma. Dos iniciativas de la que el cura fue artífice. Yo puedo dar fe de la vida de un hombre que siempre puso a los demás por encima de uno mismo. Un cura que en su ‘dos caballos’ recorría los hospitales, sin querer saber de horarios, sin prestar atención al hambre, al frío o al calor. Siendo un cura sin agenda y sin horarios, siempre estaba en el sitio exacto en el momento justo. El cura Girón, mi cura, como le decía tanta gente, visitaba al enfermo, sentía suyo el problema del otro, nunca juzgaba, no criticaba, no condenaba a nadie. Vivía siempre al borde de la tragedia humana y, a pesar de ello, era un hombre profundamente optimista.
Paco escuchaba con el corazón, y como buen aficionado a los toros, se recreaba en la suerte,transmitía en el encuentro personal, porque tenía el pellizco de los hombres grandes, de los santos. En su rostro estaba implícita la paz, la comprensión, la amistad, el perdón, la esperanza y el amor.
Francisco Girón ya no está con nosotros; despidió a su Cabalgata de Reyes de Higuera de la Sierra y luego se fue, en una mañana de enero donde el calor de la gratitud, el afecto y la admiración de muchos onubenses en su funeral acabó suavizando el frío serrano.Dicen que uno no muere del todo mientras alguien recuerda nuestro nombre. El nombre, y sobre todo la vida de Paco Girón, estará inmortalizada en nuestros corazones.
Tardará mucho tiempo en nacer, si es que nace, un cura tan bueno, tan entrañable, tan rico de aventuras, tan cerca de Dios y de la gente.
El Sr. Cura como vosotros lo nombráis no fue el artífice de la Cabalgata de Reyes Magos. Él fue uno más de los innumerables que hemos configurado este acontecimiento excepcional cada Noche mágica del CINCO de Enero. Agregó su grano de arena y NADA MÁS. La Cabalgata la gestó ha 95 años un médico rural. A partir de entonces ha ido evolucionando, con el esfuerzo de PERSONAS ANÓNIMAS, que nos son curas, y nadie los nombran, ni falta que le hacen. Luchamos por nuestra tradición con el orgullo de legársela a nuestros descendientes. En esta vida para ser mediático existen dos profesiones: CURA o POLÍTICO.
ResponderEliminarHola Bernabé, es cierto lo que dices de que la Cabalgata la inició D.Domingo Fal en la época en la que señalas y que hay muchas personas anónimas que día a día trabajan con corazón y orgullo para legarla a nuestros descendientes, pero también es muy cierto que Francisco Girón fue otro que lucho por ella y que fue una persona, como dice Rodri, que hizo mucho por personas de clases sociales bastantes desfavorecidas.
ResponderEliminarYo observé y conocí esta faceta de Paco cuando estuve estudiando en Huelva.
Y también considero que para nuestro pueblo y para mucha gente ha sido una perdida importante.