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sábado, 8 de septiembre de 2012

Curro Díaz y Oliva Soto a hombros en la reinauguración de Cortegana.



Cayetano se fue de Vacio ante una mala corrida de Garzón.

Tarde calurosa. Casi Lleno. Reinauguración del coso del siglo XIX después de cinco años sin festejos taurinos. En la mañana se bendijeron las obras. Siete toros de Hermanos Garzón. Primero y segundo por debajo, resto presentable, el séptimo se lidió como sobrero por lesión del titular. Descastados, sin fuerzas y sin humillaciones, se defendieron.
Curro Díaz espuma de mar y oro oreja y oreja 
Cayetano plomo y azabache ovación y ovación 
Corinto en terciopelo y azabache dos orejas Y ovación
Curro Diaz y Oliva Soto salieron a hombros.
Bonita tarde de toros la vivida en el coso de Cortegana en la tarde de ayer. Expectación por todo lo alto en un pueblo que ha sabido reivindicar y luchar por su plaza de toros y que la ha podido rehabilitar gracias a fondos de la Junta de Andalucía y al esfuerzo de dos corporaciones municipales culminada por la actual. Enhorabuena a todos.
El pueblo andaba como loco, en la puerta de cuadrillas se agolpaban a la antigua manera aficionados sin entrada esperando la llegada de los coletas. La plaza lucía hermosa, el lleno aparente, la banda de música, el respeto a la antigua forma y a la piedra original y lo brillante sin estridencias de la nueva obra invitaban al disfrute. Luego una terna de arte, de pellizco, de plaza de primera. Y a partir de ahí el toro que lo descompone todo, una corrida de Hermanos Garzón que por tipo y encaste parecía que era de “de las que no fallan” pues fallaron, toros sin clase, sin poder sin casta y sin chispa, que además desarrollaban peligro al defenderse y ante ellos se estrellaron las ilusiones de público, ayuntamiento, empresa, y toreros .
Salió primero un castañito, un zapato, bajo y entacado, . Se mostró justo de fuerzas, cón querencia a tablas en cuanto el de Linares le quiso bajar la mano. Curro Díaz anduvo con torería y le supo endosar la faena medida, rematada con una estocada delantera que provoca derrame. El colorao que hace de cuarto era el padre del primero, Curro lo ayuda a romper hacia delante con su oficio campero y su característico toreo, faena de poder, con lances de gusto, muñequeo poderoso y ligazón, series y faena medida, como todo y como siempre en este torero de trayectoria admirable. Pincha hondo y descabello, corta una oreja de peso 
Cayetano sorteó con muy poca suerte, su primer enemigo un mulato chico, se duerme en el caballo  con pocas fuerzas, nobleton y soso Basa el hijo de Paquirri su faena sobre la diestra, y cuando torea al natural la faena rompa a mejor, el torete aguanta y parece verse arriba. Mata a la tercera Cayetano y recibe una  ovación. El quinto era más toro que el primero, castaño y con buen son en el capote,  pero al coger la pañosa el de origen Cuvillo se orienta y desarrolla mucho peligro al segundo muletazo de la segunda serie tras un toreo inicio de faena muy torero de Cayetano, sentado en el estribo y continuar genuflexo el torero de dinastía, imposible tras de esto nada más mata a la segunda y usa el descabello.


Del tercero era mas y parecía mejor que sus antecesores, muy  poco picado, Oliva Soto lo toreó con arrebato en los lances de recibo y  con el capote, aprieta a Manolo Contreras a favor de querencia en banderillas. Faena de muleta en los medios, el toro no se entrega nunca, sorprende al de Camas en un desplante, series de dos muletazos y el adorno , el toro buscando los tobillos del de Camas, voluntad de Oliva que mata de estocada caída, dos orejas, aplausos al toro, Al sexto lo recibió otra vez con afanes y torería Oliva El burel se da un volteretón y derriba al montado, se lesiona en la mano y es devuelto ya en banderillas.
Sale el sobrero, del mismo hierro, brinda el camero al ganadero de la tierra Miguel Ángel González,. Aguanta el sobrero cuatro muletazos antes de rajarse, Oliva bien a los sones Aroche, aprovechando los viajes de las querencias múltiples y desconcertantes del toro, lo pone todo el gitano en  toreo de pasión y sentimiento, una faena que no culmina con la espada.

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