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domingo, 1 de mayo de 2011

Palos, universidad del toreo

El sabio sanedrín palermo nombra a Jesulín catedrático del temple, a Doblado maestro de la raza y a Ortega decano de la bravura.
Dos toros de vuelta al ruedo, una petición de indulto y 7 orejas y dos rabos


Tarde lluviosa, como siempre, hoy sin acabar de romper en la Plaza del Descubrimiento de Palos de la Frontera, tres cuatros de plaza desperdigado, seis toros modelo de presentación bravura y nobleza de Gerardo Ortega, excelentes segundo y quinto y extraordinario el sexto al que se le pidió el indulto, bien negado por la presidencia, quinto y sexto premiados con la vuelta al ruedo, al quinto no se le dio por despiste de alguacilillos y mulilleros
Julio Aparicio de Catafalco y azabache, Oreja y silencio con leves pitos. Jesulín de Ubrique de Azul eléctrico y oro, dos orejas y dos orejas y rabo, José Doblado de blanco y plata, silencio y dos orejas y rabo clamorosas.
Jesulín, Doblado y el ganadero Gerardo Ortega salen a hombros en loor de multitudes
No somos objetivos con esta plaza de Palos de la Frontera, por tanto a este triste escribidor de cosas de toros pídanle hoy sinceridad no imparcialidad. Les explico, en el último lustro hemos visto crecer en lo taurino a Palos de la Frontera desde un sencillo festival, hasta la lección de sentido de la medida y bien hacer ofrecida en la tarde de hoy, en que Palos se consagra con una corrida de toros de Gerardo Ortega de excelente trapío, seria y brava frente a la cual dos toreros y dos cuadrillas serias y profesionales han sentado cátedra. José Doblado es un torero nuestro, su amor propio, su vergüenza torera, su raza y su cercanía nos hacen admirarlo en su humildad grande. Jesulín de Ubrique es un torero que nos enamoró en Huelva ante un Cuadri hace décadas. Gerardo Ortega es un ganadero que sentimos cercano en su labor diaria de la artesanía del toro bravo. Nos emociona especialmente ver en esta plaza y ante estos toreros la bravura pronta y encastada de la ganadería decana de Huelva, más de ochenta años, en la misma familia, en las mismas fincas, levan los Ortega criando toros de manera ininterrumpida.
Aclarados los conceptos, templado el toro, nos echamos la muleta a la derecha y empezamos con Julio Aparicio, de negro y azabache, que recibió con gusto al primero de la tarde, con más bravura que fuerzas, ante el que luego dejo retazos de su toreo de muchos quilates con la derecha, lo mató de un pinchazo hondo y recibió una oreja. Al cuarto no quiso ni verlo, el toro era más brutote, y el sevillano no está para fajarse, ni mucho menos, le quitó las moscas, faena de aliño que diría un clásico, mal con la espada y su labor fue pitada sin estridencias
Ubrique es un torero de época, lástima que los derroteros de su vida no le llevaran a pensar sólo en el toreo, en su concepto poderoso y hondo, esta tarde en Palos ha dejado una muestra contundente de su tauromaquia, al excelente segundo, que blandeó de inicio, supo templarlo, poderle y tras empezar por alto, como mandan las sagradas leyes del torero eterno, meterlo en la canasta y partirlo por bajo en series finales de mucho poder, la estocada desprendida fue prólogo de dos orejas de peso. Al quinto, de nobleza exigente, bravo y enterándose, más fijo que un funcionario, más serio que un guardia, muy castigado en varas, de presentación digna de cualquier plaza de segunda, lo toreó el Ubrique para si mismo, hondo, puro, poderoso, con esa muleta que encela  templada y nunca roza el burel, rematando el lance con el engaño siempre por debajo de la pala del pitón, sometiendo por bajo. Ni una concesión a la galería, toreando íntimo, gustándose, para si mismo, ayudando al de Ortega en ese tranco que le faltaba para la excelencia. Este torero está para otras plazas de más enjundia, o para poder paladearlo como catedrático del temple en una plaza que hoy se ha hecho más grande por más sabia como la del Descubrimiento. Su cuadrilla un ejemplo de profesionalidad
Y luego Doblado, un torero que cada corrida que torea es la última de su horizonte vital y, que hoy, como siempre, ante dos toreros que han toreado más en una semana que él en toda su vida, ha triunfado a golpe cantado. Juzguen el merito, cuando José Doblado se encuentra además un toro bueno, bravo, templado. Dios te libre de un toro bravo, dijo Belmonte a uno que no veía puesto, el toro bueno encumbra al torero macho, si esto del toro estuviera de otra forma, Doblado saldría de la tarde de hoy lanzado, sonando en las ferias de Huelva y luego en las de fuera. Ante su primer enemigo, con un pitón izquierdo de cortijo, cuidado con mimo por una cuadrilla de lujo, supo sacar la muleta de dominar. El toro pedía sitio y maneras y los papeles de torear, el torero resolvió y sólo el mal uso de la espada le impidió tocar pelo. Pero al sexto, otro toro de plaza de más rango, le enjaretó una faena de gusto, de poder y de sentimiento hondo. De maestro del gusto. Pedía Pepe un toro que le permitiese expresar su toreo íntimo, su verdad sagrada, un morlaco que le dejase desarrollar todo lo que el lleva dentro como torero, y eso ha hecho Doblado ante un toro pronto, que se vino galopando a cuatro patas al cite de la muleta en una primera serie de rodillas, luego las series salieron templadas, puras, sin enganchones, abrochadas en toreros desplantes, poderosas de mano baja, Una serie de ayudados fueron cuatro carteles de toros, cuatro verdades toreras, de pureza y verdad. Hoy el torero de la tierra ha llegado a su propio corazón, las lágrimas orgullosas de su padre llevan muchas generaciones de raza torera, muchas tardes de entrenos y muchos ratos de miedo. Hoy Doblado cuando reventó al toro de una estocada honda y pesada como una verdad tautológica,  cambió la plata del torero de la tierra por el oro del toreo eterno, universal y bello.
Una anécdota el intento de indulto, bien negado por la presidencia, donde Joselito Romero, convaleciente, volvió a servir con torería a la fiesta que ama.
Tarde de emociones, tres como las Carabelas,  la Pinta de la bravura posible de los toros de Ortega, la Niña del temple infinito de Jesulín y la Santa María de la verdad torera de Doblado, el día que Palos descubrió que ya es adulta en su afición taurina.

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