El primer toro de la ganadería de Jandilla, se encontró con un José Mari Manzanares pletórico que en otro momento quizás no le hubiera servido pero hoy, con Sevilla rendida a sus pies y haciéndole las cosas tan bien, le tapó defectos y sacó lo mejor de él. Al toro le falto clase pero fue manejable y pudo templarlo con su poder y técnica acompañada en perfecta sintonía por su cuadrilla que siendo hombres de plata, acabaron vistiéndose de oro y desmonterados con la música de la Banda de Tejera. Curro Javier puso la caricia de su privilegiado capote y Trujillo y Blázquez el tacto de tres pares de banderillas bien clavadas. Comenzó su magistral obra el alicantino con buenos derechazos y un trincherazo sublime que pusieron la plaza a reventar. Básicamente la faena se basó en ese pitón, aunque los naturales que dió fueron todo lentitud y despaciosidad. Lástima que tras pinchar metió la espada mal y perdió la oreja que fue pedida en mayoría absoluta por la plaza y declinada la concesión por la presidenta que se llevó una gran bronca y el torero una gran ovación desde el tercio.
Su segundo de la tarde no quería nada por el pitón izquierdo y primero lo embarcó por el pitón derecho enganchando al burel con su muleta suave siempre sobre el hocico. De esta manera logró hacerlo y lo metió en la canasta en el toreo al natural. Mató de estocada y cortó una merecidísima oreja.
Sebastián Castella tuvo en sus manos un buen toro de Borja Domecq que saltó en primer lugar al albero maestrante. No se entendió del todo bien con él y sin estar mal no estuvo fino del todo y se llevó las orejas colgando para dentro. Estuvo correcto el francés pero no terminó de cuajar al jandilla con rotundidad. Tras pinchazo y estocada recibió una ovación menor desde el tercio menor que la del astado.
En su otra faena, siendo el toro de los peores del encierro, comenzó emotivamente con un pase cambiado por la espalda en los mismos medios y realizó el cambio demasiado tarde con lo que fue si me apuran un poco temerario. Mejor el toro por el pitón derecho a base de un gran esfuerzo por parte del francés que no pudo tener mayor premio.
Alejandro Talavante se encontró con un toro devuelto por descoordinarse durante la lidia
y en su lugar salió un toro que no tuvo ni dió opción a ningún tipo de triunfo. En el sexto en cambio sí pudo lucirse algo al natural y demostrar ganas que lo sacan inédito de la feria abrileño. Tras estocada recibió otra merecida ovación
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