Con la sencillez de las cosas grandes, a tres días de la procesión de la imagen de la Virgen de la Esperanza, en la mañana de capillitas y visitas a los distintos templos de la capital para ver de cerca los detalles de los pasos más emblemáticos.
Aprovechando esos momentos íntimos de la hermandad, el hombre de plata onubense Juan Cañaveral, hizo entrega a su Virgen de su traje de luces, turquesa y oro.
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