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lunes, 3 de diciembre de 2007

Los Galeoneros de Ayamonte premian a la Junta

Los Galeoneros de Ayamonte premian a la Junta por su apoyo al mundo de los toros.

En un entrañable acto celebrado en su primera parte en la Casa Grande de Ayamonte y donde han intervenido el presidente de la Asociación de Antiguos Galeoneros de Ayamonte, actual propietaria de la plaza de toros de Ayamonte, Don Manuel Martín Pérez, el presidente de la fundación Cajasol en Huelva y presidente de la Plaza d toros de La Merced, que ha dictado una conferencia sobre la plaza de toros, la afición fronteriza y la tauromaquia como vehículo y manantial de la cultura
La Consejera de Gobernación, Evangelina Naranjo, ha sido la encargada de recoger el galardón en nombre de la Junta de Andalucía y ha recordado que el apoyo que viene prestando la junta al mundo taurino nace de la convicción que la fiesta de los toros está íntimamente ligada a la forma de vivir de todos los andaluces.
Posteriormente se han descubierto unos azulejos en la misma plaza
La Asociación de Antiguos Galeoneros de la Ciudad de Ayamonte nació a principios del presente siglo con el ánimo de defender la fiesta, la identidad de Ayamonte y servir como homenaje a aquellos armadores de los galeones, buques de pesca dedicados a la pesca de bajura fundamentalmente la sardina y que en el año 1940 adquirieron de “los Paules” la plaza de toros que este orden religioso había adquirido por herencia o donación de los antiguos propietarios.
Posteriormente se han descubierto unos azulejos en la misma plaza de Ayamonte que data de mediados del siglo XIX y sufrió una importante reforma para adaptarla a los nuevos tiempos a principios del siglo pasado y una muy notable en los años 50 para ampliar el aforo hasta los 3500 actuales y poder hacer así frente a los honorarios de 100.000 pesetas por coleta que solicitaron los mandones del toreo Miguel Báez Spuny Litri junto a Julio Aparicio y el también novillero onubense Pepe Gallardo que sustituyó a Posada, cuyos honorarios,30.000 pesetas, fueron menores pero importantes para la época.

Entrevista con Miguel Baez Spinola











Cuentan que andaba en el patio de cuadrillas de la Maestranza de Caballería de Sevilla nuestro protagonista, que aquel día hacía el paseíllo con el inefable Curro, cuando pasa por delante el apoderado del onubense y el maestro de Camas pregunta al Litri “no hablas con tu apoderado antes de las corridas” Miguel responde que no y Curro dice “pues tienes que hablar, preguntarle cuanto ganas hoy, cuanto has ganado esta temporada, para salir a pasar miedo por algo”.
La anécdota nos da muestras del carácter de ambos, pero más allá y por eso es traída, nos muestra dos formas de entender el toro, nos muestra dos Españas, dos culturas. La España de los sesenta y la España de los noventa, del 1500 como cochecuadrilla al monovolumen, del “o guardarás luto por mi” al “trajes de Emidio Tucci”. De los toreros por necesidad a los toreros por vocación.
Miguel Báez Spinola fue un revolucionario tranquilo, no empezó en esto por necesidad económica, fue el primero, salvando a de Pepe Luís, de los hijos de toreros de dinastía que lograron ser figuras de esto teniendo previamente la vida resuelta, después de haber pasado por colegios de pago, clases de Inglés y viajes al extranjero. También fue el primero que hizo incursiones en el mundo de la imagen publicitaria de marcas prestigiosas que buscaban en el torero joven, educado, de buena planta al prototipo para los jóvenes españoles de los noventa. Su última revolución fueron lo métodos y formas de preparación que inició en Sanlucar de Barrameda de manos de Diego Robles y que muchos han acabado copiando, se trataba de estar concentrado de verdad, vivir, pensar, prepararse en torero las 24 horas del día..

Miguel, con una elegancia sencilla que abruma en el vestir, nos recibe en su finca extremeña de Los Guateles, cordial, atento. Excelente anfitrión, la casa donde nos acoge fiel imagen del maestro, amplios espacios, colores alegres sin estridencias, comodidad con ese alma que da haber elegido cada detalle con minuciosidad de sibarita, una casa y una finca para vivirla, y eso hace Miguel aunque compartiéndola con Madrid, Sevilla y viajes continuos al otro lado del charco. Juguetean por allí los pequeños Olimpia y Miguel. El café es amable, la conversación surge franca, la disposición del último Litri es magnífica, la mañana de este extraño otoño de cambios climáticos discurre plácida, charlamos mientras conocemos la finca que Miguel muestra con el orgullo preciso, sin alharacas innecesarias pero sin falsas modestias, aprovecha para observar detalles que quiere mejorar, perfeccionista hasta el detalle, más que correcto en el trato, la auténtica imagen del perfecto terrateniente del siglo XXI.

20 años de alternativa
Miguel, veinte años de la tarde de Nimes Ojú, que rápido pasa el tiempo, parece que han pasado meses y hace ya veinte años. Es un recuerdo grabado a fuego, pero aquellos fueron días de de mucha tensión, me hacía matador de toros, me acordaba de mi tío Manolo, de mi padre que toreaba también y que no estaba toreando habitualmente, la prensa, tan lejos de casa, era una locura, por otro lado Rafi y el maestro Camino, se juntaban muchas cosas, es mejor el recuerdo de lo que fue el momento.
Y luego, luego torear, no había hecho otra cosa en serio desde que tenía once años y nos hice nada hasta que me fui el 12 de Diciembre del 99, doce años después.
Como fue la retirada. Meditada, sencilla pero creo que necesaria, me fui por que quise, nadie me echó, al principio me sentía un poco desubicado, pero ahora ni me planteo volver.
Los toreros vuelven por dinero. Yo no se de otros, yo mato el gusanillo toreando en el campo, los festivales, no echo de menos nada. Si volviese sí sería por dinero
No estuviste presente en el centenario de la Merced. Era demasiado pronto después de la retirada, la empresa puso interés y cariño pero yo estaba un poco atorado, si fuese ahora quizá mi decisión fuese otra.

Figura del torero
¿Lo has pasado mal en el toro?. Seguro pero no sólo por miedo al toro, a la responsabilidad, a mi propio nivel de exigencia, recuerdo la tarde de los Sánchez Igargüen de Sevilla se cayo del cartel Joselito, yo abría cartel con el Tato y Pepín Liria, pesaba el traje de luces, luego todo salio bien, corte una oreja de peso pero los preliminares fueron difíciles. La muerte que la vimos casi de refilón con Paquirri y nos la encontramos de frente luego con Montonliu, cada uno de la cuadrilla masticaba sus ceñimientos en su rincón, vimos que los toros matan y te pueden quitar de esto pero…
Pero compensaban las tardes de triunfo. Compensa uno mismo, las ganas de mejorar que siempre tuve, de torear cada vez mejor, de que me sirvieran más toros. Luego una tarde te salía un toro con el que te entendías y la gente percibía una mínima parte de los que yo había penado de lo que había trabajado, pero la mayor satisfacción era la íntima.
Sí Miguel, pero siempre contaste con el favor del público. Si, siempre me sentí muy querido muy apoyado, pero eso será más una consecuencia que un fin.
Siempre estuviste encartelado con los mejores de cada época. Si toree mucho al principio con Espartaco o Paco (Ojeda) en los 88 y 89 luego con Joselito, con Jesulín y con Ponce en la última época, todos los mandones del torero.
Sanlucar de Barrameda. Me fue necesario, yo toreaba casi por instinto, me hizo falta un reciclaje, una formación avanzada, con el novillo lo veía fácil pero con el toro lo pase mal me pegaban mucho y el grupo de Sanlucar fue mi universidad
Tu también fuiste figura y mandaste, No yo no he sido figura del torero, yo he sido figura de mi época, no he mandado, entonces mandaba mucho Ojeda, Joselito, luego Jesulín o Ponce, yo siempre tuve a uno o dos por delante
Enrique Ponce, el torero y el amigo. Lo conocí cuando fui testigo de su alternativa que le dio Joselito, se le veían las condiciones y maneras que luego le han llevado a ser la figura del calibre que lo es, quizá cuando se vaya se de cuenta mucha gente del peso y la dimensión de torero de Enrique. Luego la relación fue a más, toreamos mucho juntos y eso une, tenemos una gran amistad
Eres hombre de amistades fieles. Si no doy grandes bandazos, mis amigos son los mismos, los de la infancia en Huelva, los que he hecho en el toro.
La casa de Miguel se ha convertido en un lugar de peregrinación para figuras del toreo tanto actuales como de épocas pasadas el Tato, Enrique, Paco Ojeda, Oscar Higares, Emilio Silvera, son habituales de su reputada fama de buen anfitrión, actúa como verdadero oráculo de la profesión y es difícil oír por los callejones de España otra cosa que no sean alabanzas y respetos por este último Litri.

Su gente
De toda aquella generación de amigos que jugabais al toro en la Plaza de las Monjas, sólo Emilio Silvera y tu continuasteis hasta las última consecuencias queriendo ser torero, háblanos de Emilio.
Un pedazo de torero, el se sabe torero y sabe cual es su sitio en el torero, pero esto es muy difícil, tiene que salir el toro que te sirva en la plaza que te puede dar el vuelo necesario. El me enseñó a torear. Si hubiera nacido en otro lado a lo mejor hubiera cambiado su suerte, cada vez que le han dado oportunidad ha cumplido como un torero cabal, se trata de una de las tantas injusticias del toreo
Que significa Miguel Baez Spuny. Mi padre y un espejo donde mirarme en lo profesional y en lo personal, ha sido una figura del toreo y un mandón en años donde había muchas figuras. La losa de su nombre me pesó en momentos de mi carrera hasta que conseguí sacar mi auténtico yo. Me ha abierto puertas y me ha servido de maestro en la vida y en el toro.
Tardes para el recuerdo. Uf, muchas mi presentación en Higuera, la tarde de mi despedida de Huelva, el rabo a un toro de Manolo González en un mano a mano con Manzanares de Huelva, un toro en Granada, Écija….. pero las figuras, como me dijo Chopera son las que dan la cara en los sitios importantes ante los toros importantes, Me he sentido torero en las Ventas o en Sevilla o en Bilbao en tardes de responsabilidad en que he cumplido, pero desgraciadamente el toro y la tarde redonda no te sale en las Ventas. Ese toro y esa tarde de mucho peso quizá fue en Jerez en un mano a mano con Cesar Rincón.
A toro pasado, que cambiarías de tu vida profesional Es difícil pero creo que debería haber toreado menos, yo me quemé de torear tanto, haber disfrutado más ante los toros que me gustaban y me daban posibilidades de sentirme a gusto. La alternativa me gustaría haberla toma más al sur, en una plaza con más sabor para mi familia y para mi mismo.
Este es Miguel Báez Litri, una figura del toreo aunque no quiera, sencillo y directo, hombre de fuertes convicciones y lealtades infinitas y reciprocas, un maestro que empezó a vivir demasiado tarde y ahora disfruta de un dorado retiro donde juega a sus pies una criatura rubia y de piel casi traslucida en la que algún Dios quizá se este fijando para que sea el Litri que Huelva necesita.

Litri 20 años de alternativa

Miguel Baez Spinola “El Litri”, veinte años de alternativa.
El mito de una dinastía.
Se han cumplido veinte años de alternativa el pasado 26 de Septiembre.
El día 12 de Diciembre hará ocho años que se cortó la coleta
.
Con santa paciencia y mirada escolástica Don Alejo Oria nos contaba los mitos en aquellas interminables mañanas del BUP en clase de filosofía. Hablaba de dioses y semidioses, de héroes, hijos de dioses y humanos. Había uno que nos llamaba poderosamente la atención, Aquiles, fuerte, insobornable, culto, poderoso, hijo de una ninfa y un rey, astuto, arrogante y soberbio pero tierno y con ese talón que le hacía vulnerable y, en último término, humano
Este Miguel Baez Spinola descendiente en línea directa de héroes como el Mequi, Manolito Baez o su mismo padre, Miguel Baez Spuny, Litri, ha pasado por esA expedición de argonautas en busca del vellocino, venciendo a míticos toros, serpeantes y ocultos enemigos que no dormían, cantos de sirena y harpías voladoras.
Hay un precioso video dirigido por Fernández Román para TVE, de la época más infantil de nuestro protagonista donde aparece en la plazita de Peñalosa peleándose, no es exageración, con un becerro, que le arrolla, lo arroja, le pisa, le muerde y no puede con Miguel ni con su amor propio que sigue poniéndose hasta que cansa al burel y lo acaba sometiendo Una ilustrativa alegoría de su vida taurina, se pone delante del toro por genética, por admiración al padre, por ambiente, el toro le subyuga, pero le puede, o cree poderle hasta que sale la raza del héroe mítico y se viene arriba y le puede al bravo. Todo esto es mirado por el semidios padre desde un burladero con parsimoniosa majestad que cualquiera que no conozca el carácter de los mitos tacharía de indiferencia, cuentan que ese fue el primer día que se ponía delante del ganado bravo
Antes, su infancia son recuerdos de juegos con Manolo Macias, Manolo Salas, Emilio Silvera, Javi Guerrero, jugando al toro, campeando a sus anchas, una infancia no muy distinta de la de cualquier chaval onubense de la época.
El olimpo de estos dioses era Peñalosa, la finca que Miguel padre compró sin ver y que ha sido durante décadas lugar mítico de peregrinación, verdadero oráculo, para litristas, aficionados y profesionales y donde siempre ha habido una paella para el hambriento y una conversación para el sediento de anécdotas y vivencias taurinas. Recientemente Peñalosa ha dejado de ser propiedad de la familia Litri, no queda pena en el alma de este Miguel, prefiere un Olimpo menos problemas, menos hectáreas y menos distancias para el retiro dorado de su progenitor.
Luego el salto de argonauta, la locura desde aquel primer festival tierras Avileñas, en la conocida como andalucia abulense, Arenas de San Pedro, montado por Paco Camino en Arenas de San Pedro en 1985: participaron tres hijos de figuras del toreo: Julio Aparicio, Litri y Rafi Camino, junto a Antonio Posada y a José Luís Martin y desde entonces y junto a Camino, comienzan un circuito de becerradas hasta que en marzo de 1986 ambos debutan con picadores en Gandia, lugar de nacimiento de su antecesor en la dinastía. Luego novilladas, máxima expectación, revolución, pareja de moda, tópicos y realidades que los llevan a torear por todo el Levante, Valverde del Camino, Ayamonte, Zalamea la Real, Huelva. Sevilla y Madrid en festejos mixto con Curro o Antoñete, plazas llenas y camino de rosas aparente en dos años delante de los novillos hasta la alternativa que este año cumple veinte, en Nimes, el 26 de Septiembre con su inseparable en los carteles Rafi, y los padres de ambos figuras de otras épocas. Y luego… el toro
Torero de alternativa
Esa fue su vida profesional. Jugando al toro, viviendo el toro, luchando por el toro, viviendo del toro y yéndose del toro en plenitud profesional y personal, un doce de Diciembre del 1.999, en La México, con la plaza llena y en figura, cobrando, y es de los pocos sueldos que recuerda, catorce millones de las añoradas pesetas. Los datos abruman, tantos años alrededor del toro, tantas fechas que son tardes de miedos, de triunfos, de fracasos, las primeras mixtas con el Faraón del Camas y Rafi Camino, la locura de las niñas, el primer torero de los anuncios, imagen de marca de ropa de elevado caché, vueltas a España en el coche-cuadrilla, el genial Mangui con “sus cosas”, lo de de Paquirri, lo de Montoliu….

La vida sigue, siempre sigue y más metido en la marabunta de corridas, viajes, cornadas, triunfos. El año 88 es bueno, el 89 malo, no puede, se le viene la carga atrás, torea en Nimes y aquello no funciona la crítica se ceba, el círculo más cercano se asusta y por fin se descubre la causa, la hepatitis lo debilita. Sobre el nivel de exigencia del público francés y la comisión que rige el coliseo romano de los emperadores Miguel recuerda que después de ir dos tardes y no triunfar, entre otras cosas por culpa de la hepatitis, no volvió a torear allí hasta muy al final de su carrera, pese a haber tomado en Nimes su alternativa donde salio a hombros por la puerta de los emperadores.
Ni el 90 ni el 91 son buenos, este último año debuta en Madrid donde toreará 17 tardes a lo largo de su carrera. Después de un año malo, al siguiente una vaca de Cuadri en Comeuñas lo coge de mala manera y lo quita de la Beneficencia y otro año para olvidar. Si la medida del héroe se conoce en la adversidad, hay que advertir que en estos años calificados de no buenos torea siempre por encima de las sesenta corridas y se mantiene indefectiblemente entre los cinco primeros del escalafón, ya quisieran para si muchas figuras del toreo estos datos para los años buenos.
Se sumerge entonces en un viaje iniciático que lo lleva al otro lado de la marisma, Sanlucar de Barrameda lo acoge, “ se me hizo necesario yo toreaba por instinto y carecía de los principios básicos del toreo, con el novillo podía por casta, por experiencia pero con el toro las dificultades eran mayores, me pegaban mucho, no les podía, me hacía falta seguridad, aquel grupo de Sanlucar que tantos han seguido después marco un hito”, en efecto se puede entender como una revolución, un torero necesita estar concentrado, pensar en torero, sentirse torero, 24 horas al día. Es un centro de alto rendimiento el que manejaba Diego Robles en aquellos 90, por allí andaban Padilla, Ferrera…, luego se puso de moda y muchos toreros han seguido el camino del sur.
Su sentido de la responsabilidad es fuerte, no es un torero que pueda vegetar, se gana los contratos en la plaza, llevando gente, apretando los machos a sus rivales, no puede arrastrar el nombre de una dinastía secular por los ruedos y a fe que no lo hace, se sobrepone y se viene arriba, más arriba todavía y las siguientes temporadas son clamorosas 114 festejos en el 94 y 135 corridas en 95, plazas de la máxima responsabilidad, las mejores faenas de su singladura, siempre ternas de lo más exigentes, Huelva en Colombinas es un hito, pero le pasa con muchas plazas del levante donde es un verdadero ídolo, 25 tardes toreó en el coso de la calle Xativa, las mismas que en la Monumental Barcelonesa, 13 en Alicante,10 en Murcia, 15 en Malaga, Logroño con 12 tardes o Zaragoza con 17 y Bilbao con 12 y donde firma una faena de hondo recuerdo para el público vizcaíno a un bravo Torrestrella al que corta las dos orejas en Vist alegre.
Fechas que son tardes, tardes de gloria a lo largo de su trayectoria y plazas que son bastiones de un litrismo distinto al de los sesenta pero de la misma madre, del mismo empuje y de la misma fuerza en taquilla. Granada ante un toro de Ana Romero o Guadalajara le disfrutan en sus mejores momentos junto a Ecija o Huelva donde logra poner de rodillas a Ponce en La Merced, cifras, fechas, recuentos que difícilmente dan cumplida cuenta de la verdadera dimensión de figura de los noventa que fue este Litri.
Madrid donde torea 17 tardes en su trayectoria y sólo la actitud de un asustado y trasnochado purista que ocupaba el palco presidencial le impiden salir por la puerta grande, parecido trance le ocurrió en Sevilla donde llego a torear 27 tardes y cortó tres orejas
Ponce lo saco a hombros de la Merced
Para dar con el calibre de la verdadera posición del Litri en los toros quizá sirva más la anécdota que todos los aficionados onubenses recordamos de aquella tarde emotiva en La Merced, última por ahora de un Litri en la vieja Onuba, al final de la cual Enrique Ponce lo sacó a hombros por la puerta grande y lo llevó hasta su casa de la Calle Rico, Enrique más que un amigo, otro héroe en cuya alternativa estuvo presente como testigo y con el que coincidió tantas tardes en los carteles de la década pasada, ni más ni menos que 145, o las 79 con Espartaco, las 284 con el Ubrique o las 100 con José Miguel Arroyo, me sigue costando llamarlo Joselito. Todos mandones del toreo en aquellos años.
Y tardes de responsabilidad como aquella de Sevilla con los Sanchez Ibargüen, abriendo cartel, responsabilidad máxima de figura, caída de cartel de la terna anunciada y allí que se queda con unos jóvenes que venían con fuerza, Liria y el Tato, ganadería de peso, plaza de prestigio a las puertas de casa, momento crucial y miedo, responsabilidad, todo pesa más pero ahí ante el toro y en la plaza se ve al torero, se demuestra la raza y este Litri lo demostró con una oreja de peso, que debieron ser más, pero una oreja para aficionado, para el litrismo herdedado y sobre todo para uno mismo para la historia propia de cada torero en las noches que no dormía, de viajes incómodos en la furgoneta buscando otros dos toros cada tarde.
La decisión última de cortarse la coleta al final de esa temporada del 99, la última vuelta a España, nostalgia cada tarde en plazas donde tenía amigos de tres décadas a los que veía un día y de año en año, y otra vez el peso, la responsabilidad, el vacío delante, esa fue la vida del torero la vida del hombre que siendo un niño opto por una camino que sabía que no era fácil.
Hoy ofrecemos los números, la estadística, la verdad sin cocinas ni aditivos de un torero que llevó el nombre de Huelva a todo el mundo simplemente toreando, con honradez, responsabilidad y una constancia que sólo la óptica de los datos estadísticos y la distancia temporal pueden poner en su verdadero sitio.
Mañana concluiremos este breve pero sentido homenaje al último mito de la torería onubense con una entrevista en exclusiva para el periódico Odiel que Miguel Báez Spinola nos concedió en su finca extremeña de “los Guateles”