Es Hermoso de Mendoz,a un torero a caballo de recursos ilimitados, de inteligencia preclara y de monta excepcional. En el de salida en apenas un giro de riendas, paró al toro, vimos a Joao Moura en la plaza, esa era la monta elegante y efectiva del niño torero de los 70 del pasado siglo. Con Disparate inventa Hermoso cambios de aire en la cara del toro, muy parado pero que arreaba cuando podía hacer carne. Otra lección que el cuarto fue ya magistral. Maciza faena, sólida y con una estructura de maestro, El toro era bravo y galopaba, Pablo lo fue haciendo hasta que sacó a Dalí y formó un importante alboroto dejándoselo llegar al pecho y batiendo con son al otro pitón. Lo que parecía irrepetible lo repitió por cuatro veces el navarro. Banderillas cortas con Pirata y la locura en la plaza que supo agradecer el esfuerzo del rey de esto
¿Del rey del rejoneo? Si en el reino de España tenemos dos reyes, el rejoneo puede presumir de los mismo, pero ninguno de los de a caballo es emérito. Aquí los dos quieren reinar y gobernar en la plaza, en el campo y en los despachos. Diego también es rey y al salir el quinto ya tenía Hermoso las tres orejas en las alforjas y eso para Ventura es una espolonazo en sus ijares de figura. Reaparecía en Huelva con la nariz rota y a esas alturas estaba la tarde cuesta arriba. No se inició con brillo la faena, pero entonces el de La Puebla tiró la casta, templó con gusto y ...sacó a Milagro, una yegua todo corazón que hizo bueno el dicho, "...la que es buena es mejor que cualquier caballo". Se lo dejaba llegar hasta el corazón. de poder a mucho poder, dando todas las ventajas al toro y saliendo desde parado le pegaba un quiebro imposible para quien no fuera el rey. Cumbre este Diego que en su primero ya dejó muestras de su saber hacer por derecho en una labor que empezó con la garrocha a la vieja usanza. Arriesgo con Nazarí y puso más a la postre que el querencioso toro El rejón de muerte le impidió tocar pelo.
Ese mismo fallo con los aceros dejó a Romero sin las dos merecidas orejas del tercero de la tarde tarde, bravo y con movilidad el de Sanpedro. Un toro muy exigente, que brindó a Manuel Jesus Montes, (tanto que ver), de los que piden papeles de remontista bueno, los que le mostró el de Escacena. Muy firme, muy torero, dando los pechos siempre y clavando en el sitio, haciendo todo muy bien, con Guajiro estuvo espectacular pero con Bambú, dejándose llegar al burel, logró los pasajes más agradecidos del trasteo. Una pena el primer pinchazo en falso. Al jabonero sexto, complicado, enterándose, reservón y detrás de la mata lo fue a buscar a chiqueros con el marsellés en ristre. Los arreones del toro imposibilitan el temple lucido pero permitieron ver la cara más valiente de un Andrés que ahora no fue con Guajiro sino con Odiel con quien consolidó el triunfo. Tarde de mucho cumplido de lo prometido estos años por el rejoneador de la tierra que aspira a ser el rey del futuro del arte de marialva.
Una tarde de rejones que a ritmo de bulerias sirvió para demostrar que este arte de la tauromaquia necesita de la más reñida rivalidad para que todos los actores den el paso adelante más allá de los exigible a los reyes y a los príncipes.
