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domingo, 26 de octubre de 2014

Alejandro Talavante se cae del caballo y ya no cree en la imagen platónica y solidaria de la figura mancomunada


Entrevista a Talavante en EFE de Paco Aguado

El diestro Alejandro Talavante, que ha sido el más afectado tras el conflicto generado en su día entre el grupo de figuras conocido como G-5 y la empresa de Sevilla, asegura al concluir la temporada taurina que ya no cree “en los intereses colectivos entre toreros”.
 "Creo en loa motivos pero no en la defensa en común"
“Nada ha variado desde que nos negamos a torear en Sevilla, mientras esté al frente la empresa Pagés o no cambie su actitud frente a los toreros. Pero a estas alturas -matiza- ya sólo creo en defender mi postura individualmente, porque a largo plazo no hay intereses colectivos entre los matadores. Y eso lo sabíamos todos”.
  Traicionado no, dolido, porque, salvo Miguel Ángel Perera, ninguno se ha interesado por mi difícil situación de este año. No es que buscara su apoyo, pero sí esperaba que fueran conscientes de que mi caso era el peor”.
"Mi temporada ha sido una guerra en los despachos”,.
“ Esperanzado con que la empresa de la Maestranza tenga ilusión por contratarme, Pero que sea verdadera ilusión. Porque no voy a ser yo quien dé el primer paso. La postura que tomé en su día me lo impide. Son ellos los que tienen que cambiar su actitud”.
“Y lo digo ya a nivel personal. Es verdad que entre los cinco toreros existía un compromiso moral, más allá de papeles que, por mi parte, todavía están vigentes. Pero ahora, que cada uno haga lo que quiera. A mí también me gustaría estar en Sevilla el año que viene, pero no de cualquier manera”, 
El extremeño cree que, por no estar relajado, este año ha dado su mejor imagen como torero, tal y como se vio en Madrid, durante la feria de San Isidro, con la que considera una de las mejores faenas de su carrera, a pesar de que no la remató bien con la espada y de que “la prensa la ocultó tras la estadística de las orejas”.
“Pero me siento muy satisfecho -explica Talavante- de haber elegido por fin el palo más clásico del toreo, sin tener que sufrir por someterlo al triunfo obligatorio. Así fue también como logré cortar las orejas en Zaragoza”.
Antes de que arranque su temporada en América, que se compone de una exclusiva de veinticinco corridas con la empresa EMTSA -“que premia también el buen trabajo de Curro Vázquez”-, Talavante dice que su meta como torero es “tener un sentimiento de satisfacción perdurable, haya o no haya triunfo”.

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