Cuando no puede ser

Cuando no puede ser no hay nada que hacer. La tarde lo tenía todo. Los artistas, los toros de los artistas, el público de los artistas que llenaba La Maestranza, las ganas de los artistas y la Plaza de los artistas. No pudo ser.

Sólo el sobrero y el sexto regalaron alguna embestida y perseveraron en el intento, No pudo ser Talavante bien pero sin apreturas es menos Talavante.

A uno no le gustan por cuestión de educación taurina que se lidie a dos nombres un mismo encierro, del mismo encaste, del mismo ganadero, el mismo día. Los tres encierros de este San Miguel han incumplido esa vieja norma. Pues ni así pudo ser, ni Pereda, ni Matilla ni Juan Pedro han cumplido la vieja ley callada.

Vi cortar a Emilio Muñoz una oreja  en esta plaza con dieciseis muletazos. De los toros de hoy al menos tres podían haber resultado útiles si la intención es esa. Sin fondo, ni casta, se aprovechan las embestidas y eso es también faena.  Entender los toros no siempre significa pegar veinte muletazos al natural por bajo.

Se devolvió al tercero por estar lesionado de una pezuña, se perdonó alguna que otra devolución más. Nos contaban que se pretendía haber metido sobreros de Montalvo. No pudo ser y ya son futuribles utópicos que hubiera pasado. Lo mismo, cuando no puede ser no puede ser...

La plaza llena, no se pudo poner el no hay billetes, pero faltó poco. Interesa esto, pero hay quedar emociones, si no..., no podrá ser.

Con cinco verónicas y una media recibió Morante al bien despachado  de Juan Pedro Domecq que abría plaza. No pudo ser más, nobleza sosa y sin casta de los dos de Juanpedro. A menos como toda la corrida.Muy buena actitud del de La Puebla.

Quería Juli el triunfo no pudo ser, y ni la sosería infinita del segundo ni la apatía del quinto permitieron siquiera intentar el arrimón

Talavante anduvo fresco toda la tarde frente a la pesadez de sus oponentes, Al tercero del hierrro titular y al sexto de Paraladé los entendió por el diestro.Sin apreturas por los complicados izquierdos. No puede ser.

Se acabó San Miguel y nos queda Perera, el único que ha demostrado, tras las tres tardes, que si puede ser, cuando se viene con pinturas de guerra y maneras de torero.