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miércoles, 28 de agosto de 2013

¿De verdad que Islero mató a Manolete? Antonio Burgos lo desmonta

Luego de Linares toreó más tardes y luego....



Se retiró del toro de amor por Lupe Sino, una mata de pelo, un perfume, una llave que abre discretamente la noche en los hoteles. Una boda oportuna, dicen sus enemigos, que hasta los victoriosos generales de África no escapan a las jachas, la lengua de la gente. Una boda oportuna, que vienen arreando un Manolo González con padre fusilado, Antonio Bienvenida, aún Domingo Ortega, y el hijo, tan torero, del Niño de la Palma. Volvió, mas fue muy breve aquella temporada. Eran otros los tiempos, de Pedrés y Chamaco. Retirado en sus campos ahora pasa los días. Si acaso, de mañana, se llega hasta el casino. Ya murió Lupe Sino, ya murió Doña Angustias. Tiene muchos cortijos por la parte de Palma, acciones en un banco, negocios del aceite, y ha comprado lo menos tres bodegas en Rute.
Tuvo muchas cornadas, como aquella en Linares. Lo salvaron las manos de Giménez Guinea y el plasma que trajeron de la explosión de Cádiz. Ninguna fue tan grave como ésta que lleva por Gondomar arriba, saliendo del casino. A sus ochenta años, encorvada la espalda, yo he visto a aquel califa por las calles de Córdoba. Va los pies arrastrando. Con su bastón de plata, Manolete resiste la cornada del tiempo..

Y si quieres leer completa esta ucronía ...

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