Crónica de la primer novillada de Sevila por Inma león
Carlos Martín da una vuelta al ruedo dejando buenas sensaciones
Plaza de Toros de La Maestranza. Con algo más de un cuarto de plaza se han lidiado erales de Villamarta con la presentación algo justa, aunque de buen juego, nobles y manejables en general. El mejor el salinero que hizo tercero.
Carlos Martín; saludos tras aviso y vuelta al ruedo.
Eloy Ortega; silencio y palmas tras leve petición.
Jesús Bayort; una oreja y saludos.
El novillero de Camas Jesús Bayort ha
tocado pelo este jueves en el arranque del ciclo de novilladas de promoción nocturnas
y sin caballos de la Real Maestranza de Sevilla al cortar una oreja a un buen eral
salinero de la ganadería de Villamarta. Una noche en la que Carlos Martín y
Eloy Ortega han estado voluntariosos, este último hasta atreviéndose con los
palos.
Bayort ha mostrado sus ganas durante
toda la noche yéndose a la puerta de chiqueros para recibir a sus dos erales,
donde se pegó un susto al ser descubierto por su oponente. Con disposición y
arropado por la afición camera, lanceó con gusto al tercero, que brindó a
Daniel Luque. Con la muleta tiró de raza el de Camas por ambos pitones,
gustándose mucho por el derecho y queriendo hacer las cosas bien. Mató tras
estocada entera y paseó una oreja del buen eral de Villamarta. Ante el sexto,
con buen aire con la capa, conectó pronto con los tendidos e inició con la
franela de rodillas y en los medios, donde hilvanó una faena algo intermitente
ante un eral encastadito y fijo en los engaños. Finalizó con manoletinas y tras
pincharlo, saludó desde el tercio.
Carlos Martín, de la Escuela de Écija,
se acopló con su primer eral por el izquierdo, por donde tenía más recorrido el
flojito primero, que se dejó por ese pitón y el chaval lo aprovechó. Sonó la
música y saludó desde el tercio tras un aviso. Con el cuarto el trianero, eso
sí con buen concepto, no terminó de llegar a los presentes ante un eral que
obedecía a los toques e iba detrás de la tela, con el que estuvo voluntarioso,
aunque sin llegar a rematar. Tras un aviso dio una vuelta al ruedo.
Se gustó con el capote Eloy Ortega y puso banderillas sin
mucho lucimiento al segundo de la noche. Con la muleta se topó con un ejemplar
manejable y con transmisión por el derecho y el de Sanlúcar le pegó derechazos
con sabor. Finalizó con molinetes y tras matar a la segunda, fue silenciado.
Ante el quinto Ortega volvió a coger los palos y esta vez con más seguridad. Con la pañosa intentó
faena por ambos pitones con un eral manejable, pero los tendidos estaban más pendientes
del partido de España y escuchó palmas tras leve petición.
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