La terna a hombros en la solidaria novillada de Espartinas

Plaza de toros de Espartinas novillada sin picadores a favor de Asedown con más de media plaza en tarde noche de buena temperatura se han lidiado erales de Cayetano Muñoz de buena presencia y buen juego, bravos y exigentes  Aplaudido fuertemente el quinto en el arrastre

David de Miranda de azul  y oro dos orejas y dos orejas 

Rafael Serna de grana y oro, oreja tras aviso y dos orejas 

Emilio Silvera de caña y oro oreja tras aviso y oreja

Entretenido festejo benéfico en la localidad Espartinas en el que una buena novillada de Erales  de Cayetano Muñoz facilitó el triunfo de los tres novilleros sin caballos que participaban en el evento seminocturno. Quites en todos los erales, buena disposición de la terna, ganado con transmisión y bravura y un público muy a favor proporcionaron  una velada agradable.

David de Miranda mostró su seria progresión y su verticalidad basada en el valor sin cuento ante dos novillos de distinta condición. Al primero, muy complicado por el pitón izquierdo, fue capaz de enjaretarle una faena de firmeza basada en el pitón derecho, a pesar de que no renuncio nunca a intentar el toreo al natural, una gran estocada remató su labor y consiguió las dos orejas. Variado con el capote en ambos toros Ante el muy exigente sexto, levantó los pies del suelo a Miranda y a Serna en el primer tercio. supo mostrar su capacidad. Toreo largo  poniendo la muleta siempre en el hocico del de Muñoz, intentando llevarlo toreado, por bajo y sin ventajas, dando razones para soñar a los muchos partidarios que poblaban las gradas.

Rafa Serna formo un auténtico alboroto al segundo de la tarde desde el recibo capotero, pasando por una faena de muleta muy enfibrada, muy en torero, todo muy bien rematando siempre por abajo, haciendo las cosas, como mandan los cánones.  Toreo del caro, toreo del que vale y toreo del que llega. Tardó en morir el eral después de dos entradas y eso le impidió cortar los máximos trofeos, Al contrario que al que hacia de quinto, al cual recetó un estoconazo que hizo rodar al eral paras arriba sin puntilla tras otra faena de mucha emoción, de mucha transmisión, se llevo algún golpe del burel en faena de novillero, de los novilleros que merece la pena esperar. 

Por su parte Emilio Silvera derrochó casta toda la tarde. Enlotó la dupla de mas dificultades, el primero por listo y el que cerraba plaza por no entregarse nunca. Ante ambos supo mostrar las ganas, su sangre torera y supo decir que no se va a quedar atrás. Dos faenas largas, ambas tardaron en ser mal rematadas con la espada, bien con el capote, El torero de Huelva afincado en Sevilla deja el sabor de un hombre honrado que se sabe olvidar de su cuerpo y que quiere ser gente por ese camino del toro como lo ha sido  su padre.

Al la postre los tres del cartel a hombros y una sensación agradable en la asistencia.