| De tinta taurina: Uno, dos y tres… el responsable es el juez 14 / 01 / 2013 Por: Rodolfo Ramírez | ||
Parafraseando al aguerrido grito que frecuentemente escuchamos en los tendidos de la Monumental México por el hartazgo y desentendimiento sobre la actuación de los tres jueces designados por la Delegación Benito Juárez para presidir los festejos de la Temporada Grande 2012-2013, reprobamos las malas decisiones o ignorancia con las que desarrollan su papel en el biombo de la autoridad. El Juez de Plaza -presidente- es el representante de los aficionados encargado de supervisar que el festejo se lleve a cabo con integridad, respeto, transparencia, justicia y todos los demás valores señalados en el Código de Ética de los Servidores Públicos, porque precisamente los jueces son SERVIDORES PÚBLICOS que están al servicio de los ciudadanos aficionados a la Fiesta de los toros. Pero el rol que los jueces de plaza vienen desarrollando cada tarde en el palco de la “autoridad”, pareciera, o así lo han hecho ver, estar al servicio de otro tipo de intereses y no precisamente a los del gran público que paga y mantiene este bello espectáculo en la capital de México. Lo hemos comprobado nuevamente en el décimo tercer festejo de la presente temporada donde han estado en barata los trofeos, primero porque en la menor presión que sintió el buenazo de Jorge Ramos, por parte de un grupo minúsculo de aficionados, soltó un apéndice para Joselito Adame y después ya estando la promoción aunada a la vulgar solicitud del rejoneador Leonardo Hernández, donó las dos orejas al caballista europeo que le valieron para una desangelada puerta grande. Por lo anterior, muchos aficionados me han comentado: hasta dónde vamos a parar con estas autoridades blandengues presididas por el buenazo de Gilberto Ruiz, seguido por el bejamín de los buenazos Jesús Morales y el buenazo de honor Jorge Ramos, quienes cada semana se esfuerzan por devaluar el espectáculo taurino en el Distrito Federal, hasta llevarlo al cachondeo que vivimos hoy en día en el coso titular del país. Pues en realidad, amable lector, no sabría decirle… Ojalá que existiera una auditoria que evaluara el desempeño del grupo de los buenazos para corregirles o destituirles si fuera necesario, pero no es así, aunque existe una abandonada Comisión Taurina pero eso y nada es lo mismo.
- El buenazo de Jorge Ramos y el buenazo de Gilberto Ruiz
Mientras tanto, deseamos que en privado los tres buenazos realicen una autocrítica y entren en cordura para tomar con seriedad la gran responsabilidad que significa estar en el biombo de la autoridad y además recuperen el respeto que han perdido, tomando decisiones acordes a la grandeza que representa este bello espectáculo, parte de la historia de la humanidad, por las propuestas artísticas desarrolladas en el redondel, mismas que trascienden en el espíritu de los aficionados y no en el simple malestar de cada semana cuando escuchamos en el tendido:Uno, dos y tres, el responsable es el juez. |
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