Me contaron una historia.
Tentaban en el campo el día 23, poca gente: la vaca, el torero y un aficionado. Languidecía la tarde cuando de la dehesa surgió un ángel volando a trompicones.
- Soy nuevo, me manda San Miguel y la verdad, yo no me aclaro, pero me ha dicho el arcángel que uno de vosotros, la vaca, el torero, el aficionado es el niño Jesús y él no lo sabe. Bueno San Miguel, (que sabe tela de esto) me manda que le diga que se entregué sin cuento. ¿Y ahora como vuelvo yo? Que no me aclaro...
Y se quiso ir el angelito (que estaba sin caballos, claro) dando trompadas en torpes volantinas contra las encinas. Al final se posó sobre una cercana y se dijo Ya seguiré luego, que esto de hacer arte valiente delante de un toro tiene algo de celestial Y se quedó el querubín en la barrera de la tarde
Los del tentadero se miraron, por como resplandecía y por la aureola a ninguno de aquellos le cupo duda de que aquello era un ángel y que decía la verdad.
En ese momento la vaca pensó
- ¿Y si yo fuera el niño Jesús? Me voy a mostrar brava y encastada y noble y poderosa. ¿Y si fuera el torero el niño Dios?
Se arrancó de largo y metió la cara en los vuelos por tiempo infinito, repitiendo, exigiendo, durando entregándose, sin perdonar fallos, sin darse ni dar coba, humillando si le bajaban la muleta, volviéndose pero sin reponer, rebrincándose si le daban tirones, emocionando en cada embestida.
Cuando el torero la vio venir plantó los píes en el suelo y echó la muleta alante.
- Uno de estos será Jesús, o la vaca o el mirón. Le voy a hacer todo perfecto, por bajo, despacio, pisando su terreno, la muleta siempre en el morro, con pureza, sin trucos, dando distancia, templando, mandado, la pata alante, entregado.
El aficionado miraba boquiabierto,
-Uno de estos seguro que es el niño Rey y yo lo estoy viendo. Y yo que siempre los juzgaba duro y mal.
¡Que poder el de la vaca brava!, ¡ Que valor el del torero! Olé. Desde hoy sacaré mas entradas de toros, no intentaré los simpa, exigiré pero reconoceré el esfuerzo.
Y siguió la tarde, la más corta del año, pero la más emotiva. por que cada una de las partes de la fiesta fue lo mejor que pudor ser y todo porque un sin caballos nos hizo ver a todos lo grande que es "EL TOREO"
A los que pasáis por aquí cada día a echar el rato, a todos aquellos con los que compartimos esta afición intensa, desearos una Brava Navidad. El Niño Jesús está siempre con nosotros o dentro de nosotros mismos y nos hace ser mejores.
N del A
Comprendereis por que no aparecen en el cuento un periodista o un empresario. Si, ya se que todos podemos ser buenos, pero esto es un cuento, no un chiste
Feliz Navidad!
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