SOBRE LO OCURRIDO CON “BARCIAL” EN LOS CORRALES DE MADRID

(Javier Salamanca)

Una pena, pero ya no hay remedio, eso parece .A media tarde saltaban las alarmas, y más tarde todo se aclaraba, bueno más o menos porque las noticias eran un ir y venir de

Twiter, sms, mails, ….y toda clase de medios de comunicación de última generación.

Llegados a este punto vamos a ver si aclaramos la cosa, yo he recopilado lo que me ha llegado y si no es así que nos lo expliquen, cansados estamos los aficionados de pedir las actas de reconocimientos veterinarios, estamos en la primera del mundo, según dicen y esto es una cortina oscura y una maraña que ni los de CULTURA y el BIC, son capaces de aclarar. Allá voy:

-Don Arturo Cobaleda y su hijo Jesús trajeron dos novillos, uno con mucho cuajo y peso y otro más terciado, este último justito para Madrid.

-Se vio el pesado, pero sin bajar del camión según cuentan y al comentarle al ganadero que si se le rechazaba por sobrepeso se le apuntillaba, el ganadero no le bajó.

-El ganadero no bajó el otro, pues tenía dudas de su trapío para Madrid.

-El problema era burocrático, pues Barcial no tiene carta verde y según presidente y veterinarios, si es rechazado tiene que ser apuntillado.

-El ganadero no opinaba así y por no discutir, de vuelta para Salamanca.

-De esta manera el ganadero puede sacar provecho de esos novillos, de la otra forma, quien se la juega?

-Por otro lado, comentaron que en la finca había un novillo muy cornalón que hubiera valido, pero…..no sabemos si es así o se murió o no estaba.

MI CONCLUSIÓN: lo suyo es que nos lo aclaren todo, incluido eso de la carta verde y el apuntillar al animal, la verdad es que todos teníamos muchas ganas de ver un BARCIAL en Madrid y sea por una cosa u otra, nada.

Culpa de los veedores, del ganadero, de la ley……historias para no dormir, veremos que traen a cambio.

Las fotos del articulo son del novillo o novillos cornalones que pudieran haber valido, no sabemos si viven o no., están hechas antes del verano.

ANIMO PARA DON ARTURO Y SU HIJO JESUS, SEGUID ADELANTE.

Fotos J. Salamanca