Páginas

domingo, 19 de agosto de 2012

Tempestad ciclónica Tipica.



Padilla volvió a decir en El Puerto que está como siempre, una faena a un bravo toro de Jandilla con todos los componentes de su clásica tempestad, valor, variedad, torero de los tres tercios y un cañón co la espada. Cumbre ante su gente, dos orejas de mucho peso, laragas cambiadas de recibo, banderillas de poder y gusto, y una faena que comienza de hinojos y culmina por molinetes engarzados rematados con pases de pecho, además toreo fundamental y puro todo abrochado con un estoconazo con  bonita muerte de bravo del Vegahermosa. Vuelta al ruedo con beso y abrazos incluido de su hija Verónica, Un hombre satisfecho, feliz y torero. Al que abría plaza lo abrumó tanto que acabo rajado.
Morante no tuvo su tarde, al primero de su lote, que tomó capote cruzado y pareció reparado de la vista, mandó al magnífico Rafael Cuesta a que lo parase y la plaza no supo entenderlo, no es tan raro, no debería serlo, que un subalterno pare a un toro y que el maestro lo vea desde fuera para intentar el lucimiento. Se planteó una faena a la contara ante un toro rajado y poco pudo pasar, nada pasó, mal con los aceros. El quinto, jabonero sucio, se partió un pitón a rematar en  un burladero a los capotes de los banderilleros, mal,  este toro estuvo de sobrero en el mano a mano con José Tomás de Colombinas, la faena no cuajo y sólo muletazos y lances de capa sueltos para el paladar de los seguidores del torero de La Puebla, 
Talavante anduvo fresco toda la tarde, con ese concepto barroco amejicanado que tanto gusta, hoy en torero de derechas, solvente y valiente con el capote y entregado con la muleta, Sus faenas rebosan improvisación y adolecen de estructura de ahí su magia. Con la espada falló la puerta grande en el asuinto que se quedó muy encogido tras una faena larga y exigente.
Se acaba la temporada del Puerto con la mejor entrada de la temporada, una esperanza. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario