La estrategia económica de José Tomás
José Tomás hará el paseíllo sólo tres veces esta temporada. Son pocas, pero ya están marcadas a fuego en el calendario taurino: Badajoz (25 de junio), Huelva (3 de agosto) y Nimes (16 de septiembre). La pregunta obligada -que corrió como la pólvora por los mentideros taurinos, claro- no era otra que "¿por qué un torero de tanto tirón se acartela en tan pocas corridas?". Y la respuesta reside en una estrategia con muchos ingredientes económicos. Tres no son multitud, pero la congregarán.
Efecto snob
El diestro de Galapagar ha apostado por reducir al máximo sus comparecencias y, así, hacerlas aún más atractivas. Es decir, convertir sus tres corridas en "los tres puntos de inflexión de la temporada", como asegura su apoderado, Salvador Boix, a EXPANSIÓN. "José Tomás entiende que hay que crear grandes eventos que generen la máxima expectación e ilusión en la gente", agrega. "Las temporadas de José Tomás han sido cortas, y éste año él ha querido incidir más en este sentido. Eso le da un mayor interés, si cabe", enfatiza el apoderado. O sea, se trata de espolear la demanda por la vía de la exclusividad. A mayor exclusividad (e incluso mayor precio), más demanda: es el llamado efecto snob.
Bien posicional
Así, una entrada para ver a José Tomás no valdrá tanto en cuanto que da acceso a ese espectáculo casi único, sino porque se convierte en lo que en economía se llama un bien posicional. Es decir, vale más en función de la gente que no ha podido conseguirla. Así, para los que consigan una entrada, pueden verla desvalorizarse. Pero para los que no la consigan el valor de ver a José Tomás se disparará. Y las ganas también. Por eso no se la querrá perder. conclusión: lleno asegurado.
La diversificación fideliza
Éstos conceptos económicos están muy presentes, conscientemente o no, en la estrategia de José Tomás a la hora de afrontar su microtemporada. Además, el diestro ha querido que cada uno de los tres eventos sea único, especial. De esta manera se asegura un mayor interés de los aficionados por repetir. El que vaya a Badajoz a verlo en una terna querrá verlo también en un mano a mano, y no digamos ya con la encerrona. La diversificación es un aspecto esencial para fidelizar al cliente.
El efecto embudo
En Badajoz, el lunes 25 de junio, José Tomás alternará con la figura que manda en el escalafón, Julián López El Juli, y con Juan José Padilla "en su temporada", tras la cornada que sufrió el año pasado. En Huelva se enfrentará, con Morante de la Puebla, en "el mano a mano de mayor interés que puede haber", en palabras de Boix. Y en Nimes cerrará la temporada encerrándose con seis toros. El interés por la figura de José Tomás va creciendo de una a otra corrida y cada vez será más valiosa y más posicional una entrada. Es decir, se positiva el efecto embudo. Y si el embudo está bocabajo, José Tomás acabará estándo cada vez más "en boca de todos" y se atraerá cada vez a más gente, "no sólo taurinos", como quiere que pase Boix.
Así, "el año queda redondo", según Boix. Redondo en la estrategia económica, seguro. Pero corto, también. Aunque, bien pensado, valen más tres tardes que mil palabras económicas.
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