Vicente
Parra Roldán
Como suele ser habitual, los gestores de la plaza de toros
de Huelva suelen adelantar a la prensa de más allá de San Juan del Puerto sus
intenciones respectos a la temporada que se va a desarrollar en el coso de La
Merced allá en los primeros días del mes de agosto.
Este
año tampoco han faltado a su cita y ya han esparcido los cimientos de lo que
serán las combinaciones taurinas de las Colombinas. Unos carteles que, cuando
se confirmen dentro de unos días, van a ser unas auténticas bombas que harán
que se hablen de ellos no sólo en nuestra tierra sino también fuera de ella y
que, como viene sucediendo en los últimos años, atraerán a un amplio número de
personas que, por esos días festivos, se darán cita, por supuesto, en Huelva al
calor de los festejos taurinos.
Los
empresarios, conscientes de la necesidad de buscar nuevas novedades para
encontrar la respuesta popular en una época muy difícil por la situación
económica, han querido apostar fuerte y, en principio, las respuestas son
positivas por parte no solo de los participantes sino también de los
espectadores, a quienes van destinado los carteles, y que, desde que se han
dado a conocer esas intenciones, hacen numerosos comentarios y buscan que se
confirmen esas intenciones.
En
la programación colombina, habrá dos grandes carteles, con la presencia de
grandes nombres, capaces de satisfacer cada uno de ellos por si mismo la
atención de los aficionados y, por supuesto, de cubrir los deseos de los
espectadores menos aficionados. Dos
combinaciones grandes y de las que se hablarán mucho, tanto antes de su
celebración como después de lo que acontezca en la arena de la Avenida
Cristóbal Colón porque van a llamar la atención de muchas personas.
Hay
que reconocer el interés de Carlos Pereda y Óscar Polo de ofrecer atractivos a
los festejos taurinos colombinos y de tratar de concentrar lo mejor de cada
momento en estos carteles, mínimos en cuanto su cuantía pero grandes en cuanto
a su contenido. Y, para completar que esos espectáculos sean importantes, solo
esperamos que también se busque otro elemento esencial: el toro. Esos carteles
que se ofrecerán en nuestra ciudad merecen también que cuenten con unos toros
adecuados. Ni los bueyes de carreta que salen en algunas plazas ni los de insignificante
presencia tan usuales en tantos sitios, sino simplemente toros de lidia.
Entonces, lo que se haga en el ruedo, que espero sea mucho e importante, tendrá
mayor valor para todos los que, sin duda alguna, colmarán los tendidos del coso
onubense.
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