Seis orejas a la de Pereda en Mora

Foto de Vicente Medero en la Dehesilla

El tradicional festejo del Olivo que acoge cada año la localidad toledana de Mora se convirtió en un festejo accidentado en el que David Mora tuvo que dar muerte a cuatro astados después de que el local Eugenio de Mora sufriera una rotura en el metacarpiano de la mano izquierda y Víctor Abad resultara corneado de pronóstico «grave» en la zona escrotal. 

Eugenio de Mora sufrió su percance en la mano cuando trataba de rematar una serie por el pitón derecho de su primer astado, que le infirió un derrote seco en el brazo y provocó la lesión. Entre evidentes gestos de dolor, el torero de la tierra, que logró los mejores pasajes al natural, hizo un esfuerzo ante sus paisanos y terminó la lidia con un buen espadazo que le valió las dos orejas. Acto seguido pasó a la enfermería, donde tras ser inmovilizado, fue derivado a un centro sanitario de la capital toledana. 

Peor suerte corrió Víctor Abad en el quinto. El diestro cordobés, voluntarioso en su primero, resultó prendido cuando toreaba en redondo al animal, que le hirió en la bolsa escrotal con pronóstico «grave». Tras ser intervenido en la propia plaza, donde se le apreció también un puntazo en la ingle izquierda, fue trasladado a una clínica para que se le realicen radiografías en la zona de las costillas, aquejado de un fuerte dolor lumbar.

Así las cosas, David Mora debió pechar con cuatro astados. Desorejó a su primero en una faena con gusto y temple, mientras que hizo lo propio con el noble cuarto, que correspondía a Eugenio de Mora, tras una faena en la que mostró toreo relajado y despacioso. 


En Mora (Toledo), se lidiaron toros de José Luis Pereda, correctos de presentación y nobles en conjunto, destacaron los dos primeros. Eugenio de Mora, dos orejas; David Mora, dos orejas, dos orejas, silencio y silencio; Víctor Abad, silencio. Más de un tercio de entrada.