En 90 minutos
La encuesta a: Luis Miguel Parrado
Sobre la provincia de Jaén
Peor tarde: Linares, 29 de agosto. Un horror de principio a fin.
Mejor tarde: Andújar, 10 de septiembre. Cuando pienso en las mejores tardes del año no se me olvida cómo ese día Finito de Córdoba cuajó dos toros en el aire del mejor Finito.
Mejor plaza: Villanueva del Arzobispo.
Peor plaza: Ubeda.
Mejor ganadería: Gerardo Ortega, por su corrida de Villanueva del Arzobispo.
Mejor matador: José María Manzanares.
Mejor novillero con picadores: David Galván, además, sin ningún género de dudas.
Mejor novillero sin picadores: Como he visto tan pocos este año por aquí, prefiero no pronunciarme.
Una anécdota: El “agrio intercambio de opiniones” que tuve en Linares el 29 de agosto con un impresentable que después me enteré que, amparado en un crítico taurino, pide acreditaciones dobles para ir de gañote a los toros. Empezó a faltarle el respeto a Padilla a niveles insoportables. Le paré los pies y tuvimos una discusión poco agradable. Cuando a Juan José le pasó lo de Zaragoza recordé aquello y desde ese día desprecio todavía más al imbécil con el que discutí.
Balance de la temporada: Ya generalizando a todas las plazas, opino que ha sido un buen año, que ya de principio dejó claro que la lucha iba a estar entre dos: Manzanares y El Juli. Las ferias importantes han seguido teniendo mucha gente, pero en las plazas de segunda y no digamos ya en las de tercera, ha habido una reducción muy fuerte en número de espectadores. También hay que resaltar la aparición de dos toreros, Fandiño y Mora, que han ilusionado mucho a los aficionados.
En cuanto a las ganaderías, han embestido muchos toros, y además, en plazas de categoría. Pero también, sobre todos, hay dos nombres: Núñez del Cuvillo y Garcigrande, que han tenido un enorme porcentaje de toros buenos. Si en plan ganadero hablamos de la provincia de Jaén, no me puedo olvidar de la ganadería de Miranda y Moreno, que echó en Cuenca una corrida de toros sensacional.
Y para terminar, una apuesta. La del novillero David Galván, que lo tiene todo para ser figura del toreo y en la feria de San Lucas rayó a un nivel muy superior al de todos los matadores.
Mejor tarde: Andújar, 10 de septiembre. Cuando pienso en las mejores tardes del año no se me olvida cómo ese día Finito de Córdoba cuajó dos toros en el aire del mejor Finito.
Mejor plaza: Villanueva del Arzobispo.
Peor plaza: Ubeda.
Mejor ganadería: Gerardo Ortega, por su corrida de Villanueva del Arzobispo.
Mejor matador: José María Manzanares.
Mejor novillero con picadores: David Galván, además, sin ningún género de dudas.
Mejor novillero sin picadores: Como he visto tan pocos este año por aquí, prefiero no pronunciarme.
Una anécdota: El “agrio intercambio de opiniones” que tuve en Linares el 29 de agosto con un impresentable que después me enteré que, amparado en un crítico taurino, pide acreditaciones dobles para ir de gañote a los toros. Empezó a faltarle el respeto a Padilla a niveles insoportables. Le paré los pies y tuvimos una discusión poco agradable. Cuando a Juan José le pasó lo de Zaragoza recordé aquello y desde ese día desprecio todavía más al imbécil con el que discutí.
Balance de la temporada: Ya generalizando a todas las plazas, opino que ha sido un buen año, que ya de principio dejó claro que la lucha iba a estar entre dos: Manzanares y El Juli. Las ferias importantes han seguido teniendo mucha gente, pero en las plazas de segunda y no digamos ya en las de tercera, ha habido una reducción muy fuerte en número de espectadores. También hay que resaltar la aparición de dos toreros, Fandiño y Mora, que han ilusionado mucho a los aficionados.
En cuanto a las ganaderías, han embestido muchos toros, y además, en plazas de categoría. Pero también, sobre todos, hay dos nombres: Núñez del Cuvillo y Garcigrande, que han tenido un enorme porcentaje de toros buenos. Si en plan ganadero hablamos de la provincia de Jaén, no me puedo olvidar de la ganadería de Miranda y Moreno, que echó en Cuenca una corrida de toros sensacional.
Y para terminar, una apuesta. La del novillero David Galván, que lo tiene todo para ser figura del toreo y en la feria de San Lucas rayó a un nivel muy superior al de todos los matadores.
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