Tomadura de pelo en algunos espectáculos de rejones
Don
Verduguillo
Hace unos días, en un festejo televisado, el rejoneador
lusitano Francisco Palha recibía la alternativa de manos de Diego Ventura. A
muchos nos sorprendió este hecho por cuanto conocíamos que el citado rejoneador
había tomado parte en algunos festejos en los que se lidiaron toros, por lo que
pensábamos que ya había tomado la alternativa.
Consultando
algunos datos, conocemos que Francisco Palha tomó la alternativa en la
localidad portuguesa de Montijo el 31 de julio de 2.009 de manos de Antonio
Ribeiro Telles y con el testimonio de Diego Ventura, quienes lidiaron una
corrida de Passanha. El neófito dio la vuelta al ruedo con el de la ceremonia y
fue ovacionado en el otro. Este grado fue confirmado el 2 de septiembre de
2.010 en la plaza de Campo Pequeño de Lisboa, repitiéndose el cartel de la
alternativa, aunque con reses de María Guiomar Cortés Moura. El de la ceremonia
se llamó “Caminero”, marcado con el número 25 y con 568 kgs. en sus lomos. Tras
su actuación con éste, Francisco Palha dio la vuelta al ruedo y en el otro
paseó dos veces el anillo.
Por
tanto, Francisco Palha ya había tomado la alternativa y, por tanto, no
necesitaba refrendarla en España, por lo que la ceremonia celebrada en la plaza
de Zaragoza en la tarde del 16 de octubre de 2.011 fue más bien simbólica que
real y, posiblemente, solo sirvió para abrir plaza y evitar que su “protector”
Diego Ventura se encontrase con unos tendidos fríos.
Además
hay que decir que, a lo largo de la presente temporada, Francisco Palha ha
actuado ante toros en algún que otro festejo, como, por ejemplo, aconteció en
la pasada Feria de Sevilla, donde intervino en la tradicional corrida de
rejones, donde, en esa ocasión, se lidiaron toros y no novillos.
Pero
hay algo más en este peculiar mundo de los rejoneadores por cuanto su
regulación es peculiar. En el Reglamento
de Espectáculos Taurinos, de 2 de febrero de 1.996 – el conocido como
Reglamento Estatal – dedica el artículo 2 al Registro General de Profesionales
Taurinos, señalando en el apartado 2º que “Dicho Registro se estructura en las
siguientes Secciones: Sección IV: Rejoneadores”, a la que dedica el artículo 7,
que dice: 1. La Sección comprenderá dos categorías: rejoneador de toros y
rejoneador de novillos-toros. Para acceder a la primera de ellas, los
interesados habrán de acreditar su intervención como rejoneadores de novillos
en al menos veinte espectáculos. Los inscritos en esta categoría podrán
también actuar en espectáculos donde se lidien novillos.”
En
parecidos términos se expresan los diversos Reglamentos Taurinos. Así, por
ejemplo, el Navarro, en su artículo 20, señala que “la Sección IV (del Registro
de Profesionales Taurinos) comprenderá dos categorías: a) para inscribirse como
rejoneador de toros, el interesado habrá de acreditar su intervención como
rejoneador de novillos en veinte espectáculos, al menos, en las dos últimas
temporadas”. Por su parte, el Reglamento vasco, en su artículo 15.3 señala que
“Sección IV (rejoneadores con dos categorías, de toros y de novillos). Para
acceder a la primera y poder rejonear toros, los interesados habrán de
acreditar su intervención como rejoneadores en novillos en veinte
espectáculos”.
Por
su parte, el Reglamento Taurino Andaluz, en su artículo 66 se refiere al
Registro de Profesionales Taurinos, y señala que “los profesionales inscritos
en la categoría de rejoneador de toros no podrán lidiar novillos ni los
inscritos en la categoría de rejoneadores de novillos toros podrán hacerlos con
novillos erales en las plazas de primera y segunda categoría, salvo que se
trate de festivales taurinos”.
De
la reglamentación vigente se deduce que, a nivel nacional, para acceder a la
máxima categoría, rejoneadores de toros, solo hay que acreditar haber
intervenido en veinte espectáculos como rejoneador de novillos. Después, con el
grado de rejoneador de toros – equivalente al de matador – el interesado podrá
intervenir en festejos donde se lidien toros o novillos, como sucede en muchas
ocasiones entre el desconcierto de los aficionados que no siempre tienen la
oportunidad de conocer qué clase de reses se han lidiado.
Esto,
sin embargo, no sucede – o, mejor dicho, no debería suceder – en Andalucía
por cuanto el Reglamento lo prohíbe expresamente cuando señala que los
profesionales inscritos en la categoría de rejoneador de toros no podrán lidiar
novillos ni los inscritos en la categoría de rejoneadores de novillos toros
podrán hacerlos con novillos erales en las plazas de primera y segunda
categoría, salvo que se trate de festivales taurinos. Pero también en nuestra
Comunidad, en ocasiones, se vulnera este precepto.
Ante
esto, bueno sería que los propios rejoneadores se autoimpusieran seriedad en
sus actuaciones y aquellos que han alcanzado el grado de rejoneadores de toros
no intervengan ante novillos, salvo en los casos de festivales, y se opusieran
a las reses que, a veces, presentan las empresas que, por su parte, también
deberían darle mayor seriedad a estos festejos, tan rentables económicamente y,
de ahí, su proliferación en los últimos tiempos, presentando toros y no
novillos para ser lidiados, aunque, pensamos, que, al ser de menor categoría
las reses, los empresarios también pagarán menores honorarios a los
intervinientes, con el consiguiente beneficio económico a costa de los
sorprendidos que han pasado por las taquillas.
Igualmente,
la autoridad competente debería extremar las medidas para examinar qué tipo de
reses se van a lidiar, calificando como “corrida” o “novillada” el festejo
dependiendo del tipo de reses a lidiar y no permitir el eufemismo de “festejo
de rejones” en el que se posibilita cualquier tipo de reses. Y, de manera
especial, los equipos gubernativos, al reconocer las reses, deberían de
calificar el festejo y hacerlo saber al público para que éste, posteriormente,
no se vea sorprendido.
Y,
por supuesto, el público debe exigir lo
que se le ofrece en el cartel. De ahí que sea muy conveniente leer con mucha
atención lo que anuncian pues, en ocasiones, pasa desapercibida la categoría de
las reses a lidiar al no especificarse si serán toros o novillos. Además, a
algunos rejoneadores, con muchas temporadas en sus espaldas como rejoneadores
de toros, no se les debería permitir por parte de los espectadores que actúen
ante novillos.
Ahora,
con la temporada concluida prácticamente y con un período invernal que a
algunos se les hace largo, es un buen momento para que todas las partes piensen
en lo más conveniente y, si hiciera falta, modificar la actual regulación
vigente para evitar esos engaños que se vienen produciendo.
Diego Ventura es la repera, media vida dandole el coñazo a Pablo, por que no habria carteles y mira el numerito que ahora nos monta el colega. Lamentable como siempre.
ResponderEliminarDe siempre me he alegrado con las críticas constructivas en cuanto al rejoneo, pero siento decirle que no se puede criticar a la ligera sin saber muy bien de qué se está hablando.
ResponderEliminarLos rejoneadores, al igual que ocurre en el toreo a pie, pueden "repetir" alternativa siempre que sea fuera de su país, me viene a la memoria, por ejemplo el caso de El Juli, y me da igual que se aleguen motivos de edad. Palha pudo torear un toro en La Maestranza porque ya tenía la alternativa portuguesa, la española la tomó en Zaragoza para poder torear toros siempre en nuestro país, puesto que el resto de festejos, aparte del de Sevilla,en que ha participado esta temporada en nuestro país ha toreado y matado novillos.
Por otra parte, en cuanto a lo de que los rejoneadores debieran regular su situación, también le veo algo "desinformado", en el canal de rejones del portal Burladero.com podrá actualizar sus conocimientos al respecto si lee el artículo publicado bajo el título de "son de paz en tiempos de guerra", si no es así exactamente que puede fallarme la memoria es algo parecido.A partir de aquí será todavía más libre para expresar su opinión ya que estará mejor informado.
En cuanto a Ventura, no voy a comentar nada, es el precio que hay que pagar, igual que en otras ocasiones paga Pablo, por estar donde están.
Para hablar de rejones, señor mío, le recomientdo que se documente antes, lo fácil es lo que, incluso periodistas por desgracia, suelen hacer siempre, ridiculizarlos pero sin saber mucho de qué va el tema, y eso no, que los rejones son muy serios, al menos para algunos aficionados y no basta con escuchar campanas, hay que saber dónde. Un saludo.