David de Miranda con su madre |
Tras una primera noche incómodo por los dolores lógicos de la fractura nasal, las dificultades respiratorias y las molestias de la férula, la joven esperanza blanca del toreo onubense se recupera en su domicilio amparado por los suyos y con el ánimo limpio de quien ha cumplido su misión: resolver la importante responsabilidad que suponía debutar ante sus paisanos.
Paisanaje que se volcó el pasado domingo con David de Miranda, casi triplicando la entrada del festival triguereño respecto a la registrada en el mismo evento la temporada pasada.
Con el ganadero Antonio Cuadri |
El torero se muestra tranquilo y espera poder entrenar y ponerse delante cuanto antes.
Copia del parte médico |
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