Trigueros, crónica de una dama. Gracias Inma

Variedad ganadera y muchas ganas en el X festival benéfico de Trigueros

Destacó la bravura del sobrero, a petición de los actuantes, del hierro de Millares

Ficha técnica
Festival en la plaza portátil instalada en los terrenos de la Cooperativa san Antonio Abad, Molino del Aceite de Trigueros. En tarde de muy agradable temperatura,media plaza cubierta., se lidiaron novillos de diversas ganaderías por este orden y juego, primero de Arucci, flojo y desrazado; Prieto de la Cal, complicado;Millares, manso y flojo; Los Azores, potable y noble; Cuadri, un toraco, bueno y exigente; Peñajara, bravo; un eral de Torremilla, algo pegajoso, y el sobrero, del hierro de Millares, con transmisión y bravura.

Jesús de Fariña; una oreja; Sánchez Vara: oreja; Octavio Chacón: dos orejas y dos orejas y rabo del sobrero; Salvador Cortés: dos orejas y rabo; Antonio José Blanco: dos orejas y rabo; Jairo Miguel: una oreja; y Luis Miguel Castrillón: una oreja.

El décimo festival benéfico de Trigueros a favor de Dimic, asociación de discapacitados cerebrales y AFA, familiares de enfermos de Alzheimer, y organizado por los ganaderos Fernando Cuadri y Manuel Ángel Millares, por la peña taurina La Divisa y el Ayuntamiento de Trigueros, comenzó con la actuación de la bailaora local Isabel Augusto y su cuadro flamenco y con la entrega de una placa al subalterno Luis Mariscal, en nombre de todas las cuadrillas que han actuado desinteresadamente en la localidad triguereña durante estos diez años.

Pero si vamos al meollo de la cuestión hay que decir que en primer lugar salió al ruedo un novillo de Arucci, que le tocó en suerte al único torero onubense que pisaba el ruedo de la portátil de Trigueros, a Jesús de Fariñas, que tras un puyazo gordo, se quedó sin material y con cara de consternación cuando se echó en sus narices. El novillo-toro,achichonado y con mala presentación por el mal arreglado de pitones, aunque de bella estampa, salió bravucón, pero tras el mortífero puyazo pidió el pasaporte para la otra vida y el bohemio Fariñas se lo dio tras una tanda de manoletinas ajustadas y dos pinchazos.
Sánchez Vara, se enfrentó a un novillo de Prieto de la Cal. Éste, en su línea, duro de pezuña y con alguna complicación, derribó al picador que se quedó estribado,aunque sin consecuencias. El diestro puso banderillas y estuvo a la altura del de La Ruiza, que humilló poco, pero que se movió. Octavio Chacón estuvo bien con el capote ante un novillo de Millares, de preciosa lámina y noble, pero que pronto cantó la gallina. Chacón se lo llevó a los medios y realizó una tanda de derechazos con estilo, pero ya en
tablas asfixió al ejemplar hasta que terminó con él.
Salvador Cortés se llevó un susto al principio cuando cayó en la arena al perder pie y el buen novillo de Los Azores hizo por él. El de Mairena, sin brindis alguno y aún sacudiéndose las calzonas del albero, se encontró en la muleta con un animal noble y que transmitía por ambos pitones. Cortés se
mostró muy relajado y derrochó poder y ganas.
Antonio José Blanco corrió en suerte con un novillo de Cuadri, en tipo de la casa, con cara de bueno pero exigente, sobre todo por el izquierdo, pitón por el que le pegó un par de sustitos. Blanco tiró de sus ganas y
de su raza y consiguió derechazos de buen corte.
Jairo Miguel se pasó de faena con el de Peñajara, muy basto de pitones. El chico posee un buen concepto con las telas, pero con escaso material, alargar la cosa a veces es contraproducente.
El novillero sin caballos Luis Miguel Castrillón topó con un eral burraco de Torremilla, algo pegajoso, pero que dejó mostrar al chaval sus ganas y su buen estilo por ambos pitones.
A petición de los actuantes… llegó el sobrero del hierro de Millares, la guinda de la tarta, digo de la tarde.Un rebujo… le tocó en suerte a Chacón, que disfrutó con él por ambos pitones porque humilló y fue fijo, noble y con transmisión; en suerte de quites, Fariñas mostró su
pinturería y en banderillas Cortés, Sánchez Vara y Chacón hicieron lo propio. Tarde amena en Trigueros, villa taurina por excelencia donde pastan legendarias ganaderías y donde el público disfrutó, pero aún más cuando salió el citado sobrero, al que se le dio la vuelta al ruedo.