Triunfo de Domecq Ventura y Moura en Aracena.

La terna cortó ocho orejas a pesar del deslucido encierro de Juan Pedro Domecq
Plaza de toros de Aracena, tarde de calor agosteño. Media plaza de plaza Cinco toros de Juan Pedro Domecq, y uno , segundo, de Paraladé. De correcta presentación y poco juego en general, mansos y con tendencia a tablas, destacando en menos malos cuarto y quinto,
Antonio Domecq Oreja y dos orejas
Diego Ventura Ovación que no sale a recibir y dos orejas
Joao Moura hijo dos orejas y oreja
La terna salió a hombros

Placer de los placeres en estas caniculas y retornas de cabañuelas subir a la sierra de Aracena, la comida en el Casas, es una de las obligaciones de cualquier amante de la buena mesa, el jamón en densas lascas, sin las transparencias modernas de la nouvelle cuisine, por algo es considerado el mejor del mundo, el tomate serrano de huerta, zoleta y agua de pozo, el licor de guinda reconstituyente necesario y compañero de sobremesa larga. Luego un café con pastas del Gran Vía y les aseguro que a pocos curas antiguos, marajás eternos o reyes modernos le tenemos envidia
Es José Cutiño hombre largo del toro, compartimos empique que no mesa, gentes extremeña de la ganadera Zafra, el chacinero Segundín. Buena labor la de este empresario que ha sabido dar grandeza a los festejos taurinos de una plaza que siempre tuvo empaque, y de agradecer la clarividencia de un ayuntamiento que aporta sensatez y sentido común en las calidad y la cantidad de los toros.tendrán que reunirse y hablar y proyectar y rectificar.
Subir a Aracena es un placer, ya decimos, subir en el atardecer la cuesta que nos lleva a la estatua de Manolo González es un breve y sudoroso tormento. El cartel de la tarde de feria agosteña tiene atractivos para el aficionado, ver los toros artistas de Juan Pedro en la lidia a caballo, confirmar las buenas impresiones del caballero Domecq, segundo del cartel, en Almonaster, disfrutar del momento de mandón de Diego Ventura y saborear la excepcional cuadra de Moura. Si a eso le sumamos ver a viejos
amigos y gentes del toro, la dormida necesaria, mañana hay toros en Santa Olalla, en el ya clásico tras solo tres años Aracena Park, pues todo se presenta agradable.
Entramos a la plaza y nos llevamos la sorpresa de verla sólo cubierta en su mitad . Casi lleno sombra y casi desierta en sol. Algo hemos hecho mal cuando hace apenas tres años se quedaba la gente en la calle.
Luego llega el toro, en este caso de Juan Pedro, y los toreros que estuvieron por encima toda la tarde.
Se confirma que Juan Pedro no anda en buen momento, tampoco para rejones.
Antonio Domecq ha estado torero, valiente, serio arriesgando mucho y exponiendo, desde el recibo con Vanidosa hasta los rejones de muerte con Caramelo, sacando toda una gama de caballos tordos en distintos tonos, picazos, rodaos, sabinos y blancos. Llegaba disminuido el caballero jerezano tras sus reciente percance pero se encuentra quizá en el momento cumbre de su carrera, no se viene abajo cuando el enemigo se muestra reservón y sólo embiste cunado puede hacer presa. Mata con certeza y se montó encima del toro de la casa familiar, entrando por dentro y arriesgando, igual que en el segundo de su lote, de mejor son y al que con Cacao supo templar y clavar al estribo sin ruido pero con verdad. Muy buen sabor de boca de Domecq en Aracena
Diego Ventura falló a espadas el segundo de la tarde al que le sacó el poco agua que tenía a base de arrimarse y apretar a los Morante y Ribatejo, con el que estuvo cumbre, con ese balanceo de continuos tierras a tierras que prodiga muy cerca de los pitones. La venganza vino en el quinto de la tarde al que le enhebró una faena inteligente, con sentido, es decir, principio, de parar al toro y poderle con los rejones de castigo, dos como toda la tarde todos los rejoneadores, de torearlo y templarlo hasta el límite con Nazarí , llegando a completar el anillo con el toro en el estribo galopando de costado perpendicular a las tablas y de reventarlo con banderillas cortas y rosas a dos manos con Califa con el que cobró un rejonazo que no acabó con el toro y hubo de descabellar a pie tras solicitar el preceptivo permiso. Las dos orejas lo satisficieron a medias. Siempre quiere más.
Joao Moura nos tiene despistados, unos días sí, otros días no. Ayer fue que sí, desde la salida se le vieron las disposiciones, al manso tercero fue capaz de cortarle las dos orejas por lo criminal, a base de buenos pares de banderillas con Morenito, no se arredró ante los arreones del toro, la muerte espectacular del juanpedro ayudó al triunfo.. Al deslucido jabonero sexto le cortó otra oreja por cercanía y pundonor. Merlín fue el caballo en el que sustanció la faena cuando la tarde caía en la remodelada y preciosa plaza de Aracena.
Muchas cosas deben mirarse en esta tierra que debe volver a llevar a l público a la plaza, por que ya saben que el cliente siempre tiene razón, y en algo nos habremos equivocado cuando no somos capaces de llevarlos y afición hay, como se demostró estos años atrás.