La magnífica bravura de los toros de Ortega permite el triunfo cantado de Fandi y Rivera.

Fandi corta dos rabos, Rivera se gusta y Cañaveral corta una oreja a un toro de Acosta
Plaza de toros de Santa Olalla lleno aparente, en tarde de calor serrano Cuatro toros de Gerardo Ortega , de excelente presentación y magnífico juego, tercero y quinto fueron premiados con la vuelta al ruedo y dos de Guillermo Acosta de muy buena presentación y juego.El ganadero Gerardo Ortega Sanz salió a hombros junto a los dos matadores a pie.
José Luis Cañaveral que entra por Antonio Domecq que presenta parte facultativo por lesión de ciática Ovación y oreja .
Francisco Rivera Ordóñez De Grana y oro Ovación y dos orejas
David Fandila “El Fandi” De rosa y oro Dos orejas y rabo y dos orejas y rabo

Contábamos ayer y hoy continuamos de nuestra singladura gastronómica- festiva-taurina por la serranía norte de nuestra provincia. Hoy el almuerzo ha tenido como escenario el Casino Arias Montano donde José María y Carmen nos deleitan con un delicioso arroz de setas y carnes regado con buena compañía de Antonio del Cid, Lola y su señor padre, Juan Moreno y una buena botella de Tío Pepe.
Los placeres del toro nos llevan pronto a la bendita tierra de Santa Olalla con la sorpresa de la inclusión del sevillano afincado en nuestra serranía que es José Luis Cañaveral por la lesión que arrastraba Antonio Domecq y que pudimos confirmar en las ya clásicas tertulias que CNH y Aracena Park organizan en el hall del hotel referencia de la sierra.
Y entonces llega un pueblo en fiestas que disfruta del toros como piedra angular de las mismas, con la plaza, cuidada por el amigo Gregorio y el ayuntamiento con mimo como centro neurálgico de un pueblo que va “entero” a los toros.2.000 personas en la plaza en una localidad de 2800 habitantes
Los toros de la tierra, lo de Gerardo pasa en el término municipal de Santa Olalla, han dado un recital de bravura, de fondo noble, de fuerzas, de casta, de verdadera raza de toro de lidia. Un segundo de la tarde, de mucha nobleza, de entrega que Rivera entendió desde el principio y cuajó por los dos pitones tras un buen recibo de capote, el fallo a espadas impidió que tocara pelo el matador de dinastía.
El tercero Soñador, 35 de la camada del 6 fue un toro de ensueño, de bravura lista, de pedir temple y firmeza, Fandi formó un alboroto en banderillas, un par de poder a poder con el toro a galope de cuatro patas en el aire y muchos kilates, de rabo levantado y morro por el suelo, luego con la muleta en vez de templar, adaptó la muleta a la velocidad del toro, el rabo premió su labor.Un valor seguro este Fandi, siempre da lo máximo
Al quinto de la tarde, Rivera lo recibió pinturero con el capote. Tras un buen puyazo se descubrió el fondo de un animal que el matador ya haba visto, de taco el de Gerardo Ortega, y el torero se entrega, pierde sus precauciones, Rivera venía convaleciente tras un mes de baja, y créanme que dibuja dos series de pellizco infinito, la mano baja , el trazo limpio y la verdad torera, el toro era para perder la cabeza y el matador la perdió y se entregó. Tras seis intentos en duro, cobró un estoconazo que le valió las dos orejas, y vuelvan a creerme, las dos orejas no fueron un regalo.
Fandi estuvo en Fandi ante el más parado sexto, del que abusó en banderillas, tras cuatro pares de mucha importancia. Luego el burraco se vino abajo y "El Fandi" se montó en lo alto para cortar otro rabo tras un estoconazo y una bonita muerte del bravo geradortega. En ese momento fuimos testigos de uno de los momentos más emotivos de la tarde cuando ganadero y mayoral se fundieron en un abrazo, Un abrazo que contenía mañanas de herradero, tardes de echar de comer, noches de malos partos y días de peleas, heridas, gusaneras y otras calamidades, esas cosas unen.
Cañaveral cortó una oreja al cuarto de la tarde, que se rajó a mitad de faena,. Buena monta del jinete sevillano que a lomos de Bacarra y Madroño firmó los mejores pasajes en toreo de cercanías, sacando al toro de las tablas, castigado en exceso tras dos rejones de castigo . El caballo Marlboro Light fue herido en el primer toro de Acosta, que no permitió el lucimiento, y salió a matar al cuarto de la tarde tras ser operado por el facultativo veterinario Manolo Canales.
Tarde grande de toros donde la emoción, la verdad y la bravura la pusieron los toros de Ortega que encontraron enfrente la verdad eterna del Fandi, su entrega, y a un Rivera que se gustó y gustó.