Miguel Carrasco. Vuelve para sorprender.
El torero onubense quiere reaparecer en La Antilla el día 17 después no volver a torear de luces desde el día de su alternativa, hace quince años.
Volver, el mito del eterno retorno, la lucha del hombre contra ese concepto sujetivo y alejado de las reglas científicas del empirismo que es el tiempo. Volver, que quince años no es nada, volver, en un deseo de arreglar los flecos dejados sueltos hace tres lustros, los flecos de la ilusión de quien se siente torero. Volver para mirarse el alma de quien nunca fracasó por que nunca dejo de luchar. Una lucha contra el olvido `ropio y ajeno.
Curiosamente nos encontramos con Miguel en un retienta campera, en la Finca la Torre donde pasta la ganadería de nuestro amigo Marcelino Acosta., La retienta es una faena donde lo se vuelve a probar la bravura, se repite el examen aprobado en la infancia vacuna, Las vacas recuerdan, saben latín, sólo la que tiene nobleza superlativa, sufre un día tonto o memoria frágil tienen algún pase que robar a base de quietud.. En medio de tornillazos, embestidas al pecho, ganas de levantar al torero del suelo y sustos, sale una Fantasma del año de la Expo que se deja y ahí Miguel nos muestra su tauromaquia, de reposada forma, largo trazo y concepto puro
Leíamos un intenso librito, librito por su encuadernación minimalista y de bolsillo, Cometas en el Cielo, me dicen que ya hay película oscarizada, pero nosotros somos como los ratones, siempre nos gusta más el libro. El autor afgano Khaled Hosseini se sustrae a la llegada maldita de los talibanes para hablar de la necesidad imperiosa de un hombre que no dejará de ser niño hasta que pueda volver a la infancia para desfazer entuertos y curar las heridas que la vida no deja cicatrizar Luchar por no olvidar incluso lo indigno era el motivo vital del protagonista.
La vida siempre alienta abriendo complicados caminos de vuelta hacia el corazón de un niño. Miguel Carrasco andaba hace tiempo buscando ese camino, el que le permitiese retomar la historia interrumpida, digna y brillante en su caso, un día en Cortegana, de Burdeos y oro, con Cepeda de padrino y Pauloba de testigo de lo que hubiera debido ser el inicio de algo y a poco se convierte en el colofón de una valiente historia de otro más que se queda en el camino.
Encontramos a Miguel con la limpidez en sus ojos que solo pueden tener los niños, el hombre discreto que sabe quien es, que quiere en este momento y cual es el camino para conseguirlo.
¿Vuelves Miguel?
Si. Ya tengo fecha, cartel, un traje de luces, el mismo del último día en Cortegana, ¡sin arreglar, que quepo perfecto! (dice orgulloso de su estado de forma). Los tengo convencidos en casa y mi ilusión y los trastos preparados. Vuelvo para quedarme
Por que y Para que vuelve Miguel Carrasco a los toros.
Por que quiero sentirme torero. Vuelvo para sentirme torero, para triunfar, vuelvo con todas las consecuencias, sin red, quiero volver a vivir en torero, a estar en plazas en las que ya estuve de novillero, La Merced, La Maestranza, Las Ventas. Vuelvo para vivir en torero.
Pero tú sabes cómo está de difícil esto del toro, ¿Que tiene Miguel Carrasco que no tengan otros y que tienes ahora que no tuvieras hace quince años?
Tengo madurez, lo veo claro, me siento importante, con sabor añejo, en sazón, reposado, maduro. Creo que puedo aportar mi concepto, mi personalidad, mi sentimiento.
¿Que quieres que suceda en la Antilla el día 17?
Voy a sorprender, tengo que sorprender, la gente va a salir hablando de Miguel Carrasco, de que es distinto, que no se parece a nadie. Estos días he llamado a ganaderos, a gentes del toro, no he tenido que explicar quien soy, eso es importante, se acuerdan de aquel chaval, se acuerdan y me respetan. Pues yo quiero que esos que me respetan me vuelvan a ver como torero y los que no me conozcan, que se sorprendan, que vean un torero que tiene que decir cosas. Quiero que haya un run run en toda la gente del toro, que digan los profesionales, los toreros, los ganaderos y claro los empresarios “hay que ver a Miguel Carrasco”
Miedo
Sólo al fracaso, a no estar bien a no poder. Pero se que no va a ser el caso. Miedo a que me salgan dos toros que no me dejen expresarme. Por lo demás, miedo a nada.
¿Ni siquiera temes a que alguien te tilde de majareta?
No, mira, otras veces que he querido volver, por que esto no es de ahora ¿sabes?, pues otras veces si que me he parado en esas cosas. Ahora no, ahora ha sido todo positivo, los aficionados que me encuentro, la gente del toro, todos me han dicho que tire “p´alante”. Majareta es quien no tiene argumentos, quien pierde el norte, sencillamente no es el caso. Yo puedo resolver cualquier papeleta delante del toro.
Fuiste uno más de la revolución. Te apoderó en tu etapa de novillero el Comandante (Paco Dorado) ¿Como era Dorado?
Un hombre del toro, sabe cuidar al torero, sabe llevarlo, respeta los conceptos, es capaz de coger a un chaval sin caballos y ponerlo en figura, de principio a fin, sabe hacer un torero, Manuel Díaz “El Cordobés”, es un ejemplo. Yo estuve allí, Dorado me ayudó mucho, pero al final apostó por Manuel. No me quejo de nada.
¿Quien te ayuda ahora?
Ahora es distinto, no me es tan necesario un hombre al lado para empezar, ya estoy hecho como persona. Me ayudan mis amigos. Me va a poner gente con las que nos conocemos hace tiempo. Luego ya se verá.
¿Cuando te volverías a ir? ¿Manejas la palabra fracaso?
Ni me lo planteo, vuelvo para quedarme, para buscarme un sitio en el escalafón, fracasar es no intentarlo. Este año de crisis lo fácil hubiera sido poner excusas y quedarse en casa, lo fácil sería decir que vuelvo para torear para mi, ver que pasa. En intentar lo difícil no se puede fracasar. Estos años he soñado muchas noches que estaba toreando, que cuajaba el toro perfecto, que lo mataba. Ahora tengo el privilegio de volver a soñar despierto, de hacerlo en la plaza. No voy a desaprovechar la oportunidad.
¿Se olvida torear?
Nunca. Yo eche los dientes toreando, he entrenado miles de días, he toreado mucho, cinco tardes en Sevilla, Madrid, Las Colombinas, tenía ambiente, toreé en todas las plazas de la provincia. El primer día que fui a entrenar me sentía raro, al segundo rompí a hacerlo con naturalidad, al tercer día era un hábito, ahora lo necesito, vuelve a ser una necesidad.
¿Como lo dijiste en casa?
Con naturalidad, mi mujer, mis hijas, mi padre, mis amigos, saben que yo me siento torero, que si lo vuelvo al toro es por que me siento con fuerzas para hacerlo. Me apoyan, por lo menos eso percibo, aunque entiendo que es una faena para los que me quieren.
De cara al 17 en La Antilla y para el resto de esta singladura ¿Que te deseamos, Suerte o Justicia?
A estas alturas de la vida uno sabe que sin suerte no hay nada fácil pero que la única verdad del toreo en un capote, una muleta, una espada y ligarle a un toro veinte pases de pureza y verdad. Deséame todo, suerte, justicia y que los empresarios me pongan ahora, luego Miguel Carrasco se buscará el sitio que merezca en el toro.
ANIMO MIGUEL ERES UN FENOMENO,OREJA Y RABO COMO MINIMO
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