Aznalcollar y Mairena del Aljarafe se quedan sin fiestas de primavera. Y otros pueblos van al coste ferial 0. A unir dos ferias, a un chimpún y un payaso, al saldo lúdico. Esto afectará al sempiterno tío del turrón, a los cuentistas de los coches topes y al toro, espectáculo subvencionado y subvencionable, pero no prioritario y cade vez menos priorizable.
Que se aten los machos los taurinos, que la crisis viene en serio y sin tonterias. En las ferias, dicen los empresaros que se ha formado el G-14, los siete u ocho que vienen detrás de JT y piden catorce millones de pesetas, toreros que según ellos "llevan cuatro gatos". Los apoderados, empresarios a su vez en muchos casos, dicen que quien se tiene que llevar el dinero es el torero. Un profesional que torea en Madrid se lleva "dosquinien" con la tele El caso es que, despues del sonoro fracaso de Jerez y Córdoba y el temido rapapolvo de Granada, nadie habla de reducir costes, arrimar el hombro, racionalizar gastos, aunar ideas, consensuar una política taurina para tiempos de crisis.Sólo se barrunta aquello de "coge el dinero y corre".
Los egoismos y la falta de interes que se vislumbran en la gente del toro me hacen pensar que tiene razón el Pepito Grillo que me cuenta cada vez que tiene ocasión que esto se acaba y que los que están andan repartiendo los muebles antes del embargo.En diez años, me cuenta la voz de la conciencia, si nadie lo remedia, habrá toros en Madrid, Sevilla, Bilbao y las capitales que llenan, cien espectáculos y bajando.
Mientras toreros y ganaderos hacen equilibrios entre bondades, castas, bravuras y martingalas lejos del toro bravo y el torero valiente con arte en las meninges, la administración se lava las manos en la tina de Pilatos, ingresa sus canones, cobra, cuando cobra, sus IVAS, recibe sus cuotas de la seguridad social cuando las recibe, no quiere ver el dinero negro, se deja ver profusamente en los burladeros y se hace el Don Tancredo cuando se mira hacie ella pidiendo torería.
¿El público?. En casa, o en el bar de la esquina, viendo el Plus, cubriendo su demanda taúrica a través de un plasma que entontece tanto como el Tomate, sólo que estos cuernos son distintos.
La Mesa del Toro, ¿La Mesa del Toro? bien gracias.
¿Los profesionales?. Muy bien Casanova en Madrid, otros buscando curro en los albañiles, esto parece que no va con ellos.
¿La prensa? Unos bien, en sus fincas, otros mal, en sus hambres, todos largando, unos se equivocan y a otros los equivocan los sobres y cada vez con menos y peores sitios en los periódicos.
Alguien debería hacer algo por la fiesta mirando más allá de la circunferencia de su orondo ombligo. La alarma está aquí, nadie parece alarmado. El toro, manso pregonao, está en el ruedo, lo hemos alimentado los últimos años entre todos, ha pasado la criba de los veedores, el paripé de los reconocimientos, y todos miramos apostados tras los burladeros, nadie se atreve a pararlo por que ha hecho cosas raras cuando le han puesto el capote.
No es cosa de artistas, ni de pisaverdes, ni de tremendismos. Hace falta un figurón que se quede quieto y pise los terrenos comprometidos de la innovación, los derechos adquiridos y el poderle aún a fuerza de la cornada, hace falta un profesional que tenga amor propio y quiera arrimarse, un público que sepa entender una faena sobre las piernas, a la antigua usanza, de novilladas y corridas menores en sus pueblos, una autoridad generosa y dispuesta a las banderillas negras, sin que los ganaderos se echen las manos a la cabeza, un empresario dispuesto a echar el sobrero, y una prensa que se de cuenta de que ser veraces y no ser realistas es una forma estupida de ser mendaces.
Está en nuestra mano, el manso se está adueñando del ruedo, ¿Quien da el primer paso?
Javier es la verdad, quien quiera creerla que la crea y el que no se lo llevara la corriente del egoísmo al no entender que nuestra fiesta está en peligro de existencia, pues sin bravura no hay nada y sin nada no hay beneficios para los que viven de esto, solo quedarán lo que mandan pero no paran y los que no templan por qué, esta desapareciendo,"el parar, mandar y templar" y con ello el cargar la suerte y el toreo de capote, y el matar al toro en corto y por derecho.
ResponderEliminarEstupenda tu cronica, como siempre.
Llevas toda la razón en el post, este toro de la crisis a salido manso y no hay sobrero en los corrales. LA FIESTA se muere y todos: Ganaderos, toreros,prensa,autoridades e incluso los aficionados le estamos haciendo una faena deslucida sin trasmisión y con bajonazo trasero de los que salen por los costillares y ya la puntilla mal dada ha sido la CRISIS.
ResponderEliminarPienso que ese Pepito Grillo lleva toda la razón del mundo.