Un torero de verdad ha cortado tres orejas con fuerza de ciclón, tres orejas, que son menos que cuatro y más que tres, por que las tres vueltas al ruedo han sido épicas y de peso. Un faena de libro de tauromaquia intensa, justa, técnica y poderosa a un toro noble pero con verdad en su embestida, que se podía revolver si no se le mandaba y una segunda de importancia, de poder y de saber, a un toro mirón y al que hizo mejor de lo que salió y que sólo se entregó cuando el matador le obligó a embestir al pisar los sitios del toro. Los dos redondos de final de faena a la antigua usanza, naturales yuxtapuestos, fueron el refrendo de un tarde magnífica, importante y redonda rematada con dos estoconazos.un hombre rico, famoso y triunfador se ha emocionado cuando recibia las dos orejas que certificaban su salida por la Puerta del Príncipe. Lo he visto llorar, a mi me han visto llorar. Los sueños de cada uno se cumplieron, perseguirlos con tesón es la clave.
La tarde tuvo más, dicen que llovió, un presidente sin afición, una infanta sin enterarse, una corrida más que digna, excelente presentación, magnífica de juego, un Castella que ni se rompió ni gustó y un Perera que ya lleva dos sin mucho que recordar y no todo por culpa de los toros.
Tarde de torero grande, de un grande en una plaza grande con una afición que ha sabido ser grande.
De siempre se ha dicho que el enemigo de la fiesta está dentro,pues hoy se cumple el dicho
ResponderEliminarun presidente impresentable a estado a punto de hacerle un daño irreparable a la fiesta con un protagonismo fuera de lo común,al negarle las 2 orejas al Juli en el primer toro,con un criterio que solo se puede achacar al protagonismo,pero si quiere hacerse notar que se desnude y se ponga a pasear por la calle Sierpes
y no que condicione el resultado de un espectaculo,que se prometia
muy bueno,¡Dimisión o cese ya!...