José Tomás en Olivenza, ni pamplinas ni mentiras ni milagros

Afición, capacidad y compromiso

Lo de José Tomás en Olivenza no es una pamplina ¿Verdad incrédulos?, No es una mentira ¿Verdad hombres de poca fe? y no es un milagro, ¿Verdad sabelotodos?.Ni lo fue lo de Espartaco, ni lo de Juli, ni lo de Morante, ni lo de Victorino ni lo de los últimos 20 años. Y este año en que se cumplen veinte años, se preparen que vienen curvas, alguna sorpresa tiene la empresa aún en la buchaca, al tiempo.
En el mundo del toro, desde hace décadas, el ambiente tiene una cierta tendencia al pesimismo. La fiesta brava ha perdido su protagonismo en los medios de comunicación si no es por cuestiones tristemente colaterales, las figuras huyen del compromiso, los ganaderos han perdido el criterio, las empresas taurinas, Sevilla es el paradigma, son obsoletas maquinarias de hacer dinero repitiendo medio-fracasos con modelos triunfantes hace medio siglo, la afición es escasa, el público reticente, huye y padece una epidemia de nostalgia manriqueña, que se manifiesta en el síntoma penoso que permite dar carácter de realidad a la mentira de "cualquier tiempo pasado fue mejor".
Por eso, que en Olivenza surja una feria de la nada, que se consolide durante veinte años y que se haga leyenda, es una noticia que marca  un cambio de tendencia y que demuestra que el futuro puede ser más halagüeño de lo que los buitres interiores y los enterradores exteriores pretenden. Concedemos que no será la feria perfecta, pero si es el mejor concepto para un pueblo de 12.000 habitantes, no vienen los toros que van a Madrid (no se si esto se debe apuntar en el debe o en el haber) pero el que va disfruta y vuelve. Ante todo es un modelo sostenible, con el trabajo de propiedad, administración y  empresa, veinte años si es algo.
A primeros de Marzo, desde que uno llega a la bellísima comarca, se percibe el ambiente, se empiezan a ver "haigas" en peregrinación al pueblo que se hizo español en "la guerra de las naranjas", la entrada por el Hotel Heredero es un baño de ambiente torero, la entrada a la plaza, hasta las incómodas colas, es una larga bendición de torería.
Siempre he pensado que la gente del toro es distinta, nos caracteriza la toreria, una forma especial de sentir al toro y esta sana epidemia, "el bicho" le llamaban los antiguos, afecta a todos, desde el chulo de puerta, al del camión del ganado, al presidente de la plaza y al escribidor. Se va perdiendo esta forma especial de entender la vida. El empresario taurino debe tener imaginación, seriedad, ese toque, entre makande y bohemio que da la afición y una buena dosis de romanticismo, formalidad y ganas de permanencia.
La alineación de planetas que ha permitido este oasis, esperemos que contagioso y exportable, pasa por un ayuntamiento que cree en la fiesta como tradicional e ibérico bien cultural, que supone una forma de generar riqueza  través de la programación de una feria taurina del máximo nivel. En tiempos de puros cuentaduros y empresarios panaderos, la suerte de consistorio y propiedad de la plaza fue dar con  una  empresa seria e ilusionada, simbiosis precisa entre el visionario de sueños y el contable con manguitos, la fotografía de lo que se nos enseñaba en clase de comercio cuando se definía al emprendedor como aquel que arriesga su capital y su prestigio buscando los medios humanos, materiales y económicos para obtener un producto que satisfaga una demanda del mercado y obtener de ello un beneficio.
Este año la consolidación llega fruto de un sueño, que nadie piense que Pepe Cutiño y Joaquín Domínguez se cayeron antesdeayer del caballo camino de Olivenza, y en dos minutos resolvieron la feria, En un sueño de largo alcance, tendieron los puentes hacia el entorno del torero de Galapagar, construyeron el camino y supieron recorrerlo. Torería, fe, ilusión y capacidad para hacer que todas las figuras del torero actual quieran estar en la preciosa plaza de piedra.
Que un torero cobre tropecientos mil euros es bueno para él, que genere expectativas, noticias positivas y presencia en los medios no tiene precio, que además lo haga sólo por torear, es una bendición de dignidad y grandeza para el mundo del toro. Quien lo atrae hasta su plaza se sube al carro del futuro.
Se pueden hacer segundas lecturas. Un modesto empresario de plazas de segunda, Olivenza, Badajoz, de tercera Pozoblanco Aracena, da una lección a todos los grandes empresarios del oligopolio, en un constante y discreto órdago a la chica, con ilusiones, imaginación, afición y una pequeña plaza de menos de cinco mil asientos se puede montar un ferión.
Alguien, mejor todos, nos debemos plantear cosas, esto tiene futuro, es necesario ponerse a ello con magnanimidad y empeño, esta vereda se puede hacer autopista si todos: ganaderos, toreros, profesionales, propietarios de plazas de toros, comisiones de fiestas, prensa, aficionados y ....ADMINISTRACIÓN, lo perciben. No dejo de darle vueltas lo que supondría ver a Cutiño en la gerencia del coso del Baratillo, mis sueños se quedan cortos, seguro.
Ni pamplinas, ni mentiras, ni milagros. Afición, capacidad y compromiso, estas son las armas de la feria taurina de Olivenza.