Tampoco era esta el caballo ganador que busca el bueno de Jesús, tras tres años de relación, cariño, mimos, dineros y apuestas esta relación se rompe. El hijo de Pablo Delgado, Pablichi, se queda sin nadie en los despachos tras el paron de la alternativa, pues a seguir luchando y a no aburrirse.
Que sea para bien de los dos
el bueno de jesus,que se dedique al futbol,porque aqui en el mundo taurino ya se ha cargado por lo menos la carrera taurina de cuatro pedazos de toreros.
ResponderEliminarcortinar