El portugués Marcelo Mendes corta tres orejas en el debut del Chaparral en Valverde del Camino.
Parralo y Reyes Ortega se van de vacío en el inicio de la feria valverdeña
Inicio de la feria de Valverde del Camino. Tarde de bochorno tormentoso, algún amago de lluvia se produjo que afortunadamente no llegó a cuajar hizo, Se guardó un emocionante minuto de silencio por el hombre del toro valverdeño José María Vélez. Media plaza. Dos erales para rejones y cuatro novillos de El Chaparral, correctos de presentación y juego, destacaron el eral corrido en cuarto lugar y el utrero que se jugó quinto, ovacionados. El rejoneador Marcelo Mendes, a la usanza portuguesa oreja y dos orejas. Alejandro Parralo, de blanco y azabache silencio tras aviso y vuelta tras aviso y el sevillano Manuel Reyes, de negro y plata silencio tras dos avisos y silencio.
El mayor aliciente de la tarde era ver como evolucionaban los erales de Juan José Blanco, novel ganadero de la tierra que debutaba en la plaza de su pueblo, todo un trago. Aprobado con buenos detalles y a seguir en el empeño que nadie dijo que esto de ser ganadero fuera cosa fácil. Los dos erales de rejones, a pesar de mansear y quedarse muy parados, ambos con dos rejones de castigo excesivos para sus condiciones, a pesar de todo esto dieron juego y permitieron el lucimiento del caballero portugués y le permitieron demostrar todas sus carencias: Una cuadra corta, apenas tres caballos y medio, jacos que se negaban, pasadas en falso, y un muestrario de suertes fuera de cacho. También mostró sus virtudes, las ganas, conexión con el tendido, el valor cuando el caballo todo luisitano perdió pie ante la cara del toro y el eral hizo por él, y esa nueva forma de rejonear de todos los caballeros del arte de Marialva, mucho galope de costado y espectacularidad, mucha llegada a la grada en dos pares de farpas a dos manos tras las banderillas cortas en el cuarto, amen de efectividad máxima con el rejón de muerte y aún más al echar pie e tierra en el segundo y despenar al toro de un certero descabello, tres orejas nos parecen excesivo premio pero tampoco quitan el sueño a nadie.
En los cuatro utreros de Juan José Blanco, ganadería “El Chaparral”, ha habido matices, es verdad que segundo y tercero mansearon, es verdad que todos pidieron papeles en banderillas, donde la presidencia sigue exigiendo los tres pares y mil pasadas sin atender a la condición de los bureles, es cierto que no andaban muy allá de fuerzas y todos fueron incómodos, calamocheando y saliendo sueltos de la suertes, pero los novilleros también mostraron sus vicios, con esas edades no creo que sean carencias, no se querían quedar, soban mucho los toros, tienen un concepto de faena preconcebida y no acaban de entender las condiciones de los novillos. Esto es más fácil, o mucho más difícil veinte muletazos de verdad y el lío está formado.
El madrileño Parralo, anduvo como pudo con el rajado segundo, le pegó fuerte en el caballo, permitió mil enganchones, el torito lo desarmó tres veces y se quedó sin toro. Ante el buen quinto y ras un buen torero de capote tanto de recibo como en el quite por chicuelitas al paso, mostró unas maneras muy “javiercondistas” si existiera el adjetivo, muy acordes por cierto con su traje, sacó una pizca de razita pero el toro le encganchaba al final de los viajes, volvió a perder el engaño, (lástima de tardes pasadas en la escuela de Madrid) y lo acabó desengañando, de todas formas el trasteo tuvo alguna fase lucida que el público no consideró premiar más que con una vuelta al ruedo tras matar de una estocada caída.
El torero de Gerena, vaya número de toreros per capita del bonito pueblo sevillano casa de los Campuzano, tiene buenas maneras, tiene además a Pauloba en el burladero al que le brindó el primer toro de la tarde, tiene planta , buenos conceptos pero quizá le falta corazón, raza y ganas de comerse el mundo para echar de esto a los que están mandado.
El tercer novillo que hizo buena pelea en varas, pero no se a quien se le ocurre pegarle una paliza en un solo puyazo en lugar de sacarlo y volverlo a poner una segunda vez para que cante la gallina, como a la postre hizo en banderillas y luego en la muleta donde se desentendió del trapo y del torero
En el sexto más de lo mismo, buenos conceptos pero poco más tras el susto que le dio el novillo se quedaba cortó y el chaval tampoco tuvo paciencia ni forma de cambiarle los terrenos. Mal con la tizona y su labor fue silenciadaMañana a la misma hora tres de Cuadri y tres de Adolfo Martin para la alternativa de Caraballo de manos de Javier Valverde y Joselillo de testigo
Parralo y Reyes Ortega se van de vacío en el inicio de la feria valverdeña
Inicio de la feria de Valverde del Camino. Tarde de bochorno tormentoso, algún amago de lluvia se produjo que afortunadamente no llegó a cuajar hizo, Se guardó un emocionante minuto de silencio por el hombre del toro valverdeño José María Vélez. Media plaza. Dos erales para rejones y cuatro novillos de El Chaparral, correctos de presentación y juego, destacaron el eral corrido en cuarto lugar y el utrero que se jugó quinto, ovacionados. El rejoneador Marcelo Mendes, a la usanza portuguesa oreja y dos orejas. Alejandro Parralo, de blanco y azabache silencio tras aviso y vuelta tras aviso y el sevillano Manuel Reyes, de negro y plata silencio tras dos avisos y silencio.
El mayor aliciente de la tarde era ver como evolucionaban los erales de Juan José Blanco, novel ganadero de la tierra que debutaba en la plaza de su pueblo, todo un trago. Aprobado con buenos detalles y a seguir en el empeño que nadie dijo que esto de ser ganadero fuera cosa fácil. Los dos erales de rejones, a pesar de mansear y quedarse muy parados, ambos con dos rejones de castigo excesivos para sus condiciones, a pesar de todo esto dieron juego y permitieron el lucimiento del caballero portugués y le permitieron demostrar todas sus carencias: Una cuadra corta, apenas tres caballos y medio, jacos que se negaban, pasadas en falso, y un muestrario de suertes fuera de cacho. También mostró sus virtudes, las ganas, conexión con el tendido, el valor cuando el caballo todo luisitano perdió pie ante la cara del toro y el eral hizo por él, y esa nueva forma de rejonear de todos los caballeros del arte de Marialva, mucho galope de costado y espectacularidad, mucha llegada a la grada en dos pares de farpas a dos manos tras las banderillas cortas en el cuarto, amen de efectividad máxima con el rejón de muerte y aún más al echar pie e tierra en el segundo y despenar al toro de un certero descabello, tres orejas nos parecen excesivo premio pero tampoco quitan el sueño a nadie.
En los cuatro utreros de Juan José Blanco, ganadería “El Chaparral”, ha habido matices, es verdad que segundo y tercero mansearon, es verdad que todos pidieron papeles en banderillas, donde la presidencia sigue exigiendo los tres pares y mil pasadas sin atender a la condición de los bureles, es cierto que no andaban muy allá de fuerzas y todos fueron incómodos, calamocheando y saliendo sueltos de la suertes, pero los novilleros también mostraron sus vicios, con esas edades no creo que sean carencias, no se querían quedar, soban mucho los toros, tienen un concepto de faena preconcebida y no acaban de entender las condiciones de los novillos. Esto es más fácil, o mucho más difícil veinte muletazos de verdad y el lío está formado.
El madrileño Parralo, anduvo como pudo con el rajado segundo, le pegó fuerte en el caballo, permitió mil enganchones, el torito lo desarmó tres veces y se quedó sin toro. Ante el buen quinto y ras un buen torero de capote tanto de recibo como en el quite por chicuelitas al paso, mostró unas maneras muy “javiercondistas” si existiera el adjetivo, muy acordes por cierto con su traje, sacó una pizca de razita pero el toro le encganchaba al final de los viajes, volvió a perder el engaño, (lástima de tardes pasadas en la escuela de Madrid) y lo acabó desengañando, de todas formas el trasteo tuvo alguna fase lucida que el público no consideró premiar más que con una vuelta al ruedo tras matar de una estocada caída.
El torero de Gerena, vaya número de toreros per capita del bonito pueblo sevillano casa de los Campuzano, tiene buenas maneras, tiene además a Pauloba en el burladero al que le brindó el primer toro de la tarde, tiene planta , buenos conceptos pero quizá le falta corazón, raza y ganas de comerse el mundo para echar de esto a los que están mandado.
El tercer novillo que hizo buena pelea en varas, pero no se a quien se le ocurre pegarle una paliza en un solo puyazo en lugar de sacarlo y volverlo a poner una segunda vez para que cante la gallina, como a la postre hizo en banderillas y luego en la muleta donde se desentendió del trapo y del torero
En el sexto más de lo mismo, buenos conceptos pero poco más tras el susto que le dio el novillo se quedaba cortó y el chaval tampoco tuvo paciencia ni forma de cambiarle los terrenos. Mal con la tizona y su labor fue silenciadaMañana a la misma hora tres de Cuadri y tres de Adolfo Martin para la alternativa de Caraballo de manos de Javier Valverde y Joselillo de testigo
un desastre manifiesto y una vergüenza a la fiesta nacional. No se puede ofrecer eso a ningún público y menos cobrar por la entrada. Esperemos tener más suerte. Vaya tela de feria.
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