CÉRET (Francia) 12 Julio 2009
Lleno. Toros de Cuadri, muy bien presentados y uno (2º bis) de Fidel San Román. Fernando Robleño, silencio y oreja. Sergio Aguilar, silencio en ambos. David Mora, que sustituía a Joselillo, saludos y silencio.
EXTRAÑA TARDE EN CERET (FRANCIA)
Chapeau” para los franceses por la puesta en escena de la fiesta de los toros y valga mi admiración a una plaza que presume de su exaltación al tercio de varas, suerte casi en desuso en toda la geografía española, a pesar de que su ejecución nos permite comprobar la bravura del toro yampliar el espectáculo con la recreación de los tercios de quites.
Ceret es un encantador pueblo del sudoeste francés, donde un río de bravías aguas, bordeado por frondosos árboles, cruza el pueblo de norte a sur aportando ese encanto que poseen los pueblecillos ribereños. Nada más cruzar la frontera, ya se podían ver gran cantidad de anuncios informando sobre la feria taurina que se estaba celebrando.
En el pueblo se respiraba ambiente taurino por los cuatro costados y la plaza de toros estaba engalanado con banderas cuatribarradas y con la divisa de la ganadería de los toros a lidiar, que cubrían los burladeros y centro de la plaza. Un excelente y bien documentado “llibret” explicaba detalladamente todos los pormenores de la fiesta y de los que iban a participar en ella.
Otro detalle significativo y digno de alabanza, que demuestra el reconocimiento por el toro bravo, se pudo observar en la tablilla que se mostraba al comienzo de cada toro, en la cual, además de la ganadería, peso, año de nacimiento y nombre del toro, figuraba también el nombre del picador que había de realizar la suerte de varas. Detalle curioso y que potencia la tan denostada suerte. Comentado el tema exclusivamente taurino, destacar que la plaza de Ceret es de tercera categoría, carente de Reglamento taurino y en el que se desarrolla la lidia del toro bravo aplicando unas normas consensuadas por autoridades y aficionados, donde el extraño comportamiento de la Presidencia y las extrañas también exigencias de su público, marcaron el desarrollo del festejo. Presidente y aficionados deben de ser conscientes de que están en una plaza de tercera categoría cuando se dispongan a juzgar el trapío, comportamiento del toro y desarrollo de la lidia.
Hasta tres veces, obligaba el Sr. Presidente a que se entrara el toro al caballo de picar, antes de autorizar el cambio de tercio, pero tres veces, permitiendo barrenar, tapar la salida, obviando infames puyazos en las paletillas, múltiples capotazos para colocar el toro en suerte y siempre desde el centro del ruedo.
Ante tal despropósito, por dos veces los matadores pidieron el cambio al segundo puyazo, hecho que, por supuesto el presidente no autorizó, obligando al picador, lanza en ristre, emulando al Quijote a lomos de Rocinante en el episodio de los molinos de viento, a invadir el centro del ruedo para poder ejecutar el tercer puyazo.
Otra “perla” de la actuación presidencial tuvo lugar en el segundo toro que salió por la puerta de chiqueros. De muy buena presentación, remató en los bajos de dos burladeros con tal fiereza que salió un poco trastabillado. Sin dar tiempo a su recuperación y tras una tanda de capote, en la que se vió claramente que el toro metía bien la cabeza y humillaba, inexplicablemente fue devuelto.
Fue una actuación ilógica, pues según las normas por las que se rigen en la plaza de Ceret “un toro no puede ser devuelto, a menos que haya recibido un puyazo”. Y en este caso todavía, creo, no habían salido al ruedo los caballos de picar.
¿Qué intereses ocultos movían tanta urgencia para que saliera un toro de San Román? Muy decepcionante que muriera el segundo toro de la tarde, de un puntillazo, sin haber podido demostrar para lo que fue criado pues intuyo podía haber sido un buen toro.
Fernando Robleño cortó una oreja al 4º de la tarde tras una faena encimista y arriesgada que finiquitó con una estocada hasta los gavilanes. En el primero se silenció su faena.
Sergio Aguilar en el segundo de la tarde, un mastodonte de 725 kgs., sobrero de San Román, complicado y que doblaba las manos, estuvo voluntarioso propinándole una entera de efecto inmediato. El lidiado en 5º lugar, herrado con el núm. 54, de bellísima estampa, fue bravo en el caballo y con un excelente comportamiento en la muleta. Sergio le recetó pases de gran belleza, hasta que el toro se agotó, pues llegó prácticamente desangrado al último tercio. Pudo ser el toro de la feria.
A David Mora, que sustituía a Joselillo le correspondió un manejable tercero al que le realizó una bella faena. Un toro que embestía claramente por los dos pitones. Perdió la oreja tras fallar con los aceros. En el que cerró plaza, abrevió la faena frente a un toro con complicaciones en el tercio de banderillas.
El premio al Mejor Picador se le concedió a Antonio Prieto de la cuadrilla de Sergio Aguilar. I. F .B.
Dña. Irene por favor, le habla alguien polemico pero que va Ceret desde que empezo la ADAC y a Vic Fezenzac hace cerca de 35 años minimo, el Presidente Sr. Francis Mannent, regresaba despues de un exilio producido por la agresion violentamente fisica de un subalterno, obviemos el nombre miserias para que.
ResponderEliminarNo fue el mejor Mannent, de acuerdo, pero mucho mejor que todos los presidentes de España incluidos los de las Ventas porque ademas no tiene poder ejecutivo.
Calificar alegremente de plaza de tercera a Ceret muestra un desconocimiento garrafal, Vic Fezenzac y Ceret tienen consideracion de plazas de primera, pasando de su aforo o el numero de habitantes, no como Zaragoza que por un capricho administrativo es de primera cuando en realidad a duras penas llega a segunda.
Realmente Mannent, el presi, no estuvo fino como en otras ocasiones, pero sus errores fueron en el tercio de banderillas, el tercio de varas lo llevo a la perfeccion, tambien se puede discutir la concesion de trofeos, peticion habia pero tambien puede existir el "error humano del aficionado", o hasta la vuelta al sexto de Coimbra, pero en general presidentes asi nos harian falta en España.
Tambien decirle que Ceret tiene una historia unas realidades indiscutebles y que este año llego a lo mas bajo de su historia, estando muy por encima de Las Ventas es cierto, la culpa el "encanto" de JC. Carreño que no es de hoy, pero por favor Dña. Irene y con todo cariño no pontifique por una corrida vista fuera de contexto. cargarse o intentar cargarse a Ceret o elevarlo a las alturas por una corrida o un Ceret de toros no vale, hay que juzgarlo dentro de su historia.
Señor Caballero Negro, en ningún momento pienso en reprenderle,si decirle que un articulo, es el caso que nos ocupa se puede interpretar según se lea, o se vea, he incluso según quien sea cada cual,la interpretación mía del articulo de Dña. Irene, no es la misma que la que usted hace.
ResponderEliminarPienso que Dña. Irene, no pretendió cargar contra Ceret en ningún momento, si no todo lo contrario, puesto que nos a dejado claro en su articulo que tanto la suerte de varas, como la puesta en escena es un espectáculo, el cual, por desgracia, por esta España nuestra cada vez lo vemos menos, yo me atrevería incluso decir que el publico que asiste a los toros en España y algún que otro aficionado, no atenido la oportunidad de poder disfrutar, de una suerte de varas, bien realizada, he incluso nos comenta que en la tablilla anuncian el nombre de picador que realizara dicha suerte (cosa que se aprecia en la foto que ilustra el articulo) y al final premian al mejor picador. Creo que lo único que a comentado al respecto es que no comprendió el porque del Señor Presidente no autorizo el cambio de tercio tras petición de los matadores después de dos buenos puyazo y permitiera que el picador se fuese a buscar el toro hacia el centro del ruedo en el tercer puyazo y le tapara la salida.
Copio comienzo del artículo de Dña. Irene y resalto en Negrillas.
Chapeau” para los franceses por la puesta en escena de la fiesta de los toros y valga mi admiración a una plaza que presume de su exaltación al tercio de varas, suerte casi en desuso en toda la geografía española, a pesar de que su ejecución nos permite comprobar la bravura del toro y ampliar el espectáculo con la recreación de los tercios de quites.
Otro parrofo del artículo de Dña. Irene y resalto en Negrillas.
Otro detalle significativo y digno de alabanza, que demuestra el reconocimiento por el toro bravo, se pudo observar en la tablilla que se mostraba al comienzo de cada toro, en la cual, además de la ganadería, peso, año de nacimiento y nombre del toro, figuraba también el nombre del picador que había de realizar la suerte de varas. Detalle curioso y que potencia la tan denostada suerte.
Un Saludo
Juan Esteban González
Sr. CABALLERO:
ResponderEliminarEn Francia, plazas de 1ª:
NIMES
ARLES
BAYONA
BEZIERS
DAX
MONT DE MARSAN y
VIC-FECENSAC
Plazas de 2ª:
FLOIRAC (Burdeos) y
CERET.
Au revoir.