Foto AP
Tremenda cogida de Uceda Leal en Madrid. La peripecia vital del torero madrileño es de la que pide los papeles de hombría. La actitud de Uceda es una muestra de la calidad humana y profesional del torero sublimada a la enésima potencia.
Os podéis imaginar la situación, el padre le ayuda a preparar su traje y resto de avios para la cita venteña, después se separan y tras los intentos infructuosos de hablar por teléfono con su progenitor, va a su casa y se topa con que ha sufrido un derrame que lo ha tumbado sin puntilla.
Al día siguiente torea en las Ventas, una corrida a contraestilo, Domingo de Ramos sin tradición ni ambiente, con los “frailes” del Puerto, y, en forma de homenaje al hombre que lo ayudó en un segundo plano desde el principio de su carrera, ejerciendo de padre de hombre no de padre de torero, quiere torear. Por que es lo que su padre hubiera querido entre otro millón de motivos.
Con Don Pedro Uceda de cuerpo presente, el madrileño hace el paseíllo con el corazón y la mente en otro sitio, con un brazalete negro y vestida el alma de azabache, se emociona al romper el paseo y recibir la ovación del público sensible. Sorteó en primer lugar un boyancón que brinda al cielo, la faena es todo corazón, se la inventa para quien tiene en su mente y en su alma esa tarde, al final del trasteo lo coge el del Puerto con afán asesino, le ha abierto la pierna, no quiere ir a la enfermería, torniquete y a matarlo, la oreja, tras reafirmar que el rey de espadas, le es llevada al quirófano, me dice Lázaro Carmona, más ángel de la guarda ahora que nunca, que entre lágrimas, y mientras le sedan para operarle el cornalón de 20 centímetros, su pregunta es si podrá dar tierra y el último abrazo a su padre. Por estos gestos es por lo que hay momentos en que uno quisiera tener un hijo torero para que le rindiesen este homenaje, o ser torero para poder honrar así a un padre.
Ha podido. Desde el hospital ha ido a decirle a su padre que cortó otra oreja en Madrid, que le servirá para seguir en esto, para volver, por poner un sitio, a Valverde otro año, donde un Cuadri quiso mandarlo al cielo hace tres años y como no pudo, volvió al año siguiente a la misma plaza, el mismo día y a la misma hora, a por otro Cuadri, para eso le sirven las orejas de las Ventas a Uceda, para poder seguir jugándose la vida en plazas de tercera el 18 de Agosto.
Desde hace tiempo me gusta orientarme respecto a los aficionados por el encaste o el torero hacia los que muestran sus preferencias. Si alguien me cuenta que es de Uceda, por lo menos cuenta con mi respeto, hay muchos que le seguimos por la dignidad torera que atesora, por la fidelidad a los conceptos de su carrera, por la largura de sus muletazos, por sus conceptos puros, por su honradez y eficacia con la espada, por que supo ser independiente… a partir de hoy le seguiremos por su categoría humana.
Por cierto, en el mismo noticiario que hablaba de toros en tragedia, como casi siempre, con una cámara de agencia perdida en el tendido, al llegar los deportes, una cámara dedicada en exclusiva a un futbolista suplente de apellido Gutiérrez, por todo mérito: cuatro pases de gol en doce años y un parecido aberrantemente codiciado con la mujer con quien comparte la vida, dice que no sale a jugar a la pelota por que no se le pone en el moño.
Gana millones de Euros al año, más que cualquier torero, y le dice al "propio" que le indica que salga, que no juega por que no quiere. Comparen mundos, formas, educaciones, sensibilidades, riesgos, dineros.
Uceda Leal y la verdad de la vida.
Después de un fin de semana de campo, playa y procesiones me siento ante la caja tonta y hablan de toros, no podía ser de otra forma: tragedia.
Después de un fin de semana de campo, playa y procesiones me siento ante la caja tonta y hablan de toros, no podía ser de otra forma: tragedia.
Tremenda cogida de Uceda Leal en Madrid. La peripecia vital del torero madrileño es de la que pide los papeles de hombría. La actitud de Uceda es una muestra de la calidad humana y profesional del torero sublimada a la enésima potencia.
Estaba anunciado en "su" plaza de Madrid el domingo. El sábado encontró el cuerpo sin vida de su padre, viudo reciente, en la soledad amarga de su domicilio.
Os podéis imaginar la situación, el padre le ayuda a preparar su traje y resto de avios para la cita venteña, después se separan y tras los intentos infructuosos de hablar por teléfono con su progenitor, va a su casa y se topa con que ha sufrido un derrame que lo ha tumbado sin puntilla.
Al día siguiente torea en las Ventas, una corrida a contraestilo, Domingo de Ramos sin tradición ni ambiente, con los “frailes” del Puerto, y, en forma de homenaje al hombre que lo ayudó en un segundo plano desde el principio de su carrera, ejerciendo de padre de hombre no de padre de torero, quiere torear. Por que es lo que su padre hubiera querido entre otro millón de motivos.
Con Don Pedro Uceda de cuerpo presente, el madrileño hace el paseíllo con el corazón y la mente en otro sitio, con un brazalete negro y vestida el alma de azabache, se emociona al romper el paseo y recibir la ovación del público sensible. Sorteó en primer lugar un boyancón que brinda al cielo, la faena es todo corazón, se la inventa para quien tiene en su mente y en su alma esa tarde, al final del trasteo lo coge el del Puerto con afán asesino, le ha abierto la pierna, no quiere ir a la enfermería, torniquete y a matarlo, la oreja, tras reafirmar que el rey de espadas, le es llevada al quirófano, me dice Lázaro Carmona, más ángel de la guarda ahora que nunca, que entre lágrimas, y mientras le sedan para operarle el cornalón de 20 centímetros, su pregunta es si podrá dar tierra y el último abrazo a su padre. Por estos gestos es por lo que hay momentos en que uno quisiera tener un hijo torero para que le rindiesen este homenaje, o ser torero para poder honrar así a un padre.
Ha podido. Desde el hospital ha ido a decirle a su padre que cortó otra oreja en Madrid, que le servirá para seguir en esto, para volver, por poner un sitio, a Valverde otro año, donde un Cuadri quiso mandarlo al cielo hace tres años y como no pudo, volvió al año siguiente a la misma plaza, el mismo día y a la misma hora, a por otro Cuadri, para eso le sirven las orejas de las Ventas a Uceda, para poder seguir jugándose la vida en plazas de tercera el 18 de Agosto.
Nadie le preguntó, a nadie le importa, cuanto cobró ayer en las Ventas ¿lo dirá la empresa? A lo mejor no. No llenará portadas, ni nadie ha hablado de autoinmolación, ni un habilidoso apoderado le conseguirá mas contratos por este gesto, ni es lo que pretendía José Ignacio.
Desde hace tiempo me gusta orientarme respecto a los aficionados por el encaste o el torero hacia los que muestran sus preferencias. Si alguien me cuenta que es de Uceda, por lo menos cuenta con mi respeto, hay muchos que le seguimos por la dignidad torera que atesora, por la fidelidad a los conceptos de su carrera, por la largura de sus muletazos, por sus conceptos puros, por su honradez y eficacia con la espada, por que supo ser independiente… a partir de hoy le seguiremos por su categoría humana.
Por cierto, en el mismo noticiario que hablaba de toros en tragedia, como casi siempre, con una cámara de agencia perdida en el tendido, al llegar los deportes, una cámara dedicada en exclusiva a un futbolista suplente de apellido Gutiérrez, por todo mérito: cuatro pases de gol en doce años y un parecido aberrantemente codiciado con la mujer con quien comparte la vida, dice que no sale a jugar a la pelota por que no se le pone en el moño.
Gana millones de Euros al año, más que cualquier torero, y le dice al "propio" que le indica que salga, que no juega por que no quiere. Comparen mundos, formas, educaciones, sensibilidades, riesgos, dineros.
Bueno, mejor no comparen ¿Para que?
PARECE QUE TE MOLESTA QUE UCEDA HAYA VENID0 VARIAS VECES A VALVERDE A MATAR LA DE CUADRI.
ResponderEliminarQUE GRANITO TIENES CON VALVERDE HIJO, NO PUEDES CON ESTO, QUE TRABAJITO TE CUESTA DIGERIRLO Y QUE MALA ES LA ENVIDIA.