martes, 24 de marzo de 2009

¿Quien manda en el toreo?

¿Quien manda en el toreo?
Hablo de mandar y la anécdota se me viene, revoltosa, a la mente. La protagonizó Curro Fetén del que cuentan que llegó a la típica tertulia de una radio en feria, donde glosó con grandes halagos las faenas de los dos toreros que se iban de vacío aquella tarde. El triunfador había sido Pedro Gutiérrez que había cortado cuatro orejas, Fetén, luego de los panegíricos exaltados, prolongados y ceremoniosos a los convidados de piedra del festejo, dedicó apenas unos segundos a aclarar que el Capea podía triunfar pero no mandaba, y que en el toro había que mandar y acabó, sentenciado “y yo creo el Capea mandar no manda, al menos esta tarde no ha mandado y si ha mandado, a mi no me ha llegado”.

Fuera de sobrecogimientos, mandar no era eso, mandar no es eso, ni nos queremos referir a la máxima fundamental del arte taurino junto a parar, templar y cargar la suerte. Más allá de esto, mandar en la fiesta brava otorga derechos e impone servidumbres. Si empezamos por las exigencias que debe cumplir una figura del toreo para ser un mandón, debemos empezar por que debe llenar las plazas, todas, donde intervenga, debe triunfar siempre donde sea que toree, debe arrimarse más que nadie y llevar el peso del toreo. Entre los privilegios que otorga el disfrutar de una posición privilegiada en el toreo, no es el menor elegir donde se va y donde no, o reseñar ganaderías y dentro de ellas los toros más en tipo a gusto del veedor, exigir honorarios superiores al resto del escalafón, vetar o imponer nombres de quien completa la terna, imponer uno por delante que rompa plaza, elegir fechas en las feria de tronío, marcar la pauta en los quites (si hubiera quites claro) y un largo etcétera que queda amalgamado en miles de detalles que marcan distancia, señalan el territorio, imponen respeto y nadie se atreve a saltarse a la torera.

Suelen ejercer el poder de la independencia y se salen de las grandes casas o las utilizan a su servicio. La impronta se traslada a las cuadrillas y se percibe en los sorteos, las miradas y las formas desde el patio de cuadrillas hasta el callejón.
La presión de mandar necesita recursos técnicos y estéticos, fondo, raza, un físico privilegiado y una cabeza centrada en exclusividad en el toro.

Históricamente han mandado Bombita, El Guerra, Lagartijo, Joselito, Manolete, Luís Miguel, Ordóñez, Litri, Manuel Benítez, Paquirri, Ojeda, Espartaco, Ponce. Los mandatos han sido irregulares en el tiempo, se han ejercido con más o menos placer por el mando, con mayor o menor propensión al desplante y la chulería. El final ha sido diverso, se ha cedido el cetro bien por decisión propia, falta de fondo, por el encuentro repentino con la parca, o por la aparición de un nuevo gallo en el corral...

Me quedo en el Ponce de mediados de los noventa como último mandón. Es difícil en esta época de multitendencias y postmodernismo saber quien manda. Partimos de la fuerza inaudita de los oligopolios del taurinismo total, contra quien nadie quiere saltar por temor a perder su pequeña parcela de poder.

Hoy van por libre, o casi, Perera, Juli, José Tomás y Ponce. ¿Quien manda en esto?

Analicemos individualmente a los candidatos.

José Tomás, impone honorarios, esto le lleva a descartar carteles rematados, goza de patente de corso en el campo bravo, elige donde torea, llena siempre, triunfa casi siempre pero…., su temporada es corta, demasiado corta, para mandar. Lo intento con Martín Arranz en temporada completa y ¿alguien sabe que pasó? Pero no mandó. Se tuvo que ir y volver rodeado de una genial operación de marketing.

Pereda lo tiene todo, juventud, raza, cristales en la barriga para abastecer a toda Bohemia, formas, maneras, ganas y un apoderado con el genio suficiente para poner firmes a los oligopolios que mueven el cotarro. Pero quizá ha querido mandar antes de consolidarse, un rabo en Almendralejo, un triunfo en Olivenza, un rabo en Castellón, pesan menos que dos orejas de Sevilla, ahora debe aceptar lo que Madrid le ofrezca, ¿o tiene fuerza para evitar Las Ventas este año?, sería injusto después de los cinco toros de otoño, pero ya sabemos como se las gastan las empresas.

Ponce hace años que ha perdido fuerza en taquilla, cuenta con la admiración y el fervor casi unánime del escalafón, si le sale el toro es un bicho, si no anda por ahí, y corta las orejas, le sirven más toros que a nadie, le faltan y le han faltado continuidad en el triunfo en las dos grandes, Sevilla y Madrid. Parece que su época pasó, pero no del todo.

Juli, parece que lleva aquí toda la vida, ha pasado por varias fases, de raza, clase, entrega, pundonor, maneras, conocimientos, anda sobrado como para regalar a todo el escalafón. Los gestos de hace cuatro temporadas no tuvieron la repercusión esperada, adolece en menor grado que Ponce, de triunfos sonados y a golpe cantado en la Maestranza y en las Ventas, su edad, su progresión y su raza parece que le ofrecen la posibilidad de pasar del eterno notable alto a las matrículas de honor.

Cuando lo e mpresarios se pusieron de acuerdo para no darle al Cordobés el kilo que pedía por tarde, se hizo con "la Guerrillera" y compitió con los Balañá, los Chopera, Don Diodoro, y los oligoplistas de entonces, llegando a montarla en la feria y dando toros el mismo día que se daban los toros en la plaza de obra. Y llenando claro. Eso era mandar.

¿Quien del escalafón actual podría hacer lo propio?

2 comentarios:

Domingo dijo...

Sin duda, el que manda es José Tomás, él hace y deshace lo que se proponga, marca lo honorarios, la terna del cartel, la ganadería, hasta darle sentido a una feria, como la del aniversario de Madrid (en la plaza más importanate del mundo) la cual carecería de continuidad si no fuera por su imposición ante las televisiones. Es decir, el mandon del toreo, no torea en San Isidro por incompatibilidad de caracteres con la televisión, pero ojo ni en Sevilla, ni en Pamplona ¿ni en Bilbao?

Por tanto ¿quien manda en el toreo? está claro, la televisión y depués Perera que ese se la juega en plaza de tercera, segunda y también primera.

A ver ahora por quien voto.

Un abrazo y gracias

Anónimo dijo...

ES UNA PENA, PERO LA REALIDAD ES QUE MANDA LA EMPRESA, NI UNOS NI OTROS, CIRRRAN ANTES UN CONTRATO CON DIGITAL PLUS QUE CON LOS TOREROS, Y SI UNO PIDE MUCHA LEÑA, LOS CUATRO LOBOS DE EMPRESA, MATILLA, CANOREA, LOZANO, CHOPERA Y CHOPERITA LE CORTAN EL CUELLO Y ESA ES LA REALIAD, LOS TOREROS SIN UNIDAD, CUANDO DEJARAN A UNO FUERA, TODOS A UNA, Y LOS AFICIONADOS SIN PROTESTAR, NADA COMPRAN SU ABONO SIN RECHISTAR, UNA VERDAD COMO UN TEMPLO. NADIE MANDAN LOS EMPRESARIOS-GANADEROS-APODERADOS.

Haciendo hilo

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