Lulú, que ha dado de que hablar en encuentros de escuelas taurinas por su calidad y buen concepto para interpretar el toreo, se prepara para su actuación del día 1 de noviembre.
La jovencita se encuentra muy ilusionada por ser la primera vez que actuará fuera del país y con muchas ganas de traerse el triunfo que le pudiera abrir las puertas de aquellas tierras para futuras contrataciones. Por el momento sigue entrenando fuerte en la Plaza de toros “Santa María” de Querétaro, sede de la escuela taurina queretana.
“Estoy muy emocionada y sobre todo ilusionada porque presentarse en una plaza como Acho, además de ser muy bonito es, yo creo que muy importante”.
Aparte de entrenar para ser torero, ¿Qué mas haces en tu vida?
“Estudio en la preparatoria norte, entro a las 2 de la tarde y salgo a las 9 de la noche. Por las mañanas me voy a correr a las 7 de la mañana y corro aproximadamente 10 kilómetros todos los días.
“Yo creo que es básico, porque lo que haces entrenando se te queda para hacerlo delante del toro. Yo creo que un torero debe entrenar mucho de salón, es la forma de poderse relajar delante de los toros, pues ya los movimientos se vuelven hasta cierto punto automáticos y así dejas que la mente piense y se relaje para ponerle sentimiento a lo que haces”.
¿Qué tan difícil es ser mujer en el toreo?
“Creo que el toro no sabe si eres hombre o mujer, si haces las cosas bien pues te responde y si te equivocas, te hace pagar el precio. En cuanto a los compañeros hombres pues si es algo difícil, porque tienes que entregarte más, es un poco más complicado que te den oportunidad en tentaderos, porque la historia dice que el paso de la mujer por el toreo suele ser muy corto. Como dice el libro de la mujer en el toro, hay muy pocas que realmente llegaron a trascender. Creo que lo primero es que uno realmente crea que puede hacerlo, después, tener mucha disciplina en los entrenamientos y una gran entrega en los ruedos, solo ahí se convence al publico, periodistas y aficionados, creo que esta en las manos de uno mismo que la gente te vea como torero y deje a un lado si eres mujer u hombre, tienes que hacer que todos se emocionen y vibren contigo al realizar el toreo”.
¿Qué sientes cuando toreas?
“Es como… no se. Adrenalina, es como un desahogo interno y me trae mucha paz interior. Es como si tuviera un par de feroces leones dentro y después de torear se convierten en dos gatitos. Es algo increíble ver como un ser humano puede entenderse con otro ser vivo con un lenguaje distinto. Es muy raro, creo que el toro es el maestro y sale al ruedo y hace preguntas a las que uno debe contestar correctamente, el problema es que si repruebas el examen no hay una mala nota, si no pasas llega la cornada”.
¿Hasta donde llegará Lulú De la Vega?
“Yo si creo que lejos, pero por el momento solo pienso en mis metas inmediatas que son poder triunfar en todos los lugares donde me presente y así poder ganarme la oportunidad de alcanzar el sueño de vestirme de luces y debutar como novillero. Me gustaría poder torear en España como novillero sin picadores y creo que puede ser posible el año que viene, pero eso es cosa de que así lo considere mi escuela taurina. Después, me gustaría poder hacer una campaña importante como novillero con picadores en mi país y presentarme en la plaza México, y después de eso poder irme a España a realizar una campaña en aquel país”.
¿Quién te gustaría para tu alternativa?
“Creo que de padrino el maestro Juli, porque es una gran figura del toreo y además es el ejemplo para todos los alumnos de escuelas taurinas de que se puede llegar a lo más alto si realmente se desea”.
¿Qué te gusta hacer en tus ratos libres?
“Me gusta dibujar, ver videos de toros, leer un libro a la semana, escuchar música, pero lo que más me gusta es ir al campo”.
¿Cuál es para ti la diferencia de torear con capote y con muleta?
“Con el capote el toro es más violento, más veloz en sus embestidas. Con la muleta el toro va más entregado. Creo que todo es una sola cosa, con el capote se le debe enseñar el camino para que con la muleta uno pueda someterle o ayudarle y así poder disfrutar el toreo como a uno le gusta, a mi me gusta el toreo lento, relajado, me gusta sentir que el toro va por donde yo quiero. Hay toros a los que hay que someter y a otros hay que convencerlos. El toreo de muleta es como platicar, a veces tienes que gritar y a veces convencer, pero siempre debes acoplarte”.
¿Qué piensas de la muerte?
Es algo así como un vecino incomodo. Nunca queremos verlo ni hablar con él, pero sabemos que ahí está. No me gusta pensar en eso, pero se siente todas las tardes desde que llega al hotel, luego te acompaña a la plaza y cuando más la sientes cerca, es cuando estas en el patio de cuadrillas, creo que ahí te nota débil y miedoso y se aprovecha. Lo bueno es que le dan miedo los toros y cuando finalmente sale tu novillo, como que ya te deja en paz y no anda cerca de ti, tal vez se queda en el callejón molestando a otro torero, pero ya no la sientes cerca, y es entonces, cuando pasas del miedo al disfrute de poder hacer en la vida lo que más te gusta”.
¿Cuándo te veremos otra vez en Querétaro?
“Pues si por mi fuera yo torearía todos los días jajaja. Eso solo depende de los empresarios, pero se que por el momento debo triunfar para poder interesarles, pues hacen un gran esfuerzo al gastar su dinero para darle oportunidad a los jóvenes y muchas veces no se aprovechan y pues se desaminan. Me gustaría que me dieran más oportunidades, que confiaran en mi y ya verán que en poco tiempo les llevaré mucha gente a los tendidos”.
Lulú De la Vega, 16 años de edad y un gran futuro por delante. Esperemos que pronto pueda confirmar en todas las plazas lo que se dice de ella y que traiga de Perú un triunfo que le de mayor credibilidad de cara a las empresas.
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