Una excelente novillada de Prieto de la Cal abre la feria de Valverde.
Miguel Ángel Delgado con tres orejas y José Caraballo con dos abrieron la puerta grande.
Con ilusión vamos a Valverde, tierra de buenos aficionados de buenos amigos y de buenas tarde de toros. Primera novillada con caballos del año en nuestra provincia, ¡ así nos luce el pelo! Ha tenido que ser Valverde quien rompa el fuego, bien por esta plaza y esta afición. Además novillos de la tierra, de encaste veragua, de muy excelente presentación, desde el tercero in crescendo. El sabio pueblo aplaudió al sexto, ¡esto es una novillada y no las de Huelva! gritó algún irónico. Bien por la presentación a la familia ganadera, magnifica, diverso juego con muchos matices. Estos toros son los bisnietos de los que formaban la camada del Rey Felón, del tramposo y fullero Fernando VII, de aquel del “Marchemos todos yo el primero por la senda constitucional”. Del que no amaba los toros hasta que Pepe Botella le enseñó a hacerlo para ganarse al pueblo, a “su” pueblo.
Pues los toros del rey cínico hoy fueron nobles, guapos, potables, fieros, bravos y listos en distinta proporción. Miguel Ángel Delgado se llevó el lote bueno, estético el son del chaval de Écija, al segundo, que nunca humilló, lo toreó a media altura, con un correcto sentido de los terrenos, sin bajar la mano ante la falta de fuerzas del astado pero quizá debería haberse empleado más con el noble novillo que sólo lo miró cuando se equivocó con series largas, había que enfadarse con el toro y el astigitano no quiso hacerlo. En el quinto, un gran novillo, mostró su mejor cara, excelente colocación, buen tino, series bien abrochadas por abajo y por arriba, muletazos largos de inicio, pero la faena tenía que estar hecha cuando el novillo desarrolló sentido, con trasteos de más a manos es difícil rematar triunfos, lo salvó la estocada y la bonita muerte del toro que mejor pelea hizo en varas. Un novillo, por edad, de quinientos kilos que, a nuestro criterio, mereció más premio que los aplausos con que se acompañó su arrastre ¿o nos estaremos reblandeciendo?.
Miguel Ángel Delgado con tres orejas y José Caraballo con dos abrieron la puerta grande.
Media plaza larga, tarde de magnífica temperatura NOVILLADA CON PICADORES que abría la feria de Agosto de Valverde del Camino. Novillos de Prieto de la Cal, bien presentados, con diversidad de capas y en escalera, de buen juego, con genio y casta, destacando segundo, cuarto y quinto aplaudidos en el arrastre, el sexto fue ovacionado de salida. José Caraballo, de Turquesa y Oro oreja y oreja. Miguel Ángel Delgado, de azul mar y oro oreja y dos orejas. Diego Lleonart, de grana y oro silencio y silencio.
Con ilusión vamos a Valverde, tierra de buenos aficionados de buenos amigos y de buenas tarde de toros. Primera novillada con caballos del año en nuestra provincia, ¡ así nos luce el pelo! Ha tenido que ser Valverde quien rompa el fuego, bien por esta plaza y esta afición. Además novillos de la tierra, de encaste veragua, de muy excelente presentación, desde el tercero in crescendo. El sabio pueblo aplaudió al sexto, ¡esto es una novillada y no las de Huelva! gritó algún irónico. Bien por la presentación a la familia ganadera, magnifica, diverso juego con muchos matices. Estos toros son los bisnietos de los que formaban la camada del Rey Felón, del tramposo y fullero Fernando VII, de aquel del “Marchemos todos yo el primero por la senda constitucional”. Del que no amaba los toros hasta que Pepe Botella le enseñó a hacerlo para ganarse al pueblo, a “su” pueblo.
Pues los toros del rey cínico hoy fueron nobles, guapos, potables, fieros, bravos y listos en distinta proporción.
Antonio Caraballo se las vio en el primero con un toro que pronto lo buscó, mal picado, se volvió tobillero al quedarse corto por el excesivo castigo cuando el chaval lo desengañó al no darle las distancias y los tiempos que reclamaba. Honrado el mozo, fue premiado con una generosa oreja. Al cuarto se la arrancó a ley, largas cambiadas de rodillas de recibo, ceñidas verónicas, gaoneras mejorables, ayudados por alto, series largas por ambos pitones, manoletinas, pinchazo y estocada, bien el chaval, en novillero, tendría que pulirse, dulcificar las formas, pero ha estado más que digno con un lote importante.
De Diego Lleonart no podemos decir lo mismo. Al tercero de la tarde lo masacraron en el caballo, lo aburrieron en la lidia y lo dejaron en pésimas condiciones para la faena de muleta, luego el no supo ver los terrenos, el novillo le ponía los pitones en el pecho apretando hacia dentro, sí hacia los medios de la plaza, sí, no se extrañen lo de hoy en Valverde era veragua sin agua en su sangre y aprieta de bravo.
Al sexto, de preciosa estampa y cosido en su jabonera y chivata capa a cornadas de una paliza antigua, no lo entendió, no se fue al otro pitón a buscar las orejas, le tocó el morlaco dos veces el engaño al principio de faena y el toro se aburrió, mal el chaval, es un buen torero por formas y disposición, tiene raza pero debe seguir mejorando, y sus mentores no aburrirse, una mala tarde la tiene cualquiera.
Muy bien en este sexto la cuadrilla, desmonterada tras banderillear y bregar al toro. Alfonso Carrasco y Vallito.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar