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lunes, 30 de junio de 2008

Entretenido festival en Almonte.

Entretenido festival en Almonte.

En remendado festejo, se cortaron doce orejas y tres rabos.

Tarde calurosa, tres cuartos en los tendidos de la plaza portátil instalada en el Pocito, Novillos de Fermín Bohórquez, de aceptable presentación y que se paró. Y cinco de Gerardo Ortega de excelente presentación, escasos de casta y de aceptable juego.

Antonio D´Almeida. Dos orejas, Francisco Ruiz Miguel dos orejas y rabo Pepín Liria dos orejas, Curro Díaz dos Orejas y Rabo, El Capea dos Orejas y rabo y Daniel Sotillo dos orejas.

Entretenido festival el celebrado ayer en Almonte y que ponía colofón de oro a la feria de la localidad almonteña. El tradicional festival se abrió con un merecido homenaje al rejoneador Javier Buendía que recibió una replica en plata de la imagen de la Virgen del Rocío. Se cayeron del cartel Manzanares, Juan Ramón Romero y el lesionado recién intervenido Diego Ventura.
 

Antonio D´Almeida volvió a dejarnos regusto de buen torero, quizá con la cuadra en peor fase que en su última actuación en nuestra provincia, destacando un angloluso alazano con el que colocó farpas y mató al novillote parado de Bohórquez.

Ruiz Miguel entendió al buen novillo de Ortega corrido en segundo lugar que se dejo hacer una faena propia del torero de la Isla, toreo de los setenta y un rabo que paseó emocionado el cañailla.

Pepín Liria es un torero honrado y con un novillo con ciertas dificultades esgrimió sus armas y conocimientos para enjaretarle una faena al descastado animal que se defendía por la falta de fuerzas. Bien el de Cehegín en esta su última vuelta a España como matador de toros donde siempre ha dejado sabor por su dignidad y su saber estar en la plaza.

Curro Díaz sigue gustando, maneja el capote con gusto y el novillote de peor condición de la tarde fue sometido por la muleta del de Linares, no si antes coger de fea manera al banderillero Martín Rivas que fue trasladado al hospital tras sufrir fuertes traumatismos costal y craneal que le hicieron perder el conocimiento.

El Capea se presentó en Almonte con una larga cambiada de rodillas; pinturero, variado y fácil con muleta y capote, se le podría exigir más emoción en los trasteos, demasiado fáciles y superficiales. Bien con la espada arrancó el tercer rabo de la tarde.

Daniel Sotillo sorteó al novillo de más trapío del encierro y el que menos sirvió a la postre, firme y sin quitarse poco pudo hacer cuando el descastado animal se rajó definitivamente después de recibir un fuerte castigo en varas.

En fin, el tradicional festival de Almonte cumplió una fecha más y sólo el aspecto negativo del banderillero de la cuadrilla de Curro Díaz puso hiel en tarde de tantas mieles como fue la de hoy.

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