FOTO: burladero.com
Pocas cosas se han podido ver esta tarde en la plaza ya que los toros no han dado el juego esperado. Vamos, que su comportamiento ha sido pésimo y han derrochado mansedumbre y falta de casta, raza y un montón de cualidades que debe tener un animal para embestir. Lo más destacado lo ha firmado Morante de la Puebla regando el albero de destellos del morantismo más puro, rebosante de toreo elegante del que posee en sus entrañas. El de La Puebla estuvo muy dispuesto e ilusionado toda la tarde, teniendo la esperanza de que algún toro metiera la cara y así poder desarrollar su tauromaquia. Eso ocurrió en el quinto donde aprovechó el sevillano las escasas acometidas que tuvo el toro para contruir una faena llena de elegancia y torería con sabor añejo. Buenos lances a la verónica, aunque fueron escasos por la mala condición del Parladé. El toro era flojito y perdía las manos aunque fue muy noble y supo aprovechar sus embestidas. Había un silencio expectante en la plaza y se respiraban las ganas de vibrar con este torero. Morante le dio el tiempo necesario y justo entre tanda y tanda para que pudiera reponerse, pero a pesar de su disposición el toro no lo ayudó. Toreo puro lleno de magia y pinturería andaluza que supo a poco y tras matar de estocada caída recibió el premio de una ovación que no recogió gesticulando que lo haría el próximo día en la Maestranza.
A su primero le faltó raza y agresividad pero aún así consiguió darle dos buenas tandas con la mano diestra, muletazos largos y dejándole siempre la muleta puesta en la cara. La espada fue un sainete y pinchó al toro hasta en cinco ocasiones, finalmente terminó con él al segundo golpe de descabello casi a punto de recibir el tercer aviso.
Finito de Córdoba pareció que mostraría también su torería pero no se acopló con sus oponentes, siendo mucho mejor el cuarto que fue el más potable de todo el encierro. El quinto lo toreó con gusto a la verónica. Este toro sólo tuvo cualidades buenas como fueron su nobleza y su infinita dulzura. Sacó dos buenas y templadas series repletas de muletazos largos y profundos. Pero a partir de ahí el toro se definió y tiró por otros derroteros bajando mucho la intensidad de la faena. Creo que el toro era para haber apostado por él pero Juan Serrano no lo hizo y perdió la posibilidad de triunfo. Mató mal y escuchó leves pitos.
Salvador Cortés tuvo el peor lote de la tarde que sólo le dio opción de demostrar que estaba más que voluntarioso y con ansias de triunfo pero eso se diluyó rápidamente en el quinto, el cual no le dio opción de nada. Al tercero le dio una verónica buena y larga, pero perdió las manos y se quedó más quebrantado aún. El toro tuvo buen ritmo en sus comienzos, y Morante utilizó su derecho a torear al quite según el Nuevo Reglamento Taurino. Le puso mucha voluntad que no fue suficiente. Morante y Cortés recibieron una gran ovación de despedida por sus buenas actuaciones.
CONCHITA RODRIGUEZ ORTIZ
¿No dieron el juego esperado?
ResponderEliminarPerdone usted Doña Concha pero dieron lo que se espera de ellos. Que les sea a ustedes leve porque hoy vuelven a tener ración de pata negra, a ver si hay más suerte esta tarde.
Un besito