Marcelino Acosta relata la crianza del toro de lidia en Alcora.

El representante de la ganadería Guillermo Acosta fue invitado el pasado viernes 7 de Marzo a pronunciar una conferencia en la localidad castellonense de Alcora por la asociación cultural taurina el trapío, no le costó mucho convencerme para hacer el viaje y de paso presentarlo ante el auditorio de estos aficionados al bous en la calle que no renuncian al toro en la plaza, siempre fui un hombre fácil en materia taurina y a aquella tierra siempre voy a favor de querencias, además tenía la oportunidad de saludar a viejos amigos, Irene Fernández la aficionada y asesora de la Plaza de Castellón, el fotógrafo taurino Javier Arroyo y María José su encantadora esposa, que nos esperaban en Manises y con los que luego disfrutamos de una magnífica comida en casa Teresa, la conversación es amena, el toro siempre protagonista, el fiasco ganadero de la Magadalena, proyectos empresariales apenas esbozados, los viajes y festejos que tenemos en mente..., un placer la compaña y las viandas.
Partimos hacia L`Alcora, un gintonic en el Fogón y con Bachero al sorteo, a preparar el salón, llega el presi, educado, formal y trabajador, el precioso salón gótico de la casa de la música queda listo, pasada por el hostal Alcora para "pintarnos el ojo" y a las siete y media listos.
Llega el alcalde, y nos da la mala noticia de la muerte a manos de los bastardos de siempre de un cóncejal del PSOE en Mondragón, mal empezamos, pero ya sabéis que las madres cales no quieren buenos principios para sus hijos.

Hacemos el paseillo y presentan las ferias de Pascua, todo nos llama la atención, dos, tres toros por día,vacas por la tarde, embolados por la noche, ganaderías de máximo prestigio Jandilla, Macandro y por supuesto Acosta, el alcalde nos aclara que no se entienden las fiestas sin toros, en verano montan un festival y una novillada en la plaza de Alcora cerrada con empalizadas y sin cobrar la entrada, el ayuntamiento colabora en todo pero son las peñas y asociaciones quienes mueven el cotarro, admirable por extraño desde esta tierra nuestra de la subvención necesaria. La edad media bajísima del auditorio nos recuerda que esto debía ser lo habitual y no la anciandad media de nuestras asoleradas peñas, de esta forma la fiesta se disfruta y se ama desde la pubertad.

Al presentarlo hablo de un ganadero al antiguo modo, con un sentido familiar del toro, con cinco generaciones vinculadas a la ganaderia, de las dificultades del cambio de hierro obligado por cuestiones hereditarias, de su amor al campo, al caballo, al toro y su vida en el campo, dejando su muerte en la plaza como una consecuencia deseada del proceso de cría. Después de la breve presentación, torpeza de miras sería alargarla como los subalternos que pretenden quitar protagonismo al maestro, que esta noche era Marcelino Acosta.

Coge los trastos de presentar, se echa el mando del proyector de diapositivas a la izquierda y comienza su disertación que parte del nacimiento de un choto y acaba con el embarque hacia una plaza de toros, o quizá una calle del Levante. La faena es medida, cada preciosa imagen es explicada con cariño de padre, cada vaca es diseccionada, cada faena vivida mil veces y cada comentario es un trozo de la intimidad de esta familia ganadera desde al menos 1890. tentaderos, herraderos, peleas, portillos, echar de comer, ahijar, todo explicado con la cercanía y conocimiento de quien ha hecho de la ganadería de bravo su forma de vivir. La faena continua, ya con la muleta en la izquierda con preguntas, cuyo tenor indica la gran afición y profunda tauromaquia que se respira en L`Alcora, el amor al toro en el campo, la calle y la plaza, comentarios de entendidos sobre la pasada feria de Castellón, el fraude, el tercio de varas, los toros somorros, la pureza de la fiesta, el oligopolio vergonzante que la domina y la actitud abúlica de algunas figuras.

Dos horas, el espacio justo de una buena tarde de toros, a los postres,los trofeos, regalos entre la peña y el ganadero donde se hace homenaje a la amistad a través de esas preciosas piezas manufacturadas en esta tierra que acogió la real fabrica de cerámicas desde tiempo secular.

La cena magnífica por las viandas de la tierra, la conversación taurina, alguna guasa sana y la compañía de bandera, la sobremesa larga y amable, un buen farias, una copa, conversación de toros con sapientes sin ínfulas y las horas transcurren sin sentido de los minutos. Otra nube en la cena, al llamar a casa me cuentan que aparecido en Huelva el cadáver de la pequeña Mari Luz, desaparecida hace dos meses. penas y alegrías la vida misma.

Los más valientes aún disfrutan de algún pub de la localidad para cerrar una jornada de aficiones compartidas, eternas amistades amalgamadas por el toro bravo y un sentido afable de la vida que unen el Atlántico y el Mediterraneo, el lugar donde se cría el toro y aquel donde se le exprime la bravura.

-------------------------- Gracias Pareja

Por la mañana visita al cebadero a ver los toros, bien cuidados y en salud aunque tristes sin duda por renunciar a la dehesa que fue su vida durante largos meses y encontrarse ahora en espacios reducidos.

Bien esta lo que bien acaba y esta jornada de placeres taurinos nos sirvio para disfrutar del toro, la amistad y aprender a amar otra forma de ver el toro.